En la madrugada del viernes, la Cámara de Diputados aprobó y giró al Senado el proyecto de ley que respalda al Acuerdo de Facilidades Extendidas entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional.
El proyecto contó con el voto a favor de 202 legisladores, mientras que fueron 37 los que votaron por en contra y 13 se abstuvieron. Los votos positivos estuvieron compuestos por una mayoría de legisladores del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio, además del interbloque Federal y Provincias Unidas, que también aportaron porotos, en tanto que la izquierda y los libertarios estuvieron entre los 37 que fallaron en contra.
La sesión, que empezó pasadas las 14 del jueves con 129 diputados presentes en el recinto y no fue perturbada por los incidentes generados fuera del Congreso por un grupo de manifestantes, duró más de 13 horas y terminó a las 3.45 de la madrugada de este viernes.
El acuerdo sobre el texto fue el fruto de varias reuniones desarrolladas durante toda la jornada entre representantes del oficialismo y de otros bloques opositores. El dictamen obtuvo el respaldo de casi 80 firmas de integrantes de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas, a partir de los avales del Frente de Todos (FdT), Juntos por el Cambio (JxC), el interbloque Federal y Provincias Unidas.
Minutos después de que comenzara la sesión, un grupo de manifestantes de izquierda que se movilizó a la plaza empezó a tirar piedras y a quemar gomas en los alrededores, tras lo cual la Policía de la ciudad de Buenos Aires armó un escudo frente al edificio del Congreso para reprimir a los manifestantes: el saldo fue de cinco policías heridos y un protestante detenido.
El debate
En la primera exposición, el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller (FdT), aseguró que "este gobierno, por sus principios, jamás hubiera recurrido al FMI sino que recibió una autentica bomba de tiempo y debió sentarse a negociar" con el organismo internacional. Heller sostuvo que en el acuerdo "no se respetan los típicos aspectos de la ortodoxia que han primado en otros entendimientos" aunque dijo que "no hay nada que festejar".
El stand by acordado en el 2018 tiene plazos visiblemente incumplibles
Por su parte, el santafesino Germán Martínez dijo, durante su primer discurso como presidente del bloque oficialista: “Vamos a encarar el problema de la deuda externa, no hay pagos de deuda que se puedan sostener si el país no crece. Buscaremos una relación constructiva con el Fondo Monetario Internacional y nuestros acreedores. El país tiene voluntad de pagar, pero carece de posibilidad de hacerlo”.
A continuación, Martínez aclaró (respondiendo a lo aludido por los libertarios) que “no es correcto que la deuda es hija del déficit. Esta deuda con el Fondo Monetario Internacional es hija de una profunda crisis en la balanza de pago que se da cuando vos tenés muchos más que demandan dólares que los dólares que tenés para ofrecer”.
Entre las primeras exposiciones, la diputada nacional por el FdT de la provincia de Buenos Aires, Alicia Aparicio, dijo que "no hay nada que festejar" y agregó: "Hoy no habrá ganadores".
La legisladora elogió la decisión del presidente Alberto Fernández de enviar el acuerdo al Congreso porque "le devuelve al Poder Legislativo su facultad en la materia y otorga mayor institucionalidad" y aseguró que “este acuerdo es el único posible ante las circunstancias que hoy vive la Argentina”.
El apoyo de JxC
Los principales referentes de JxC respaldaron el proyecto de Acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, al tiempo que cuestionaron al FdT por su falta de cohesión para aprobar la iniciativa y por el programa económico que presentó para cumplir con los objetivos.
El titular de la bancada radical, Mario Negri, remarcó, dirigiéndose al FdT: "Tengan la tranquilidad, nosotros no estamos para cogobernar, nosotros no estamos para ser una rueda de auxilio todos los días. Nosotros venimos y acompañamos cuando lo que esta en peligro, es la gente, de lo otro se harán cargo ustedes como Gobierno".
"Nosotros estamos acá para ayudar al país. No para cogobernar con el oficialismo. Porque miren este recinto: hay zonas bastante raleadas en este recinto. Hay fractura política en el Frente de Todos. Si no fuera por Juntos por el Cambio hoy se festejaría otro default, otra tragedia para los argentinos", agregó.
