El Movimiento Los Sin Techo propone que el Estado salde la distancia entre los ingresos de las familias indigentes y el monto de la canasta alimentaria.
Por Manuel Parola (*)
El Movimiento Los Sin Techo, una organización con presencia en los barrios de la ciudad de Santa Fe, presentó un proyecto en la Legislatura provincial para que, desde el Estado, se le asegure la superación de la línea de la indigencia a aquellas personas cuyos ingresos no llegan a cubrir la Canasta Básica de Alimentos. La propuesta consiste en otorgarle una tarjeta individual con un saldo que cubra la brecha entre lo ya percibido a través de las Asignaciones Universales por Hijo y la Tarjeta Alimentar que la Nación otorga desde el comienzo del año pasado.
La iniciativa propone que el Estado provincial entregue una tarjeta alimentaria propia que cubra la diferencia existente entre los ingresos promedios registrados por mes en las familias indigentes, el cual el Movimiento Los Sin Techo ubica en 17 mil pesos, y la línea de la indigencia, la cual establece el monto mínimo necesario para que una familia tipo pueda alimentarse. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos ubicó este último en los $26.900, mientras que las autoridades del MLST la colocan un poco más arriba en el territorio santafesino: en la provincia son necesarios 29 mil pesos para no ser indigente y cubrir el costo de una alimentación regular y saludable.
Según José Ambrosino, titular de la organización, la mayoría de la gente que visitan tiene dos ingresos seguros mayoritariamente: la Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentaria de la Nación. Ambrosino detalla que, entre ambos beneficios del Estado, las familias perciben un total de 17 mil pesos: las familias con dos hijos reciben un total de 8 mil pesos por la AUH (debido a que se les resta el 20% del monto total de $5.063 por hijo, hasta presentar la documentación del estado de escolaridad y sanidad de los menores), mientras que la Tarjeta “le habilita una capacidad de compra de 9 mil pesos”. Es decir, el faltante para cubrir la Canasta Alimentaria es de 13 mil pesos: para Ambrosino “esa grieta que tendría que ingresarse no en plata, sino en una tarjeta alimentaria provincial que le permita a la gente tener la capacidad de compra para surtirse de los alimentos”.
El dirigente hace hincapié en que el gobierno provincial ha hecho aportes muy valiosos para los sectores medios, pero no así en las clases más pobres y desprotegidas. “Nosotros no hacemos la propuesta económica, hacemos la propuesta de necesidad social. Sabemos que la propuesta económica se está ejecutando con la clase media y con la Billetera Santa Fe. Lo que pedimos en nombre de todos los más pobres de la provincia es que esa capacidad de trabajo también llegue a los más pobres ¿Qué pretendemos nosotros? Que esa misma facilidad que tiene esa clase media alta se les conceda a las clases bajas, a los sectores indigentes, que son los más comprometidos inyectandole así como las familias de clase media alta con la billetera saca 10 mil pesos (5 mil de reintegro por padre), la gente pobre y más humilde tendría que inyectarle la capacidad de compra de 13 mil pesos”, analizó.
Según el INDEC, el Gran Santa Fe registró una población de 56 mil personas que no llegan a cubrir el costo de la canasta alimentaria. En contrapunto, la organización que lidera Ambrosino detecta una población de 90 mil personas, sólo en la ciudad de Santa Fe, que no pueden garantizarse una alimentación regular y saludable.
En cuanto a lo técnico, el dirigente del Movimiento indica que “no hay que hacer un censo alimentario ni ver qué casa es indigente y cuál no”, sino que la herramienta para poder asignar las tarjetas alimentarias propuestas por la organización sean los padrones de la Asignación Universal Por Hijo: “Se tiene que tomar ese padrón y a los que cobran la AUH, que son familias que van desde uno a cinco, donde la mayoría, el 93%, está entre uno y tres hijos. A esas asignaciones universales, hay que indexarle una tarjeta alimentaria santafecina que le dé la capacidad de compra de 13 mil pesos más”.
Al ser consultado sobre la perspectiva generada en los barrios por el programa de conversión de planes sociales en trabajos genuinos, Ambrosino dice que, si bien la iniciativa tuvo un buen recibimiento, explicó: “No hay que abusarse del tema del trabajo porque el trabajo es una cosa seria, no es inmediata. El mundo pobre quiere trabajar, pero a veces no hay (oferta laboral). Entonces, lo que quiere, por lo menos, tener una tranquilidad en la parte de la alimentación fundamentalmente para los chicos para que el cerebro se desarrolle normalmente y después, las changas que haya y si se cambian algunos planes por trabajo enhorabuena”. Dicho esto, el titular del MLST aclara que en la ciudad de Santa Fe no hay una concentración significativa de beneficiarios de planes sociales como para derivar en un cambio de impacto en la población pobre e indigente de la capital provincial. “Los años que estuvo el gobierno socialista, la ciudad no tuvo mucho acceso a los planes sociales. Acá, en la indigencia, lo único que prevalece es la asignación universal y la Tarjeta Alimentaria. Y eso no se puede cambiar por trabajo porque eso está instaurado como una necesidad básica”, evaluó.
El martes 19 de octubre, la titular de la ANSES, Fernanda Raverta, anunció que el monto de la Tarjeta Alimentar será depositada en conjunto, en la misma cuenta y en el mismo día que la Asignación Universal por Hijo, con el beneficio de que el dinero de la Tarjeta podrá ser retirado directamente del cajero, y con ello poder ser usufructuado en comercios minoristas y de cercanía, ya no sólo en las grandes cadenas registradas por el gobierno nacional.
La indigencia en números
Según el último registro del INDEC, a nivel nacional la indigencia afecta a 3.087.427 personas, es decir el 10,7% de la población argentina. Sólo en Gran Rosario y en Gran Santa Fe, casi 200 mil personas no llegan a ganar lo suficiente para poder comer. El organismo nacional indica que la CBA se ubica en los $26.900 mensuales, pero desde el Movimiento Los Sin Techo advierten que el mínimo para no ser indigente en la provincia llega a los 29 mil pesos mensuales. Según José Ambrosino, “la indigencia le marca que, para comer, una familia tipo tiene que tener 29.060 (pesos), y la línea de pobreza da 70 mil pesos en Santa Fe”. En ese sentido, indicó: “Nosotros pretendemos que el Estado asegure la primera línea de alimentación, para que después la persona con sus changas, con sus trabajos, con todo lo que da la pobreza, siga ascendiendo en la escala hasta llegar a los 70 mil” para poder salir de ella.
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En cuanto al análisis de los grupos de edad, 6 de cada 10 personas (63,8%) en situación de indigencia no superan los 30 años, siendo el grupo más afectado por el despojo y el hambre en el país.
(*) Fuente: elciudadanoweb.com