María Claudia Albornoz: “La situación alimentaria es preocupante y urgente”

Foro: Rocío Truchet

Aumento de la pobreza: entrevista a María Claudia Albornoz, vecina de barrio Chalet y militante de La Poderosa.

—¿Cómo llegamos a esta situación?

—Llegamos a esta situación por varios factores. En principio, la situación alimentaria es preocupante y urgente. Cuando empezó la pandemia, en el comedor de La Poderosa de barrio Chalet, comenzamos distribuyendo comida para 100 familias; hoy estamos casi en 300. Esto indica claramente cómo subió la demanda por la necesidad tan tremenda de alimentos. Ese dato muestra también lo que dice la vicepresidenta de la Nación cuando habla del 2% que no se ejecutó del gasto social. Ahí hubo recortes, que creemos o intuimos que tienen que ver con la negociación con el FMI. Entonces, si el gasto social no se ejecutó en su totalidad y se ejecutó la mitad, nosotros vemos que la comida que tenía que llegar a los barrios populares y a las villas del país, no llegó. Y las personas que tenemos que hacer maravillas somos las vecinas y los vecinos que estamos cocinando en los comedores populares.

Otro dato importante es que se hizo una actualización de los programas sociales, sobre todo el Potenciar, recién en julio de este año. Y esa actualización fue muy compleja porque se necesita un teléfono que pueda bajar una aplicación como Mi Argentina y muchos vecinos y vecinas terminaron cobrando 7000 pesos de ese plan, sin ninguna actualización, algo que es absolutamente insuficiente.

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—¿Cómo pegó la pandemia en los barrios más humildes?

—Muchos dicen que los sectores populares, los empobrecidos y las empobrecidas, votan con el bolsillo. Y sí, como vota todo el mundo, no somos los únicos. Los sectores medios y los más enriquecidos también votan con el bolsillo. Me parece que la deducción más clara que podemos hacer es que un gobierno que venía diciendo que la prioridad eran los sectores populares, terminó no otorgando los beneficios que tienen que ver con los derechos a la alimentación, la urbanización y el derecho a un salario digno para aquellas vecinas que, en medio de la pandemia, siguieron cocinando para todos los barrios que estaban hambreados porque no podían salir a trabajar y porque había que quedarse adentro. Y terminamos en esta situación de absoluta desesperación porque no hay qué comer y no hay trabajo, eso es un callejón sin salida.

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