A principios de año, cuando el periodismo político y la sociedad se concentraban en una inflación de entre 3 y 4 puntos promedio, la campaña presidencial de Sergio Massa se apuntalaba en su proyecto para modificar ganancias y asistíamos la victoria cultural del macrismo con la apertura de escuelas a la presencialidad, el Perro, el querido y odiado Horacio Verbitsky se cargó al ministro de Salud Ginés González García exponiendo lo que luego fue conocido como el escándalo de los vacunatorios VIP. ¿Fue una operación o un descuido?
Leé la nota completa: