La medida comenzará a regir este lunes y será por 20 días para intentar controlar una cuarta ola de coronavirus. Desde el gobierno austríaco impulsan una ley para que la vacunación sea obligatoria a partir de febrero, ya que la tasa de vacunados con esquema completo en el país está entre las más bajas en Europa.
Desde este lunes Austria volverá al aislamiento como una de las medidas de su gobierno para controlar una nueva ola de corornavirus, la cuarta, que azota al país. Será el cuarto confinamiento para los austriacos desde que comenzó la pandemia.
Además, el Ejecutivo impulsará una ley para que la vacunación sea obligatoria a partir de febrero próximo. La tasa de inmunización en Austria se sitúa en torno al 66%, una de las más bajas en Europa occidental. “Es una decisión difícil, pero la situación es seria y hay que tomar medidas para todos”, ha afirmado el canciller Alexander Schallenberg, quien estos últimos días se resistía a adoptar esta decisión, y que ha insistido una vez más en que “la vacunación es el único camino para salir de este círculo vicioso”.
Este nuevo aislamiento implicará que solo se podrá salir de los domicilios para comprar alimentos, ir a la farmacia, a trabajar si es necesario ―se pide a las empresas que faciliten el teletrabajo―, cumplir con trámites administrativos no aplazables, dar un paseo o visitar y cuidar a familiares enfermos. Los comercios no esenciales y la gastronomía deberán cerrar, mientras que las escuelas permanecerán abiertas, pero se pide a los padres que en lo posible mantengan a los niños en casa y que estudien a distancia.
Las autoridades sanitarias también indicaron que se impondrá el uso de mascarilla FFP2 en todos los espacios cerrados y se acelerará la vacunación con terceras dosis, a los cuatro meses de la primera. A partir del 13 de diciembre los que aún se resistan a vacunarse deberán seguir confinados, mientras que el resto podrá retomar la actividad normal limitada a las restricciones actuales, que ya implican tener el pasaporte covid (vacunados o curados) para entrar en restaurantes, cines o comercios no esenciales.
Austria se convierte así en el primer país de la Unión Europe que regresa a la medida extrema del confinamiento para intentar cortar una ola de covid, al tiempo que impulsa el debate sobre la vacunación obligatoria, barajada ya en el país para el personal sanitario. Schallenberg recordó que hay “fuerzas políticas que luchan contra la vacunación”, en referencia indirecta a la ultraderecha, algo que ha calificado de “irresponsable”. “Es un atentado al sistema sanitario”, señaló el dirigente, al tiempo que ha subrayado que la negativa a recibir las vacunas ha llevado a que se desborden las unidades de cuidados intensivos y a “un gran sufrimiento humano”.
Con información de El País