Hábil para armar fuerza propia y acuerdos en el recinto, Laura Mondino busca renovar su banca en el Concejo y ampliar el apoyo oficial a Emilio Jatón con la lista que ella lidera y que integra a las distintas expresiones del Frente Amplio Progresista.
Con apenas un período como concejala, iniciado en 2017, Laura Mondino ya se volvió una referencia en la política de la ciudad y en el debate y la agenda del recinto. Lidera el bloque que representa a Emilio Jatón en el Concejo –entró junto a él– y, desde ahí, forjó los acuerdos necesarios para la gestión durante los excepcionales 2020 y 2021 de pandemia y crisis económica. Forjó también peso propio dentro del socialismo, es actualmente la secretaria adjunta del partido provincial, y participó, también, del armado de la lista oficial para las elecciones de Concejo de este año, una de las pocas listas de unidad con relevancia.
“Nosotros venimos acompañando a Emilio Jatón y la verdad es que seguimos apostando a este acompañamiento”, define Mondino. “Desde el Concejo tuvimos un rol muy importante en este año y medio, en momentos tan difíciles que se han atravesado. Hemos apoyado los proyectos de exención impositiva y acompañamiento económico a los pequeños y medianos comerciantes y emprendedores de nuestra ciudad. Hemos estado acompañando a todos los sectores. Nosotros siempre decimos que el Concejo es el lugar más cercano, la caja de resonancia donde la gente va y se presenta, plantea sus demandas concretas. No es lo mismo pensar un proyecto desde una banca aislada que desde una banca cercana a la gente, donde tiene el impulso y el acompañamiento de la ciudadanía, de las instituciones, las organizaciones de la sociedad santafesina. Nosotros tenemos la expectativa de lograr un trabajo conjunto entre la Municipalidad y el Concejo. Nuestro trabajo tiene ver con lograr los consensos con los otros bloques, priorizar los proyectos para avanzar. Eso se viene haciendo muy bien, en mi caso como jefa de interbloque, pero también con Leandro en la presidencia hemos trabajado con todos los bloques para tener una agenda ordenada. Eso es necesario que siga y que lo podamos seguir fortaleciendo”.
Leandro es González, el dirigente de la UCR que la secunda en la lista y que es el presidente del Concejo Municipal. Tanto Jatón como Mondino, González y todo el equipo de gestión de la Municipalidad alineado en el Frente Amplio Progresista se juegan en esta elección no sólo el apuntalamiento de la gestión del intendente sino también la consolidación de la fuerza propia.
–Son una de las pocas listas de unidad en la provincia. ¿Cómo fue el proceso para lograr ese consenso?
–Fue un proceso de años de construcción. Desde que Emilio asumió en el Concejo venimos fortaleciendo el Frente en la ciudad y fortaleciendo su liderazgo. Tenemos que reconocer a todos los partidos y fuerzas en relación a la importancia que le dan a Emilio en la construcción del Frente Progresista en la ciudad. Desde que Emilio asumió la intendencia, en el bloque hemos trabajado de manera conjunta absolutamente todo y hemos votado de manera unánime los proyectos. Tratamos de seguir fortaleciendo ese entendimiento. Todos los partidos han aportado. La lista está integrada por la UCR, por Leandro Gonzalez, que es el presidente del Concejo. Tengo que reconocer la empatía y el entendimiento por parte de él, que siendo el presidente del Concejo aceptó el segundo lugar. Eso nos fortalece a todos. La tercera es Virginia Coudannes, también de la UCR, Pablo Mainer que es de Creo, el espacio de Pablo Javkin… La lista está integrada por el PDP, por el GEN, por Pares, por el SI, son todos los partidos del Frente. La idea es seguir fortaleciendo el Frente Progresista, que tiene más de 20 años en la provincia.
–¿Cómo evaluás este cierre de listas, en el que hubo tanta rosca?
–Uno entiende que las internas dentro de los partidos y de los frentes y las coaliciones hacen al fortalecimiento democrático. Pero el proceso de unidad que nos dimos en la ciudad para nosotros fue muy importante en el nivel de entendimiento, de los consensos, del diálogo, poder apostar a una política que trabaje para el bien de la gente, en definitiva. Si nosotros logramos los consensos hacia adentro vamos a trabajar mejor con el vecino y la vecina que hoy está viviendo otras necesidades, que está viviendo otra problemática, que muchas veces no le interesa las discusiones dentro de los espacios políticos sino que lo que quiere son respuestas. Respuestas concretas a tantas necesidades. Haber logrado ese consenso en Santa Fe, en la ciudad, nos fortalece. Nosotros estamos discutiendo los proyectos, las ideas, discutimos qué Santa Fe queremos, no discutimos disputas internas.
–Es una elección especial por el contexto de crisis económica y pandemia. ¿Cómo pensás que el electorado va a recibir la campaña y todo lo que rodea a una elección?
–Va a ser complicado. El contexto es muy difícil, es muy complejo. La situación está complicada no sólo en lo sanitario sino en la crisis económica. Hoy la gente la está pasando realmente muy mal, está angustiada. Hay que tener mayor empatía y un nivel de entendimiento muy grande para poder transmitir las ideas y los proyectos y las propuestas de la campaña, la plataforma electoral. La empatía se logra con mucha cercanía, escuchando, sobre todo escuchando a la gente, cuáles son las principales problemáticas, qué es lo que realmente están atravesando, para buscar desde la política posibles soluciones y respuestas. Caer en las disputas y las peleas políticas entre espacios o adentro de los mismos partidos no le suma nada. La gente no está esperando eso de los políticos, está esperando otra cosa.
