El candidato a Senador Nacional por el Frente Amplio Progresista, Paco Garibaldi, manifestó manifestó su preocupación sobre la permanencia del cierre de los comedores escolares y "lo perjudicial que esto puede resultar para la nutrición infantil".
El actual concejal y compañero de fórmula de Clara García por el Frente Amplio Progresista para el Senado Nacional, Paco Garibaldi, solicitó al gobierno provincial "que abran los comedores escolares en Santa Fe ya que es insostenible que hasta hoy permanezcan cerrados". "Durante la pandemia, comprensiblemente, se produjeron modificaciones sobre la marcha en la prestación del servicio", sostuvo el edil y agregó: "sin embargo las comunicaciones desde el Ministerio de Educación fueron confusas o inexistentes y esto ocasionó que cada escuela se organizó como pudo con entrega de bolsones alimentarios, siendo en la mayoría de los casos las mismas escuelas las que debieron hacer frente a los gastos de proveedores que el Gobierno Provincial no abonaba. Sucedió también que muchos directivos comenzaron a endeudarse, sin saber cuándo iban a recuperar su dinero, pero pusieron todo para que los chicos tengan para comer".
Los comedores escolares son espacios fundamentales que proporcionan una mejor calidad nutricional y variedad de comidas, con raciones adecuadas para miles de chicos y chicas en toda la provincia que tienen serias dificultades y carencias en sus hogares. Según la Universidad Católica Argentina, el 64,1% de los niños y adolescentes vive en hogares pobres y dos millones de ellos padecieron hambre durante el 2020.
La importancia de la nutrición infantil
En la misma línea, Garibaldi manifestó su preocupación por la poca calidad nutricional de las ayudas alimentarias entregadas por el gobierno: "Estos bolsones alimentarios que se entregaron a las familias de los estudiantes no garantizan de ningún modo una alimentación adecuada y por eso urge restablecer el Servicio de Comedores Escolares, que brinde calidad nutricional a los chicos. Los bolsones son todos iguales, no respetan lo contemplado en las Guías alimentarias, no tienen verduras ni frutas ni cereales y no importa que cantidad de estudiantes tenga la familia o cuantos integrantes tenga, solo se entrega un bolsón para todos".
"Si bien durante la crisis del COVID-19 las infancias no fueron la población de mayor riesgo en contraer la enfermedad, la situación de aislamiento extendida en el tiempo profundizó problemas sociales preexistentes, y sin duda la no asistencia a las escuelas durante más de un año y medio traerá consecuencias educativas, que hoy tal vez aún no podemos dimensionar, como sociales. La malnutrición en edades tempranas tiene consecuencias en el desarrollo de los chicos y chicas, ya que los hace más propensos a desarrollar enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión o anemia y también puede afectar su capacidad para el aprendizaje. Con hambre no se puede pensar", finalizó Garibaldi.