El presidente reclamó ante la Asamblea General ONU una “reconfiguración de la arquitectura financiera global”. Reiteró la importancia de que “las vacunas contra el COVID-19 deben ser bienes públicos globales”.
El presidente Alberto Fernández reclamó hoy la necesidad de una “reconfiguración de la arquitectura financiera global”, al participar de manera virtual de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde reveló además que “está latente el riesgo de una debacle generalizada de deudas externas en los países en desarrollo”.
Ante el foro multilateral denunció que “América Latina y el Caribe destinan un 57 por ciento de sus exportaciones al pago de servicios de la deuda externa” y expuso la necesidad de establecer “un marco multilateral para la reestructuración de la deuda de los países de renta media”.
Precisó que el caso argentino representa el de “un país que ha sido sometido a un endeudamiento tóxico e irresponsable con el Fondo Monetario Internacional”.
Y continuó: “Para que el mundo tenga una idea de la magnitud de este deudicidio quiero mencionar una cifra. Los recursos aprobados por el Fondo Monetario Internacional a la Argentina en esta deuda insostenible fueron de 57 mil millones de dólares, el equivalente a todo lo que el organismo desembolsó en el año de la pandemia a 85 países del mundo”.
“No hay ninguna racionalidad técnica, ni lógica ética, ni sensibilidad política que pueda justificar semejante aberración. Lo más grande aún es que gran parte de los recursos suministrados a la Argentina han sido fugados del país por una apertura irresponsable de las cuentas de capital”, enfatizó el mandatario.
En ese ámbito, el Presidente manifestó el apoyo de la Argentina al impulso de un acuerdo multilateral inclusivo que tienda al abordaje de las cuestiones referidas a la restructuración de las deudas soberanas, como así también la ampliación y distribución de derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional.
Pero calificó de valiosa, aunque “insuficiente”, la prórroga de la Iniciativa de Suspensión de Servicios de Deuda promovida por el G20, “porque no aborda a fondo la cuestión sobre el alivio y la reestructuración de la insostenibilidad de las deudas”.
Durante su alocución, el mandatario reiteró la importancia de que “las vacunas contra el COVID-19 deben ser bienes públicos globales”.
Y destacó que “Argentina celebra la propuesta en materia de patentes, en el marco de la OMC, con el objeto de contribuir a promover la producción, la competencia y el desarrollo local de las vacunas”.
En esa línea, informó que con políticas públicas “centradas en un decidido apoyo a la investigación y el desarrollo, desde nuestro país hemos logrado integrarnos a las cadenas productivas globales de dos vacunas internacionales, y contamos con una capacidad de producción del ciclo completo que nos permite incorporar nuevos desarrollos”.
“Nuestra humanidad enfrenta el desafío de conjugar un cambio tecnológico exponencial y una degradación ambiental terminal con una mirada de desarrollo humano, integral, y justicia social planetaria”.
Y exhortó: “No se trata de una opción, es solidaridad o extinción. De la triple pandemia de la inequidad global, el cambio climático y el COVID-19 solo saldremos con liderazgos audaces, con ideas innovadoras, y con proyectos”.
En cuanto a la situación económica a nivel global, el jefe de Estado indicó: “Naturalmente, se trata ahora de atender no solo las consecuencias de esta pandemia en términos sanitarios, sino también la reconstrucción de la situación económica y social que va de la mano del cuidado de nuestra casa común que es el planeta”.
En otro punto de su discurso, el mandatario formuló además un pedido a la comunidad internacional para avanzar en la investigación del atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita, ocurrido hace 27 años en la Argentina. “Se continúa la política iniciada en este ámbito en 2003 de requerir a las autoridades de la República Islámica de Irán que cooperen con las autoridades judiciales argentinas”, destacó.
Y reiteró el reclamo argentino ante “sus derechos de soberanía legítimos e imprescriptibles, sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes que integran parte del territorio nacional argentino”.
“Dichos territorios se encuentran ocupados ilegalmente por el Reino Unido desde hace ya más de 188 años. No existe ninguna razón salvo la intención del Reino Unido de mantener la manifiesta e ilegítima situación colonial para que no se retome el diálogo bilateral ya mismo por la cuestión Malvinas”, refirió.
Finalmente, el presidente Fernández repasó algunas de las medidas que el Gobierno argentino impulsó para garantizar la adquisición de derechos de las mujeres, diversidades, personas LGBTIQ+ y otros colectivos, que requieren “un nuevo comienzo en favor de sociedades más justas, inclusivas e igualitarias”.