Neuquén, año 2021. Un padre insultó en forma racista a un pibe de 13 años durante un partido de fútbol y sus compañeros decidieron no salir a jugar el segundo en un acto de solidaridad.
Desde la tribuna de una cancha de fútbol de Neuquén un padre insultó con palabras racistas a un nene de 13 años. Cuando terminó el primer tiempo los compañeros decidieron no salir a jugar en un acto de solidaridad. La Liga que organiza dictaminó que el partido se siga jugando otro día. Mientras tanto, el “10” espera un viaje a La Plata para su gran prueba en Estudiantes.
“Negro boliviano, negro mala leche, sacalo a ese negro de mierda”. Los insultos explotan en una tribuna de la Liga Neuquina. El racismo al palo partió de la boca de un adulto e inmediatamente se convirtió en bronca y tristeza en un niño de 13 años, Jean Pier, un pibe que juega con la “10” en la espalda para el Club Maronese de Neuquén.
El primer fin de semana de septiembre su equipo estaba jugando de local ante Pacífico, y en una jugada más del partido Jean Pier cometió una falta, suficiente para que estallen los insultos de la tribuna visitante. “Inmediatamente después de que mi hijo le cometiera la falta al otro nene empezaron a gritarle ‘negro boliviano, negro mala leche, sacalo a ese negro de mierda”, contó Nadia, la mamá, en diálogo con Pausa. Inmediatamente “los chicos le dicen al árbitro que escuche los insultos, pero el partido se siguió jugando unos tres minutos más, hasta que terminó el primer tiempo”.
El acto más humano no lo tuvieron los adultos, fueron los compañeros del equipo. “En el entretiempo los chicos estaban muy enojados, con mucha bronca, mi hijo estaba llorando en el vestuario y por toda esa situación los nenes deciden no salir a jugar el segundo tiempo y ahí es cuando el partido se suspende”.
Ante esta situación la madre se descargó en las redes para intentar dar con la persona que insultaba y para que la Liga de Fútbol del Neuquén tome medidas. Y acto seguido recurrió al Inadi, pero “al no poder denunciar a una persona física, con nombre y apellido, no me la tomaron, me dijeron que la podría hacer en contra del Club Pacífico, pero yo no pretendo perjudicar al club, quiero que ellos mismos identifiquen al padre responsable”. Al no poder realizar la denuncia la bronca de Nadia crece, “esto me da mucha impotencia, se tapan entre ellos para responsabilizar a la persona que insultaba a mi hijo”, manifestó.
Lamentablemente los insultos discriminatorios ya se habían dado en otras situaciones, “a mí me tocó esta vez con Pacífico, pero esto también nos pasó en otras canchas”, señaló Nadia. “Yo quiero hacer visible esto para que dejen de pasar este tipo de cosas, esto que pasa en tantas canchas no es sano para ninguno de los chicos, y en esa oportunidad yo salgo a defender la integridad de mi hijo”.
El mismo día del partido los compañeros siguieron mostrando todos los rasgos de solidaridad, compañerismo y amistad que genera el deporte. “Los chicos se fueron a casa para estar con Pier, comieron unas hamburguesas y jugaron a la pelota. Los padres de la categoría me mandaron un montón de mensajes de amor y me sentí muy respaldada para contener a mi hijo”, narró.
“Yo creo que entre todos nos tenemos que involucrar para terminar con esta historia de discriminación e insultos tan dolorosa, los padres, la Liga y en este caso el Club Pacífico, que tiene que identificar y responsabilizar a ese padre por lo que hizo. Pero también de una vez por todas se tiene que involucrar toda la sociedad, porque esto pasa en una cancha con los chicos y en muchos lugares más. Quiero concientización en general y con respecto a los chicos del fútbol que los padres los dejen jugar en libertad, que puedan disfrutar mientras ellos van creciendo, que no se les cruce un padre como el de Pacífico, porque eso puede dañar un montón y frustrar una actividad tan linda”.
Lavada de manos
La cobardía del discriminador y las personas adultas que lo rodeaban se acrecienta cada día que pasa sin dar la cara. El refugio en el anonimato los hace más responsables del daño causado en Jean Pier primero y en el resto de sus compañeros después. Mientras tanto, desde el Club Pacífico solamente apareció un comunicado que dice lo siguiente: “1) No nos consta que haya existido el insulto que refieren. 2) De haber ocurrido ese hecho lo repudiamos enérgicamente porque estamos fuertemente comprometidos a desterrar del fútbol tales situaciones y pedimos las disculpas públicas correspondientes. 3) De haber ocurrido este hecho nos ocuparemos de ubicar a el/los responsables para aplicar las sanciones disciplinarias internas previstas en nuestros reglamentos. 3) Por último quedamos sujetos a las actuaciones que disponga el Tribunal de Disciplina de Lifune (Liga de Fútbol del Neuquén).