–¿Cuál es el eje del proyecto de Frente Amplio Progresista en la ciudad?
–Cuando Emilio asumió la intendencia tuvimos siempre la idea de trabajar en los sectores más postergados de la ciudad, donde el Estado municipal no había llegado nunca. Y eso hoy se está logrando con una idea muy clara de integrar la ciudad. Por eso el Programa Integrar viene a dar respuestas y a llevar acciones y obras concretas a los distintos barrios. Tiene que ver con un cambio cultural y social. Nosotros decimos que para integrar la ciudad hay que intervenir en los barrios más pobres para poder dignificar y llevar obras. Cuando te levantas y tenés pavimento y entra la ambulancia y el patrullero y podés salir a trabajar, no es lo mismo que si vivís en barrio en el que en los días de lluvia no podés transitar y no podés salir. Eso hoy se está logando con obras sumamente emblemáticas como Camino Viejo a Esperanza, Estanislao Zeballos, Berutti. Son obras que van a cambiar significativamente la realidad de esos barrios. Ahora está también avenida 12 de Octubre, en Yapeyú. Pero no solamente las obras de infraestructura cambian la fisonomía del barrio. Eso además tiene que ver con lo cultural y con la participación. Venimos trabajando fuerte con la sociedad civil. Hoy existen más de 20 redes de instituciones en los barrios. Nosotros creemos que esos son los espacios colectivos donde la gente participa y va y plantea los principales problemas. Pero además, trabajamos junto a los vecinos para poder proyectar y planificar la acción concreta. Eso le da un salto de calidad muy grande a la política pública porque es el resultado de trabajo colectivo y conjunto con la ciudadanía.
–Una de las críticas corrientes de la oposición tiene que ver no con los barrios más necesitados, sino con la tarea corriente de la Municipalidad, como el corte de yuyos, la recolección de residuos. Se habla de una ciudad descuidada. ¿Cuál es tu respuesta?
–Hubo muchísimas dificultades al principio de la gestión por dos motivos. Primero, por el estado en el que estaba la Municipalidad. Emilio recibió la Municipalidad con una deuda muy grande en el servicio de recolección de basura, uno de los más esenciales. Pero, además, había una deuda económica muy grande. Eso dificultó mucho la situación. Si encima le agregás la pandemia, trajo muchas complicaciones. Pero hemos estado trabajando y se ha mejorado a lo largo de este año en esos servicios. Se trabajó mucho con el personal de la Municipalidad, pero también con instituciones y cooperativas, organizaciones de la ciudad que han aportado para poder cuidar sus barrios y sus lugares. Emilio siempre contó lo que fue llegar y que estén todas las máquinas rotas, que no haya una motoguadaña, que faltara absolutamente todo fue muy complejo. Hoy se empieza a notar un cambio significativo y hay un reconocimiento por parte de la ciudadanía. Se trabaja fuerte en el mantenimiento del espacio público y el cuidado, pero además se están planeando nuevos espacios públicos, como la plaza de barrio Pompeya o de Scarafía. Está en marcha el plan de bacheo, algo que se hizo siempre y se sigue haciendo. Además, hay obras de iluminación en Siete Jefes y Guadalupe.
–¿Cómo evaluás la relación de la Municipalidad con la provincia y la Nación?
–Emilio tiene la característica de ser un gran gestor. Muchas de las obras que se hacen en la ciudad están financiadas con fondos provinciales y nacionales, pero eso tiene que ver con una impronta del intendente, que prioriza cuáles son los proyectos para la ciudad. No es casualidad que las obras se realicen en los lugares que se realizan. Eso significa que hay un plan de la Municipalidad, que los proyectos son de la Municipalidad, que Emilio va con la carpetita y gestiona, porque es eso lo que hace cuando tiene una reunión con la provincia o la Nación, muchas veces ha ido a Buenos Aires a sentarse con los ministros y pedir financiamiento para la ciudad. En eso tiene la insistencia y las ganas de poder seguir generando esos vínculos y esas relaciones que son importante para la ciudad. Lo ha logrado, mantiene buen diálogo con ambos gobiernos y trabaja para traer obras que son millonarias y que la Municipalidad no podría afrontar, como el caso de Camino Viejo a Esperanza. La Municipalidad la pensó, hizo el proyecto ejecutivo y está a cargo de la licitación, el avance de obra. Desde siempre fue un lema para Emilio esa obra. El siempre recuerda que era una ruta para salir de Santa Fe, que ahora quedó en el centro de un barrio que, para poder llegar a Blas Parera, tiene que atravesar 20 cuadras. Son barrios que quedaron muy aislados. Por eso tiene esa inquietud de integrar ese sector de la ciudad.
–La ciudad está por afrontar un cambio territorial importante, que tiene que ver con las vías que la atraviesan si se hace el circunvalar ferroviario. Pero además, están los terrenos libres atrás de la Estación Belgrano, que representan una verdadera zona de disputa entre lo público y el interés privado. ¿Qué se está planeando?
–Hoy se están pensando distintos proyectos para que sea un espacio integrado a la ciudad y genere desarrollo y que conjugue intereses públicos y privados. Pero, principalmente, cualquier proyecto que se lleve adelante le tiene que dejar algo a la ciudad. Emilio siempre dice que la idea es pensar qué se le deja a la ciudad y qué le aporta al desarrollo a la ciudad lo que se haga. Esos proyectos se están discutiendo y se avanzará de manera colectiva, con todos los sectores, para pensar en que lo que se haga sea algo que represente a todos y que todos sintamos que va a ser un bien para la ciudad y que va a aportar algo para desarrollo.