Comparamos el aumento de los precios al consumidor y el de los salarios para saber cuánto poder adquisitivo perdiste durante las gestiones de Mauricio Macri y de Alberto Fernández. Extra: un corolario electoral (en favor de Cambiemos).
Más allá del crecimiento del empleo y la caída de la desocupación, los mortales que juntan un mango laburando ven cómo desde hace muchos, muchos años que el salario viene para atrás. Sobre todo desde 2017 a la fecha. Quizá cueste recordar cómo estábamos antes del macrismo, pero una cifra sirve para armar un panorama: desde diciembre de 2015 para acá, los trabajadores privados registrados perdieron el 16,9% de su poder adquisitivo y los públicos el 22,7%. Es como si, a valores de 2015, a los privados le hubieran sacado el aguinaldo y el sueldo de diciembre y a los públicos el aguinaldo, diciembre y la mayor parte de noviembre.
La caída no fue pareja. Si bien durante la gestión Macri nunca el poder adquisitivo llegó a los niveles de noviembre de 2015, la mayor pérdida del poder adquisitivo se produce entre 2017 y 2019. De hecho, durante el macrismo el poder adquisitivo se recuperó notablemente en las proximidades de la elección de 2017, que el oficialismo ganó. Luego, el poder adquisitivo cayó abruptamente.
La gestión de Macri terminó con una caída del 19,1% del poder adquisitivo de los privados registrados y de 21,8% de los públicos.
Pandemia mediante, en la gestión de Alberto Fernández no se recuperó el poder adquisitivo, sino que cayó más, aunque muy poquito. Pero ese poquito que se perdió fue en las proximidades de las elecciones de medio término, en las que el Frente de Todos fue derrotado. De hecho, durante 2020 los privados, registrados y no registrados, tuvieron una recuperación salarial (aquellos que retuvieron su trabajo en el marco de la pandemia)
Actualmente, la mayor pérdida de poder adquisitivo durante la gestión de Fernández se observa en quienes tienen salarios no registrados, que acusaron el impacto de la segunda ola. Pero son los trabajadores públicos fueron los que más poder adquisitivo perdieron durante más tiempo, sobre todo desde junio de 2020. Los privados registrados son la excepción: desde julio de 2021 que su poder adquisitivo es superior al de diciembre de 2019.
Una cosa es perder poder adquisitivo con ingresos en blanco por arriba de los cien mil pesos y otra cosa es perder poder adquisitivo con ingresos irregulares por facturación que en promedio no superan los cincuenta mil pesos por mes. En un caso, se deja de comprar fiambre caro, en el otro se cae en la pobreza.
Como sea, durante la gestión de Alberto Fernández el poder adquisitivo no cayó con la misma brutalidad que durante la gestión de Mauricio Macri, pero tampoco se recuperó en general. Sólo los privados exhiben una mejora imperceptible. Es prácticamente imposible que en los años que faltan se pueda reparar el daño, en comparación con 2015. Así luce la brecha entre lo que subieron los precios y los salarios desde noviembre 2015 a la fecha.
Un gobierno que llegó al poder prometiendo mayor consumo al menos debería terminar con un evidente porcentaje positivo de crecimiento del salario real. Habrá que ver qué pasa en los próximos dos años (casi) sin pandemia y con (seguro) acuerdo con el FMI.