Los talibanes recuperaron el poder en Afganistán ayer, después de un avance relámpago por todo el país y siguiendo los pasos de la retirada de las tropas de Estados Unidos, que comenzó con Donald Trump.
Llegaron a Afganistán para derrotar a los talibanes, se van empujados por ellos, huyendo de Kabul como en su tiempo lo hicieron de Saigón. La derrota de Estados Unidos en la guerra más larga de su historia –duró 20 años– deja un saldo tenebroso de muertes y gasto inútil. Los talibanes volvieron al poder, conquistando más territorio que antes y entablando diálogo diplomático y reconocimiento con más países –Rusia y China ya entablaron conversación– sin signos de haber cambiado ni un poco en sus brutales dogmas teocráticos ultra reaccionarios.
De acuerdo a AP –en un artículo al que llegamos gracias a este muy buen análisis–, estos fueron los costos de 20 años de invasión de Afganistán. Respecto de las vidas humanas:
• Más de 47 mil civiles afganos murieron por la invasión desde 2001
• Entre 66 mil y 69 mil soldados afganos aliados a las fuerzas invasoras murieron en el frente.
• Unos 72 periodistas y 444 trabajadores de ayuda internacional fallecieron por el conflicto.
• Murieron 2442 soldados invasores norteamericanos y más de 20 mil fueron heridos. Se estima que 3800 mercenarios al servicio norteamericano también murieron.
• Se estima que murieron 1144 oficiales de la coalición de la OTAN, que también participaron como formadores de la tropa aliada afgana.
• Por la guerra, 2.700.000 afganos se fueron de su país, sobre todo a Irán, Pakistán y Europa, de acuerdo a la ONU. Otros cuatro millones se convirtieron en migrantes internos. La población total de Afganistán es de 36 millones de personas.
En lo que refiere al gasto económico que implicó la invasión, estos son los principales datos
• Estados Unidos gastó más de dos millones de millones de dólares totales
• Los gastos militares, según el Departamento de Defensa norteamericano, totalizaron casi 817 mil millones de dólares
• Desde 2002, Estados Unidos invirtió 143 mil millones en el país en función de construir infraestructura en lo que se llamó la Reconstrucción de Afganistán. De ese monto, 88 mil millones fueron a entrenar, equipar y financiar las fuerzas armadas y policiales aliadas afganas. Otros 36 mil millones fueron a proyectos de reconstrucción, educación e infraestructura, como rutas y embalses. La cifra última es localmente significativa: es menor al préstamo que recibió Argentina desde el FMI, durante el gobierno de Macri.