Un estudio sobre los controles en frutas y verduras del Senasa, entre 2017 y 2019, determinó que la verdura que más agrotóxicos distintos recibe es el pimiento, rociado con 37 sustancias distintas. A veces, el exceso de veneno supera 250 veces los permitido.
La ONG Naturaleza de Derechos realizó un estudio sobre 258 controles en alimentos reconocidos por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) entre 2017 y 2019. En 7869 oportunidades se fueron detectando 80 residuos de agrotóxicos distintos en 48 frutas, verduras y hortalizas de producción nacional y uso corriente. En total se detectaron 37 principios activos distintos en el pimiento, convirtiendo a la deliciosa hortaliza en el alimento con más variedad de agrotóxicos detectados durante ese período. En los controles realizados por Senasa entre 2011 y 2016, también relevados por Naturaleza de Derechos, se habían detectado ocho principios activos: el uso de venenos se incrementó.
El estudio de Naturaleza de Derechos, titulado El veneno continúa llegando al plato, sintetiza los resultados de los controles. En el 48% de los casos en los que se hallaron sustancias en el pimiento, la cantidad de agrotóxico superaba el límite máximo de residuos permitidos. Se fumigan el pimiento a toda rosca. Los mayores excesos: acefato en una dosis 250 veces superior a la permitida, imidacloprid en una dosis 14 veces superior la permitida, metiltiofanato 72 veces por arriba del tope, acetamiprid 28 veces multiplicando el máximo.
El 43% de los agrotóxicos detectados en el pimiento son cancerígenos, el 89% son disruptores endócrinos, el 19% son neurotóxicos.
Entre otros venenos de alto riesgo se detectó acefato (cancelado en Europa en 2003), captan, carbofuram (cancelado en 2007), carbendazim (cancelado en Europa en 2014), cipermetrina, clorotalonil, dimetoato, iprodione, permetrina (cancelado en 2000). Es decir, se rocían nuestros alimentos con sustancias que hace tiempo están prohibidas para los cuerpos del primer mundo.