Soñando con una alternancia de fuerza gobernante para el próximo mandato, enfatizó: "Ya vendrá un gobierno más responsable con una sociedad con más conciencia para resolver lo que ustedes dejaron".
Por el PRO, su jefe parlamentario Luciano Laspina remarcó: "Votamos esto porque no queremos integrar el club de países en default; ya que es una irresponsabilidad asumir un Gobierno y plantearse en una situación como esta en una posición de estudiantina".
"Nosotros no podemos hacer nada para que el gobierno no implemente su política económica, ni aunque votemos hoy en contra", aclaró. Para el diputado santafesino del PRO, "la deuda es hija del déficit, cuando llego este gobierno" y "en este Parlamento se legisló durante años como si el Estado tuviese bolsillo de payaso".
En tanto el puntano Claudio Poggi, con monobloque dentro de JxC, apuntó: "Esta Cámara habilitará, si se quiere, el mal menor que es patear el vencimiento para más adelante. Es menor en comparación con el mal mayor que significa no pagar, quedar en mora en el mercado internacional".
En otro pasaje de su alocución, Poggi expresó que el acuerdo es "un nuevo crédito con el FMI para pagar el crédito anterior, que se tomó en el año 2018, que a su vez ese crédito en 2018 se había tomado para pagar otro crédito anterior y ese crédito anterior se había tomado para pagar otros créditos anteriores". Según el chequeo en tiempo real entre Pausa y el Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía, esto es falso.
Entre las manifestaciones en contra, el republicano Ricardo López Murphy, con monobloque dentro de JxC, arremetió: "Atravesamos una situación compleja, la impericia e ineptitud del Gobierno nos ha llevado a tener que decidir, a pocos días del vencimiento, un acuerdo con el FMI y los organismos multilaterales, que debió haber sucedido hace mucho tiempo".
Otro sector que se expresó en contra fue la izquierda: "El Frente de Todos y Juntos por el Cambio también son corresponsables y copartícipes de la estafa a la que están nuevamente sometiendo a la Argentina. Vamos a seguir denunciando este fraude", aseveró la porteña Myriam Bregman (FIT-U).
En ese sentido, agregó: "Esta sesión marca un punto de inflexión en la historia del país porque se reúne el Congreso para aprobar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, ese organismo creado a la salida de la Segunda Guerra Mundial para intervenir y digitar a los países y encolumnarnos al servicio del orden financiero dominado por Estados Unidos".
La diputada Myriam Bregman adelanta su voto negativo al acuerdo con el FMI y señala la responsabilidad de la oposición en el negociación de la ley que se está debatiendo. pic.twitter.com/4PXHSHuVxa
— Periódico Pausa (@PeriodicoPausa) March 10, 2022
El diputado de la Unión Cívica Radical Facundo Manes fundamentó su apoyo al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional al sostener que "evitar una nueva crisis en Argentina es una gran responsabilidad" y señalar que "no es momento para el oportunismo".
"Aislarnos del mundo, generar más pobreza, más dolor, más desigualdad, no es una opción. No es momento para oportunismos, la oposición debe facilitar al Poder Ejecutivo la posibilidad de restructurar la deuda", dijo.
Manes agregó que "no podemos tomar responsabilidad en el programa que el Gobierno negoció con el FMI, no podemos comprometernos a algo que está fuera y que escapa a nuestro control".
El legislador consideró que "es el oficialismo el que tiene los instrumentos de la política económica" y sostuvo que "el acuerdo con el Fondo evita el default y evita una nueva crisis, pero para nada resuelve los problemas crónicos y estructurales de nuestra nación".
"Este acuerdo no va a bajar la inflación, ni a reducir el riesgo país, no va a tampoco a resolver el déficit fiscal ni el acceso al crédito; no va a mejorar el empleo ni el salario de la gente, tampoco va a generar la confianza que necesitan las empresas para invertir en Argentina. Este acuerdo es solo un tratamiento sintomático, no es la cura de la enfermedad", completó.