El Informe Nogueras detalla las historias crediticias de 205 grandes deudores particulares. Ninguno rendirá cuentas en la Justicia pues la causa por el vaciamiento y quiebra del Banco de Santa Fe se declaró prescripta.
En mayo de 2017, el gobernador Miguel Lifschitz levantó el secreto del Informe Nogueras, la pesquisa que encargara en 1997 el gobernador Jorge Obeid sobre la situación del Banco Provincial entre 1983 y 1996, las razones de su quebranto y los responsables del vaciamiento. En su momento, la Comisión Investigadora, presidida por Alfredo Nogueras, solicitó a los colegios de abogados de Santa Fe y Rosario recomendaciones respecto del secreto del informe. El Colegio de Santa Fe afirmó que “nada obstaculiza publicitar las operaciones activas y de servicios que se hayan efectivizado”. El Colegio de Rosario dijo lo contrario, con el fundamento del “secreto bancario”. Abogados. Obeid tomó el criterio del Colegio de Rosario. Quizá no era el mejor momento para que se supiera cómo en las gestiones justicialistas previas la provincia se había fumado 1211 millones de dólares del banco, constituyendo al Estado como principal deudor de la entidad. O quizá Obeid no quería exponer a los 205 privados –entre particulares sueltos y empresas de renombre– cuyas deudas auditaron la UNL, la UNR y la UTN Regional Santa Fe. Allí se ve cuántas veces les bancaron lo que a cualquier perejil se le niega de entrada, y también si habían relaciones al menos turbias con funcionarios del banco.
Son demasiados como para que el escándalo no termine resquebrajando la honorabilidad de los sectores productivos. Son demasiados como para que no se note que era sabido que el banco estaba agonizando por tanto respetable y patricio vampiro.
Lo cierto es que, 31 años después, nadie va a tener que rendir cuenta alguna ante la Justicia. La causa judicial fue declarada prescripta este miércoles 18 por el juez penal de primera instancia, Pablo Busaniche.
Los 16
Para cuando se privatizó el banco, el 73,49% de la cartera de créditos estaba en mora. El 44,9% de todos los préstamos era irrecuperable. La mecánica venía desde tiempos de la dictadura, señala el Infome Nogueras, y era muy simple. Más allá de otorgar créditos a personas o empresas sin un peso, “a pesar de su manifiesta insolvencia se los continuó manteniendo como cartera viva, ya sea con la renovación continua a sus vencimientos, sin mejoras de garantías o demostración de solvencia alguna”.
El total de deudores acumulados desde 1980 a 1997 fue de 5747. El 66% de esos deudores tomaron préstamos entre 1993 y 1995.
Según el Informe, “los fondos otorgados no han ingresado para inversión en las empresas de los deudores sino para cancelar otros pasivos o retiros particulares”. De los 30 principales deudores, 18 no tenían garantías reales para tomar sus préstamos y 12 sí tenían, pero de poca significación.
Y entre esos 30 deudores, las auditorías de las universidades identificaron 16 que fueron los que mayor perjuicio le ocasionaron al banco de todos los santafesinos, gracias a los continuos enjuagues. Menciona además el Informe relaciones entre empresas, empresarios y funcionarios del banco. Esas 16 empresas –y particulares– fueron Agritec SA, Complejo Turístico Piedras Blancas, Florencia SA, Frigorífico Hughes, Industria Aceitera Río Paraná, Lainatti Hnos (vinculados también a Florencia SA), Massey Ferguson, Molino Arrocero San Javier SA, Ospim, Orlando Didier y Sra (vinculados también a Industria Aceitera Río Paraná), Padoan y Cía-Colonia Yatay SA, Sellares SA, Siderurgia del Litoral SA, Vicco Agropecuaria, Welbers, Wultrich SA.
Toda gente bien
Las características de cada caso son muy diferentes. Van algunas muestras y datos. Sus deudas serán presentadas en pesos dólares –recuérdese el 1 a 1– pero sin actualización: si se les hubieran calculado debidamente los intereses, serían mucho más altas
• Un solo deudor, Orlando y Noemí Didier, tenía el 7,5% del total de préstamos. Con el saldo contable congelado a 1991, para el banco debía $33.555.000, pero si se le cobraba el interés promedio, su deuda debió haber ascendido a $110.731.500 para 1997.
• Florencia SA ya no significa mucho en el imaginario público, pero antaño era conocida como “la alcoholera”. La alcoholera producía alcohol para cuando los autos llevaban alconafta. Le quedó debiendo al banco $7.468.247. El primer préstamo, que genera toda la bola, se origina en 1979 para montar la planta misma. Pasó por varios nombres y dueños, la deuda se mantuvo hasta que llegó a manos de los hermanos Luis y Omar Lainatti (los hermanos que aparecen, también y por sí mismos, entre los más dañinos deudores). El propio Informe Nogueras señala que Lainatti Hnos libró fondos de la empresa en favor de dos ex directores del banco y que un perito tasador del banco sobreestimó en seis veces la productividad de la planta. Como sea, el gobernador Víctor Reviglio apoyó a la alcoholera con un decreto en 1989, obligando al Banco darle más créditos.
• Dedicada a la venta de maquinaria agrícola, la deuda de Agritec SA se origina en 1991 por cuatro préstamos para importar cosechadoras. Recibió 1.309.700 dólares. El nombre dice poco, pero se trata de la antigua firma Fiatagri –la línea rural de Fiat–, una de las empresas más representativas del viejo proyecto del parque industrial de Sauce Viejo –hoy restaurado, pero durante años abandonado. Agritec SA también era la propietaria de la aún más célebre estanzuela La Matilde, sede de tantos mitos políticos en las proximidades de Sauce Viejo. Estaba endeudadísima con numerosos bancos, le quedó debiendo al Santa Fe $829.566 (sin actualizar).
• Desde la bajada del Colgante hasta donde hoy termina la Costanera Este hubo un complejo turístico. Allí remataba la aerosilla –montada sobre los pilotes del viejo puente ferroviario de la Setúbal–, para entrar en un artificial entramado con un mini zoológico, bares y bajadas a la playa. La inundación de 1983 hizo estragos en el Complejo Turístico Piedras Blancas, de Miguel y Osvaldo Busaniche, junto a otros dos Busaniche. En 1980 habían recibido un préstamo de 800 mil dólares para construir toda la infraestructura, en 1981 ligaron otro de $2.500 millones de pesos ley (la moneda anterior al Austral). De ahí en más comenzaron diversas bicicleteadas y prórrogas, Piedras Blancas terminó debiéndole al banco 2.333.225 dólares. El propio gobierno de la provincia fue el aval del segundo préstamo. El Informe evalúa que “el Gobierno de la provincia encontró en esta empresa la posibilidad de realizar una Obra considerada necesaria para la ciudad de Santa Fe. A la luz de los resultados obtenidos no podemos decir que se han cumplido los objetivos propuestos, ni que el destino verdadero de los fondos haya sido la ejecución de la citada obra”. El gobierno –que manejaba al banco– avaló un crédito, luego impago, para una obra que no se sabe si se ejecutó completamente.