El diputado Carlos Cisneros dijo: "Tenemos un plan de gobierno, lo que no tenemos y no contemplamos es un plan de ajuste". La veracidad de esa afirmación depende del punto de comparación.
El ajuste ya se produjo entre 2016-2019, lo que el acuerdo limita es la posibilidad de recuperación y, en todo caso, convalida la distribución del ingreso generada en la gestión de Cambiemos, aunque no en su peor momento.
La distribución del ingreso puede asociarse a la evolución de los precios básicos de una economía. Son esencialmente dos: los salarios y el dólar. Ambos precios determinan un esquema de generación y de reparto de riqueza. Podemos agregar un tercer precio básico que son las tarifas. Los posibles tipos de crecimiento de una economía, el bienestar de su clase trabajadora, las actividades favorecidas, etcétera, están asociados a la evolución de estos tres precios.
El acuerdo con el fondo contempla la evolución de ellos. Asume que los salarios reales crezcan a la tasa de crecimiento del PBI (cerca del 3% los primeros años, por debajo de 2% luego), que las tarifas tienen que moverse con los salarios y los precios (se permite un pequeño retraso tarifario más, ya que las subas estarían un 20% por debajo del aumento salarial), y que el dólar se deberá mover con la inflación, por lo que se mantendrá en el nivel real actual.
Veamos qué escenarios distributivos provee el acuerdo
Salario Real: El acuerdo permite que los salarios reales crezcan al ritmo del PBI. Actualmente se encuentran al nivel del año 2003, con el crecimiento previsto podrán llegar al nivel de 2005 (un valor similar al promedio 2018-2019).
Dólar: el valor real del dólar se encuentra al nivel del período 2016-2018 y según el acuerdo con el FMI debería mantenerse allí (seguir a la inflación).
Tarifas (gas): el precio del gas pagado por los usuarios se encuentra en un nivel real similar al de 2017. Sólo se permite que se reduzca algunos puntos más.
A modo de conclusión, podríamos decir que el acuerdo consolida la distribución del ingreso que se generó después de los fuertes ajustes del gobierno de Macri, pero antes de la crisis final de su gobierno.
*Por Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía