Es la cara de la lista del gobierno provincial para el Concejo Municipal. En 2015 se convirtió en la principal referencia de Omar Perotti en la ciudad. Desde la vuelta del tren al gasoducto metropolitano, la mirada de Jorgelina Mudallel para estas primarias.
“Nuestro proyecto de ciudad apunta al modelo del gobernador, que es un modelo de producción con un Estado a disposición de la gente. Eso es fundamental, es necesario. Hay muchos problemas que no se resuelven de un día para el otro y necesitamos gente ayudando a la gente. En cada recorrida que hacemos nosotros estamos al servicio de la gente: si no tienen el Boleto Educativo Gratuito, se lo hacemos; si no se vacunaron, los inscribimos; si no tienen Billetera Santa Fe, les hacemos acceder. Cada caminata y cada diálogo con los vecinos es algo largo, porque estamos solucionado problemas. Estar en estos lugares es muy importante, hay que honrarlos. Honrarlos con trabajo”.
Con 33 años, Jorgelina “Jorita” Mudallel ya no es más sólo una cara joven y nueva del peronismo, con la humildad de quien hace sus primeros pasos en la militancia. Tiene dos campañas encima construyéndose como la referencia principal de Omar Perotti en la ciudad. La timidez quedó atrás y no para ni para respirar con la enumeración de las acciones de gobierno y de sus propuestas. Hoy es la cabeza de la lista oficial para el Concejo Municipal, en unas primarias que están signadas por la dispersión de la oferta electoral, que también alcanzó al partido que gobierna la provincia.
–¿Qué pasó?
–No hubo acuerdo de un sector que no quiso entender que se daba una confluencia para acordar una lista del presidente, la vicepresidenta, nuestro gobernador, y municipios y comunas que querían una propuesta que garantizara la continuidad de las dos bancas en el Senado de la Nación. Pertenecemos al movimiento nacional justicialista, entendemos la importancia de los liderazgos y de comprender que el que gana conduce y el que pierde acompaña. Desde que milito, toda mi vida, me toco acompañar, no siempre nos tocó ganar elecciones. Y vamos a hacerlo porque lo que está en juego es el destino de la gente, no los egos personales ni los proyectos individuales. Estamos hablando de proyectos colectivos donde está claro que tenemos que recuperarnos de la crisis y salir de la pandemia.
–La interna tomó calor y se puso picante.
–Veo mucha agresividad, muchas declaraciones que me parecen innecesarias. Lo que hay que priorizar es lo colectivo, el proyecto, lo que queremos para la provincia, la ciudad y el país, que es un sistema basado en la producción y el trabajo, en recuperar el país de un gobierno que basó todo en lo financiero. A esa crisis se sumó la pandemia, que profundizó los problemas que tenemos. Y encima sumar una instancia de no acuerdo, no me parece que es lo que el tiempo demanda. El proceso de internas es legítimo, pero yo no estoy de acuerdo con hablar mal de un compañero, nunca.
Mudallel llegó al Concejo en 2019, suplantando a Marcos Castelló. Afirma que en estos dos años presentó 550 proyectos. “Bombardeamos al Ejecutivo con proyectos y lo acompañamos en las ordenanzas que necesitó, porque lo eligió la gente”, sentencia en uno de los balcones de Casa Grande, su búnker y futuro centro cultural –cuando obtenga la habilitación– en la mística Casa Cingolani, en barrio Candioti.
“No vengo de una familia de herencia o trayectoria política. Cuando me sumé a militar lo hice desde la convicción, de querer cambiar las cosas, desde la militancia total, arrancando con clases de apoyo en San Lorenzo, San Pantaleón, un montón de lugares donde teníamos presencial territorial. También milité antes: estaba en el Movimiento Eucarístico Infantil, en el Colegio Sagrado Corazón fundé el Centro de Estudiantes. Siempre participé. Cuando decidí militar en el peronismo fue resultado de ser parte de la juventud que se sintió interpelada por el mensaje de Néstor, sin dudas. Previo a ese proceso, en la universidad siempre acompañé a Andamio, que era un espacio independiente. Pero me dije: ‘Yo quiero militar en el peronismo, yo me identifico con el proyecto de Néstor, de Cristina’. En 2015 presentamos una lista joven, que se llamaba “Me gusta Santa Fe”. En ese momento le planteamos a Omar que nos acompañe y Omar no lo dudó. A mí él no me conocía, nos encontramos a fines de 2014 para el proceso de armado. Él confió en un montón de pibes que éramos militantes, ninguno era ‘hijo de’ o venía de una familia. Él nos bancó. Ahí empiezo un camino. Para 2017, Marcos Castelló me pide que acompañe su lista. En ese momento Marcos era un emergente, alguien que viene de afuera de la política y que lo critican desde el prejuicio, porque toca cumbia. Marcos siente la vocación social y de servicio, eso es lo que nos une. Esta vez es distinto, porque voy encabezando la lista del gobernador, y para mí es una gran responsabilidad”.
–¿Cuáles son las principales críticas que tenés para la gestión municipal?
–A 20 meses de iniciada, tenemos críticas fuertes. El discurso hoy no puede seguir siendo el de la falta de presupuesto, la falta de focos… A partir del endeudamiento que se otorgó en el último presupuesto se pudo empezar a hacer la refacción de luminarias en algunos barrios. La mayoría de los reclamos a la ciudad hoy tienen que ver con la infraestructura básica del municipio, la falta de atención a sus competencias básicas: el alumbrado, el barrido y la limpieza, desde el vamos. La ciudad convive hoy con basurales y microbasurales a cielo abierto en cada barrio que recorrés, a un nivel nunca antes visto. La recolección de residuos es muy precaria, con un montón de dificultades. La situación del transporte público: el intendente siendo concejal planteó un montón de ejes que hoy, teniendo el poder de ejecutar, no se concretan. Queremos la licitación de transporte público y que sea la mejor opción para los vecinos y no un dolor de cabeza. Las calles en los barrios están detonadas, falta la presencia del municipio con máquinas, nivelando donde no hay pavimento. Hay una necesidad estructural de urbanizar los barrios, trabajando mancomunadamente municipio, provincia y nación. Muchas veces el municipio tiene la lógica de poner un cartel, sin especificar de dónde viene la obra, cuánto es el recurso, el plazo… Simplemente ponen “Trabajamos en el desagüe Espora” y a ese desagüe lo prometieron un montón de personas, pero se concretó por una decisión política de Omar ante el gobierno nacional, que bajó los recursos. Critico la falta de nobleza en los carteles en vía pública o cuando comunican en el interior de los barrios, que no explican de dónde vienen los recursos de las obras. La gente necesita saber que los tres gobiernos trabajan en conjunto. Las plazas que se están inaugurando son del “Argentina Hace”. Está bueno que se diga. Las luces que se están poniendo ahora son resultado de un convenio entre Omar y Jatón, resultado de un pedido explícito que le hice al gobernador. Un convenio de 45 millones de pesos para comprar 1200 focos Led para los barrios. Yo todavía no escuché que Emilio haya dicho que eso es a través de un financiamiento provincial. El discurso es que hoy el municipio sigue con problemas económicos. Y a nivel provincial, también se recibió una provincia con obras inconclusas por doquier, que en campaña se presentaron como grandes logros. El sistema de salud se puso como ejemplo y después con la pandemia quedó evidenciado que no fue así. Está en cada uno llorar eso o afrontarlo. Omar al principio tuvo que tomar decisiones antipáticas, como retrasar el pago a los empleados públicos. La gestión anterior para pagar del 1 al 10 se endeudaba con intereses y eso generaba que la mayor deuda sea de gasto corriente.
–La pandemia determinó dos años complicados para la población y para las gestiones.
