El club rosarino avanza con medidas históricas: rescisión de contratos por violencia de género y cupo laboral trans. La dirigencia “Canalla” busca prevenir la violencia machista y construir un club igualitario.
Aunque la historia no te tira un solo dato contundente, la leyenda ciudadana que divide a Rosario en dos apodos, “la Lepra” y “el Canalla”, dice que todo surgió cuando el Hospital Carrasco realizó una invitación a los dos equipos para disputar un partido a beneficio del efector de salud que combatía el Mal de Hensen (lepra). Newell’s Old Boys había aceptado la propuesta, pero Rosario Central no. Desde aquel hecho incomprobable, uno fue “el leproso” y el otro “el canalla”.
Más allá de aquel acontecimiento fundacional de los apodos, hoy Rosario Central escribe el presente y genera un mejor futuro con una historia que deja en otra vereda a cualquier acto canallesco. Hoy Central abraza otro gran paso de inclusión, de igualdad, de trabajo y de lucha para terminar con la violencia.
Desde Rosario, la colega Bianca Ossola, adelantó en el diario El Ciudadano que en el marco del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, Central presentó el Proyecto Noviembre 4, una iniciativa que busca desde diferentes actividades prevenir la violencia machista y construir un club libre e igualitario.
Lo más destacado de este proyecto, que se presentó en el Salón Centenario del estadio Gigante de Arroyito, fue el anuncio de la incorporación de la cláusula de rescisión de contratos para futbolistas y deportistas profesionales en caso de estar denunciados por violencia de género. El vicepresidente auriazul, Ricardo Carloni, fue uno de los encargados de hablar con Futbolistas Agremiados Argentinos para incorporar la cláusula a los futuros contratos.
Otro de los puntos trascendentes que anunciaron desde el club de Arroyito, que se llevó todos los aplausos y la emoción de las personas presentes, fue la confirmación de la adhesión por parte de Central al cupo laboral trans. Cupo que fue fijado por el gobierno nacional por decreto y que entró en vigencia en 2020. La misma política se reguló por ley a nivel provincial en 2019.
“Es muy importante, esto genera que la institución realmente dé un paso muy grande en relación a la política de género. Esperamos que muchos más clubes se sumen”, confiaron desde la Secretaría de Género y Diversidad del club.
El cambio central
Pablo Facciuto, dirigente y responsable político de Recursos Humanos del Club Atlético Rosario Central, dialogó con Pausa acerca de todos los avances sociales que viene dando la entidad desde hace varios años.
—¿Central está haciendo historia con este tipo de medidas?
—Sí, son medidas disruptivas y positivas, enmarcadas en el trabajo realizado desde hace siete años en nuestra institución por la Secretaría de Género y Diversidad. Desde ese espacio se busca modificar la desigualdad de género existente y prevenir las violencias que genera.
—¿Desde cuándo y por qué el club tomó ese rumbo?
—Cuando asume la comisión actual, año 2014, se constituye la Subsecretaría de la Mujer. En la renovación de mandatos, año 2018, toma rango de Secretaría, cambiando su nombre a Secretaría de Género y Diversidad. En las instituciones deportivas como la nuestra, donde el deporte principal es el fútbol, se observan expresiones y reproducción de roles y estereotipos con un fuerte mandato de la cultura patriarcal. La reproducción de esos mandatos y la violencia que suponen obstaculizan e impiden, en muchos casos, el acceso, la permanencia y la participación de mujeres y diversidades en el deporte y en la institución. Desde este espacio, en consonancia con las transformaciones sociales, se trabaja en la promoción de los derechos y la prevención de actos violentos hacia las mujeres y las diversidades.
En conversación con Pausa, el dirigente se extendió: “Entendiendo que nuestra institución no solamente es deportiva, a su vez entre sus objetivos tiene una fuerte función social y popular, no puede quedar ajena a la realidad y debe actuar en consonancia, promoviendo las tolerancias, el respeto, convivencias e integración de la sociedad en su conjunto sin distinción de sexo o género. La adhesión al cupo laboral travesti–trans es una medida positiva de inclusión de actores que durante años fueron excluidos de la institución por su orientación sexual, y ahora permitirá repensar las practicas institucionales.
—¿Es posible que otros clubes de la provincia y del país tomen medidas similares?
—Creo que, en los ámbitos deportivos, principalmente en el fútbol, el pensamiento mayoritario es ganar el domingo como sea. Como instituciones sociales no podemos dejar de ver nuestro contexto y actuar en consonancia para modificarlos. Hay que ganar el domingo, pero también ganar como instituciones sociales. Tenemos que escuchar las exigencias del colectivo de mujeres y diversidad, cuestionando nuestros roles y actuando en consecuencia. Deseo que más instituciones se acoplen a estas medidas y que poco a poco esto deje de ser noticia y seamos instituciones que respeten y logren convivir en sus diferencias.
Después de Tobio
El ambiente del fútbol tuvo un triste antecedente con el comúnmente denominado “Caso Tobio” (2018). El futbolista Fernando Tobio (hoy en Estudiantes de La Plata) que jugaba en la Primera División de Central insultó y agredió a una mujer a la salida de un bar de la ciudad de Rosario. Toda la secuencia de violencia quedó registrada en una filmación de un celular.
Rosario Central es el primer club argentino con cupo laboral travesti trans
Fue el propio Facciuto quien trajo al presente este caso bisagra en la temática de género. “Producto de este acto recuerdo que la mayoría de la sociedad repudió el hecho y el club tomó decisiones, que fueron aplicarle a Tobio una multa económica y con ese dinero comenzaron las acciones de prevención sobre violencia de género, y una de las primeras medidas que se tomaron fue la de realizar una jornada de sensibilización junto a sus compañeros del plantel (dictada por el Instituto de la Mujer de la Municipalidad de Rosario). Además, con ese dinero la institución intensificó la formación y educación en esa materia en las Divisiones Inferiores”.
Facciuto recuerda con orgullo y lanza un deseo a futuro: “Esas acciones que Central comenzó a realizar en 2018 fueron viralizadas y replicadas por casi todos los clubes; ojalá que ahora, con esta nueva medida que hemos adoptado, suceda lo mismo”.
Fútbol femenino
Entre tantos cambios que proyecta y logra Rosario Central, también hay que destacar que el club rosarino es el único del “interior del país” que compite en el torneo de Primera División de fútbol femenino semiprofesional que organiza la Asociación del Fútbol Argentino.
Vale recordar que esa participación de Central se enmarca en una de las luchas más importantes que han dado las mujeres en la historia del deporte argentino. Luego de décadas de discriminación, amateurismo total y visibilidad cero de la actividad, desde el 2019 el fútbol femenino logró que todos los clubes que compitan en Primera División de AFA tengan contratos económicos con cierta cantidad de jugadoras del plantel.
Rosario Central logró el objetivo de meterse en Primera División, cumplir con la firma de los contratos (la mitad del plantel), pero por sobre todas las cosas tiene el gran logro de viajar dos veces al mes a Buenos Aires para enfrentar a sus rivales. En un campeonato de neto corte porteño, la dirigencia de Central tuvo el gesto político de dar ese gran paso para darle competitividad, igualdad y un toque de federalismo a la disciplina.