Tal como anunció el presidente en su discurso de apertura de sesiones ordinarias, este jueves 3 ingresa el proyecto de acuerdo con el FMI al Congreso. Primero será tratado en la Cámara de Diputados. Hay división en el oficialismo y en la oposición. Los tiempos apremian: el 22 de marzo cae una cuota impagable.
Desde las 12:00 de este jueves, las autoridades de la Cámara de Diputados y de los bloques comenzarán con el trazado del cronograma de trabajo para el tratamiento del acuerdo con el FMI. Desde el cuerpo, se aseguró que "ingresada la ley y sus fundamentos, la misma será girado a todos los presidentes de bloques". Dentro de 20 días, Argentina tiene que pagar un vencimiento con el organismo por 2800 millones de dólares, que no puede afrontar.
A las 9 de la mañana, la vocera oficial, Gabriela Cerruti, informará sobre el envío del proyecto de ley y al mediodía se difundirá el texto definitivo. El presidente Alberto Fernández había anunciado en el discurso de apertura de sesiones que el proyecto de acuerdo se iba a presentar durante la semana.
Un parteaguas
Por diferentes razones, el tratamiento legislativo del acuerdo con el FMI parte aguas en el oficialismo y la oposición. El 31 de enero el diputado Máximo Kirchner renunció a la jefatura de bloque oficialista, en disidencia con la letra del entendimiento alcanzado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, después de dos años de negociaciones. Precisamente, Kirchner descalificó al trabajo realizado para llegar al acuerdo: "En principio, llamar a las cosas por su nombre: no hablar de una dura negociación cuando no lo fue, y mucho menos hablar de “beneficios”.", señaló en una carta abierta.
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— Máximo Kirchner - Prensa (@MaximoKirchner_) February 1, 2022
Junto con Kirchner, una cantidad indeterminada de diputados del Frente de Todos darían el quórum para luego abstenerse en la votación.
Tras la ruptura del dirigente de La Cámpora, los diputados de la oposición comenzaron a debatir respecto de qué posición tomar a la hora de tratar el acuerdo. Desde la UCR, la Coalición Cívica y otros socios menores de Juntos por el Cambio anuncian un acompañamiento, previa lectura de la letra chica, entendiendo que se debe evitar un default. El PRO actualmente se debate entre la abstención y el rechazo, con una justificación que inaugura un nuevo umbral en la historia del cinismo: que el acuerdo alcanzado por Guzmán es una bomba de tiempo para los argentinos que explotará en la próxima gestión.
Cabe recordar que, en el marco del acuerdo vigente y firmado en 2018 por Mauricio Macri, Argentina tiene que pagar 19.100 millones de dólares este año y 19.300 millones en 2023. El primer monto prácticamente equivale a la mitad de las reservas del Banco Central. Completamente impagable, para cualquiera, en cualquier escenario.
Qué se sabe hasta ahora
Por lo que adelantó el ministro Martín Guzmán, el acuerdo es un refinanciamiento. El FMI se pagará a sí mismo la deuda tomada por Macri. Recién dentro de cuatro años, se comenzará a pagar de nuevo, extendiendo los plazos por 10 años. En ese tiempo de gracia, habrá que amarrocar y crecer mucho para levantar un muerto que no le sirvió en nada a nadie.
A cambio de ese salvataje, el FMI controlará trimestralmente que la economía se ajuste al acuerdo. Guzmán ya comunicó que lo acordado implica:
• Reducción del déficit fiscal. Déficit del 2,5% en 2022, del 1,8% en 2023 y del 0,9% en 2024.
• Reducción de la asistencia monetaria del Banco Central al Tesoro. En 2021, el financiamiento monetario (la emisión de billetes) finalizó en 3,5 puntos del PBI. Se apunta a que en 2022 sea 1% del producto, en 2023 del 0,6% del PBI y que en 2024 sea cercano a 0%.
• Tasas de interés reales positivas para fortalecer la demanda por los activos en moneda local. Es favorecer el ahorro sobre el consumo o la inversión.
• Acumulación de reservas y estabilidad del tipo de cambio. Parte del nuevo préstamo va ir directamente como activo al Banco Central.
• Cepo cambiario. Financieramente, eso evita que, dado que habrá altas tasas en pesos, el ingreso de dólares se licúe bajo el formato de bicicleta financiera. Algo que sucedió durante el macrismo, como el mismísimo FMI reportó en su informe sobre el stand by.
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Promesas del 1º de marzo
En su discurso de apertura de sesiones en el Congreso, el presidente Alberto Fernández hizo referencia al acuerdo con el FMI no tanto en lo que impone en su letra, sino en lo que no está presente.
Con cuatro negativas, Fernández dio cuenta de las principales preocupaciones que devienen del acuerdo, al que calificó de “entendimiento inusual”. Una, al menos, ofrece una solución creativa:
• No habrá una reforma previsional, prometió Fernández, aunque sí aclaró que las personas en edad de jubilarse podrán continuar trabajando, lo cual le mete mucha presión al ingreso al mercado de trabajo.
• “Se acabaron los tarifazos”, prometió Fernández. La solución al intríngulis de los subsidios tiene dos caminos. Primero, el 10% más rico los perderá. Segundo, las tarifas subirán por debajo de los aumentos salariales, como marcaba la Ley 27.443, vetada por Macri. Es aquella ley por la que el ex presidente le pidió en video a los senadores que no sigan las locuras de CFK…
Tratar de loca a una mujer.
Típico de machirulo.— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) May 28, 2018
• Con ponchado de TV para la dirigencia de la CGT, Fernández prometió que el acuerdo con el FMI sale sin reforma laboral. “Los derechos de los que trabajan no pueden ser alterados en su perjuicio. La justicia social jamás puede ser objeto de negociación”.
• Por último, Fernández prometió que no iba a haber ajuste, sino crecimiento del gasto real con baja del déficit fiscal al mismo tiempo.
Luego llegó el momento de la explosión:
“Quiero dejar constancia que este Acuerdo tampoco releva al Poder Judicial de avanzar en esa investigación. Los argentinos y las argentinas tienen el derecho de saber cómo ocurrieron los hechos y quiénes fueron los responsables de tanto desatino”.
Omitiendo a Ricardo Lorenzetti, la cámara registró en ese momento a Juan Carlos Maqueda, Carlos Rosenkrantz y el inundador Horacio Rosatti, tiesos como momias egipcias. Luego se detuvo en los diputados del PRO fugándose del recinto, como los más de 88 mil millones de la formación de activos del sector privado no financiero que se perdieron entre 2015 y 2019, en un récord absoluto en toda la historia argentina.
Todo el préstamo del FMI se va por la canaleta de la fuga y la timba