–Se ha hecho mucho. En la ciudad de Santa Fe tenemos la presencia de un gobierno provincial y nacional activos, a partir de recursos y de obras, y un acompañamiento al municipio, que no es del mismo color político, y eso se replica en los 365 municipios y comunas. Tenés en todos lados una obra provincial, nacional, un Plan Incluir, alguna presencia del Estado provincial y nacional dando herramientas. Se están haciendo muchísimas obras, se está reactivando la economía. Hay medidas muy importantes, como Billetera Santa Fe, para levantar el consumo interno, o el Boleto Educativo Gratuito, que ahora ampliamos frente a la demanda de sectores que habían quedado afuera como los centros de educación física, las bibliotecas pedagógicas, las cocinas centralizadas y las escuelas de talleres. Recorremos en la ciudad obras como la del Camino Viejo a Esperanza. A esa otra todos se la disputan, pero la realidad es que hubo un proyecto de Ignacio Martínez Kerz en su momento, que es el mismo que usó el municipio, y la decisión de esa obra fue de Omar, fue un compromiso que asumió. Se lo planteó al intendente, se consiguieron los recursos y vos vas hoy a la intersección de Berutti y Menchaca y tenés una revolución de máquinas y de gente laburando. Eso es lo que hay que cambiar, sobre todo en el noreste olvidado y en un montón de barrios, donde en todos se pone presupuesto nacional y provincial.
–El ciclo de elecciones comenzó con muy baja participación. Parece comprensible, dada la magnitud de la crisis y los efectos de la pandemia. ¿Cómo crees que la población está mirando ahora a la política?
–La gente está pasando un momento de crisis con respecto a confiar y creer que van a llegar los soluciones. Yo veo que la gente está como en una forma rara, pero entiende que hay elecciones, comprende que hay que ir a votar. Creo que en Santa Fe va a haber más asistencia que en las provincias donde hubo porcentajes bajos. La gente tiene ganas de crecer y esperanzas de que vamos a mejorar. Yo veo mucho optimismo a la hora de hablar con los vecinos. Cuando ven obra pública en el barrio les genera entusiasmo, porque ven que es la posibilidad de solucionar problemas cotidianos. No me encontré con una recorrida hostil, con gente enojada. Sí con propuestas, para adelante. Acá el impacto de Billetera Santa Fe fue importante, todo el mundo la usa. Las obras que dijimos que íbamos a hacer, las hicimos, el Boleto Educativo lo hicimos. Con Billetera se tomó una decisión clara para reactivar el consumo. Se hizo mucho, aunque no parezca en el contexto de crisis. La ampliación de la planta potabilizadora de agua es una obra de más de cuatro mil millones de pesos para que el servicio llegue a barrios donde nunca llegó el agua potable. El gasoducto metropolitano es otra obra que trae esperanza, porque vamos a llevar gas natural a vecinos del norte de la ciudad que nunca tuvieron, a la costa, a Monte Vera, Arroyo Aguiar. Una obra prometida pero impensada, la gestión anterior había planteado cruzar bulevar, rompiendo 40 cuadras de cemento. Hoy se pensó mejor y se hace en otro lugar, para concretarla. La zona de los polígonos también va a tener gas natural, llamando a la radicación de más empresas. Esos anuncios generan esperanza, la gente dice “Por fin llega esta obra que yo necesito”. Necesitamos resolver problemas estructurales, dar un salto cualitativo.
Propuestas
–¿Qué vas plantear en el Concejo en el caso de que renueves tu banca?
–Yo presenté 550 proyectos. No obtuvimos respuestas por parte del municipio. Esa son mis principales líneas de propuestas. En género es donde más avanzamos porque es un tema transversal a todos los partidos políticos, siempre nos hemos puesto de acuerdo con las concejalas de otros partidos. Obviamente, siempre hay alguna que otra picardía. Yo he presentado proyectos que después aparecen con la firma de otra concejala como primera. En definitiva, lo que importa es que salgan los proyectos. La aplicación de la Ley Micaela en clubes, la capacitación básica en género para el carnet de conducir fueron propuestas que presentamos. Hicimos un trabajo con emprendedores: presentamos un plan de ferias itinerantes. Todas las ferias tienen complicación para llevar adelante su trabajo porque el municipio no les da la bajada de la luz. También tenemos un proyecto de incubadoras para emprendedores, donde se haga seguimiento de los proyectos para que se vuelvan realmente sustentables. El tema de la inseguridad es un flagelo: presentamos un proyecto de paradas seguras, pidiendo iluminación en las paradas de colectivos de forma concreta y precisa. También avanzamos en la colocación de tecnología en esas paradas de colectivo, con la colocación de botones antipánico. Presentamos muchos proyectos vinculados a la producción. Largamos el “Emprender”, junto al Ministerio de Producción, tenemos 25 emprendedoras de la ciudad que se están capacitando. Queremos hacer un trabajo muy cercano con los emprendedores, queremos generar no solo la incubadora sino bajar las políticas públicas del gobierno nacional y provincial, que hay muchas, que en otros tiempos y gestiones no se trabajaron de forma mancomunada. Tenemos un proyecto de medioambiente, como el Sello Verde, que tiene que ver con impulsar a las empresas a que tengan acciones vinculadas al cuidado del ambiente, en distintos niveles, y que el municipio retribuya a partir de las cargas impositivas. Son muchas cosas, siempre en sintonía con el proyecto de nuestro gobernador, apuntando a la producción y el trabajo. Yo en cada recorrida propongo cosas relativas al espacio público, a recuperar espacios y a habitarlos. Hay un gran problema con la vivienda, con la gente que necesita acceder a una vivienda. Hay que generar no sólo políticas para satisfacer esa demanda sino generar espacios públicos que permitan que los barrios y territorios puedan habitar y compartir un lugar de encuentro. Tenemos una deficiencia estructural con el mantenimiento de esos espacios y hay cantidad de lugares que podrían ser ocupados como espacios públicos y hoy no se están ocupando.
–¿Por ejemplo?
–Todo lo que es ahora Menchaca, si no se ocupan hoy esos terrenos con un proyecto de urbanización y recuperación, vas a tener otras complicaciones. Al tener servicios va a haber un crecimiento demográfico no planificado, como pasó en otras partes, que después genera problemas. Hay que atacar de antemano, hay que urbanizar y proyectar espacio público. En barrio Nueva Esperanza hay un baldío donde puede haber plaza, lo mismo en Pompeya. En Villa del Parque no hay espacio físico, pero hay lugares al lado de la vía que se pueden poner en valor y se pueden convertir en espacios públicos. En cada lugar tenés una situación específica que se puede mejorar, sin grandes presupuestos.
–En otra realidad y otro punto de la ciudad está la Estación Belgrano y sus terrenos, que tienen un alto valor inmobiliario. ¿Qué pensás que hay que hacer con esas tierras?
–Ahora vuelve el tren de pasajeros y eso no es un dato menor, es muy importante. El primer tramo va de Laguna Paiva a Santa Fe, 38 kilómetros, y eso va a generar una transformación urbana muy importante. Es un crecimiento muy importante también para Laguna Paiva. Hoy se está dialogando sobre qué destino darle a esos terrenos entre provincia, nación y municipio. Se están pensando distintas alternativas, varias vinculadas a solucionar problemas de acceso a la vivienda. No sólo se trata de recuperar el espacio público: esos terrenos desde que vuelve el tren de pasajeros se pueden pensar desde esa perspectiva, pensar que el tren llegue hasta la Estación Belgrano y, luego, hasta el Puerto, solucionando el problema de la estación de gas que hay en la Avenida Alem. Se están poniendo las vías en condiciones no sólo para el tren pasajeros sino para el circunvalar ferroviario, que va a permitir que el tren de carga deje de pasar por el centro de la ciudad, para que pueda pasar con mayor velocidad y más vagones. El uso de todos los terrenos se va a analizar en función de la vuelta del tren. No se puede definir hoy, porque se está en diálogo.