Agravio oficial
La resolución de la institución que organiza y regula el fútbol de Neuquén estuvo muy lejos de sancionar los agravios discriminatorios para con un menor que juega en su propio torneo. Según expresa en la Resolución N°27/2021, en algunos considerandos destacados, expresa:
“Que tal surge del informe entregado por el árbitro del encuentro, Diego Mendoza, el mismo fue suspendido cuando correspondía jugarse el segundo tiempo y que por los hechos sucedidos en el curso del primer tiempo más concretamente cuando el jugador del club Maronese fue agredido con la expresión “boliviano de mierda” por quien, o quienes, estaban en la tribuna.
Que este hecho se produjo a los 23 minutos de la primera etapa, y luego de que el árbitro habló con jugadores de ambos equipos y posteriormente los técnicos decidieron continuar con el partido y concluir la primera etapa.
Que luego de realizar diversas gestiones para disputar la segunda parte del encuentro, el presidente de Maronese, Hugo Silva, informó que el plantel no estaba en condiciones de salir al campo de juego por la situación en la que se encontraba el agredido y sus compañeros.
Las autoridades del partido reconocen la violencia ejercida desde la tribuna. Uno de los asistentes del árbitro, de apellido Pardo “aclaró que el agravio se escuchó y que provenía de los padres que estaban en la tribuna y que no estaban separados, es decir estaban mezclados locales y visitantes.
Que luego se presenta Hugo Silva por el club Maronese y José Canale por Pacífico, el primero culpa a la hinchada del club Pacífico (padres), y que el insulto existió y vino desde allí. Que Canale niega en absoluto responsabilidad alguna del sector de la hinchada de Pacífico- padres- y que el insulto haya existido de este sector”.
Para la Liga de Fútbol del Neuquén lo importante es que las hinchadas no estaban separadas. Las hinchadas son los familiares de los chicos que van a ver jugar/divertirse, no son un grupo de delincuentes conocidos como “barrabravas”. En este párrafo de la resolución aparece la mayor falta de sentido común y humanidad para con Jean Pear y cualquier otro chico que juegue en la Liga de Neuquén: “Quienes integramos este cuerpo consideramos que no existe duda alguna que el hecho discriminatorio contra el jugador del club Maronese existió, y todos acuerdan que no ocurre lo mismo con la autoría de estos hechos y tal es así que está debidamente probado que no existían separadas las hinchadas de ambos clubes (padres de uno y otro equipo mezclados en una misma tribuna)”.
El Tribunal de Pena resolvió repudiar “todos los agravios y muy en especial los actos y conductas discriminatorias por razones de raza, sexo, etc. y otros insultos”. Sin embargo, determinó que no se aplique ninguna sanción “por el beneficio de la duda”.
Asimismo, el tribunal ordena que se dispute el segundo tiempo del encuentro, oportunamente suspendido, en estadio neutral sin presencia de público, hincha y padres de ninguno de los clubes participantes
Un adulto agravió a un menor, la institución que rige los destinos del fútbol de Neuquén lo reconoce, pero no hizo absolutamente nada para intentar reparar el daño, tan solo dispone que el partido se juegue. O sea, a Jean Pier Montes de Oca lo discriminaron los adultos del Club Pacífico y por si faltaba más, también lo agrede con su postura la Liga de Fútbol del Neuquén.
La otra cara, la de la ilusión
Los días de los Montes de Oca vienen agitados emocionalmente, porque al mismo tiempo que Pier sufría la discriminación en primera persona en Neuquén, convive con la ansiedad de un llamado desde La Plata. El Club Atlético Estudiantes lo espera para una prueba, y por estos días se comprometieron desde la entidad platense que lo iban a llamar para confirmarle los días de arribo a la pensión del club para comenzar con las pruebas.
“A partir del 13 de septiembre estamos en fecha para que Estudiantes nos llame y lo mandemos a Pier y a otro compañerito del club, así que cuando nos digan va a La Plata para hacer esta prueba. Sinceramente son días muy especiales los que estamos viviendo, por un lado, está todo lo feo que tuvimos que atravesar y por el otro la felicidad de esta oportunidad en un club tan importante del país”, contó con mucha emoción Nadia.
Y además le relató a Pausa que estuvieron vendiendo empanadas para sostener económicamente el futuro viaje de su hijo, “toda mi familia nos está dando una gran mano y es muchísima la gente que colaboró para que mi hijo pueda estar listo para viajar a este sueño”.