El 56,5% de los ciudadanos de la capital alemana aprobaron el referendo para expropiar viviendas ociosas que se encuentran en propiedad de empresas privadas. El 80% de los berlineses alquila y estiman que para 2030 la ciudad necesitará al menos 200.000 nuevas propiedades para hacer frente al problema de vivienda.
A raíz de la crisis habitacional que afecta a la capital de Alemania, los berlineses aprobaron ayer el referendo por el cual el Estado avanzará en la expropiación de 240.000 viviendas de alquiler que actualmente están en manos de empresas privadas.
Con 3.380 de 3.763 mesas escrutadas, la postura a favor de la expropiación se impuso con el 56,5% de los votos al “no”, que obtuvo un 38,8%. Asimismo, los votantes que se inclinaron favorablemente lograron superar el piso mínimo requerido para la validación del plebiscito (611.900 votos), al obtener por el momento un total de 717.363 sufragios.
Si bien el referéndum no es vinculante, representa un masivo apoyo en favor de la iniciativa, la cual implicaría la compra de las viviendas expropiadas por parte del Estado con el fin de reducir la especulación inmobiliaria y ofrecer espacios habitacionales a precios más accesibles.
Los ciudadanos de Berlín aprobaron mayoritariamente el referendo para definir si las autoridades de la capital alemana deben expropiar 240.000 viviendas para convertirlas en propiedad pública, en medio de la creciente crisis inmobiliaria. La votación se hizo en paralelo a las elecciones generales que se desarrollaron el mismo día, en las cuales el candidato socialdemócrata Olaf Scholz fue el más votado para suceder a la canciller saliente Angela Merkel.
El proyecto apunta a la elaboración de una ley que permita la compra de lo que denominan empresas inmobiliarias “privadas” y que poseen más de 3.000 viviendas, argumentan que sería compatible con la Constitución alemana en virtud del artículo 15, nunca antes utilizado, que establece que “el suelo, los recursos naturales y los medios de producción pueden ser situados bajo un régimen de propiedad colectiva o de otras formas de gestión colectiva por una ley que fije el modo y el monto de la indemnización”.
De este modo, afirman que las empresas serían indemnizadas a un precio “muy inferior al valor de mercado”, según el portal de la radio y televisión pública alemana Deutsche Welle.
Jakob Hans Hien, abogado de Knauthe, una de las principales inmobiliarias de la capital, consideró que una ley de expropiación no sería aplicable en Berlín y afirmó que el objetivo de ir solo contra las empresas o particulares con 3.000 propiedades o más no tiene ninguna base jurídica.
Además, aseguró que “una indemnización ‘muy por debajo del valor de mercado’ sería inconstitucional” porque “las empresas no solo se verían privadas de su propiedad, sino que también sufrirían un daño económico directo”.
La crisis inmobiliaria se agudizó en los últimos años. Hace cinco años, Berlín se perfilaba para ser la capital de Europa y se posicionaba como una de las ciudades más baratas para vivir, pero fue cercada por la especulación financiera y las empresas comenzaron a comprar espacios para instalar sus sedes.
Actualmente, el 80% de los berlineses alquila y se supone que para el año 2030 la ciudad necesitará al menos 200.000 nuevas propiedades para hacer frente al problema de vivienda.
El miércoles pasado, Berlín dio un segundo paso sobre el problema y compró a las principales inmobiliarias, Deutsche Wohnen y Vonovia, 14.750 viviendas y 450 locales por 2.500 millones de euros (casi 3.000 millones de dólares), con el fin de intervenir en los precios del alquiler.
Estas propiedades serán distribuidas entre las compañías públicas de vivienda de la ciudad y se suman a otras 6.000 casas sociales que habían sido compradas en 2019 a la inmobiliaria Ado Properties.
En este contexto de creciente preocupación, Berlín logró reunir en pocos meses las 175.000 firmas necesarias para realizar el referendo.
Con información de agencias y ambito.com