Científicos alertaron que, a causa del calentamiento global, se está dando un crecimiento "peligrosamente rápido" del metano atmosférico, que es un gas que, justamente, acelera el calentamiento global.
Un artículo publicado en Nature advierte que las concentraciones globales de metano a octubre de 2021 se elevaron a más de 1900 partes cada mil millones, triplicando los niveles preindustriales. Junto con el dióxido de carbono, el metano es uno de los principales causantes del calentamiento global. Desde 2007, las cantidades de ese gas se dispararon ya que parece que el propio calentamiento global estaría retroalimentando las emisiones. El metano mucho más potente que el dióxido de carbono en la producción del efecto invernadero.
Los investigadores temen que el calentamiento global en sí mismo esté detrás del rápido aumento de las cantidades de metano. Se trataría de un fenómeno de retroalimentación que dificultaría aún más el objetivo de controlar el ascenso de las temperaturas. “Los niveles de metano están creciendo peligrosamente rápido”, refirió Euan Nisbet, del departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Londres, a Nature.
A diferencia de lo que sucede con las emisiones de carbono, que provienen sobre todo del uso de combustibles fósiles, las principales fuentes del metano fueron variando con el tiempo. Desde el inicio de la revolución industrial, los aumentos en las cantidades de metano se explicaron por la liberación de gases atrapados en las profundidades de la tierra como resultado de la extracción de combustibles fósiles. Pero, a partir de 2007, se aceleró el crecimiento de las emisiones de metano provenientes de la hiperactividad de microbios que expulsan metano en los humedales, a causa del propio calentamiento global, y la actividad microbiana en el sistema digestivo de la hacienda (el famoso efecto de los pedos de vaca en la crisis climática).
Xin Lan, de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, estimó que, desde 2007, la extracción de combustibles fósiles explica apenas el 15% del aumento de las emisiones de metano, mientras que la actividad microbiana representa el 85% restante.
Esto no quiere decir, no obstante, que la actividad humana esté exenta de responsabilidades: el 62% de las emisiones de metano entre 2007 y 2016, según el trabajo de Lan, se deben al ganado, los desechos agropecuarios, los basurales y la extracción de combustibles fósiles.
Sin embargo, las emisiones más preocupantes son aquellas que provienen desde los humedales tropicales, que ocupan el primer lugar, por encima de la producción de combustibles fósiles. Representan más del 25% de las emisiones anuales y son resultado de la creciente descomposición de materia orgánica en los humedales. A medida que aumenta la temperatura, más descomposición orgánica hay en los humedales, lo cual produce más metano, lo que aumenta más la temperatura, y así.
“¿El calentamiento está alimentando al calentamiento? Es una pregunta increíblemente importante”, dice Nisbet. "Hasta el momento, no hay respuesta, pero parece que es así".