La persona más rica del mundo llegó a un acuerdo para comprar Twitter por 44 mil millones de dólares, en una transacción que deja el control de la plataforma bajo su mando.
Se trata de un momento crucial para la empresa de 16 años, que surgió como una de las ágoras más influyentes del mundo y que ahora se enfrenta a una serie de retos.
Musk ha criticado la moderación de Twitter, calificándose a sí mismo como un "absolutista de la libertad de expresión", ha dicho que el algoritmo para priorizar los tuits debería ser público y ha criticado que se dé demasiado poder en el servicio a las empresas que se anuncian.
Políticos conservadores esperan que la conducción de Musk signifique menos moderación y la reinstauración de personas vetadas, incluido el expresidente Donald Trump.
El propio Musk también ha hablado de ajustes en el servicio para facilitar su uso, como un botón de edición y la eliminación de los "bots de spam" que envían cantidades abrumadoras de tuits no deseados.
Las discusiones sobre el acuerdo, que la semana pasada parecían inciertas, se aceleraron durante el fin de semana después de que Musk atrajo a los accionistas de Twitter con los detalles financieros de su oferta.
Bajo presión, Twitter comenzó a negociar con Musk para que comprara la compañía al precio propuesto de 54,20 dólares por acción.
"La libertad de expresión es la base de una democracia funcional, y Twitter es la plaza pública digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad", dijo Musk en un comunicado.
Las acciones de Twitter subieron un 5,7% el lunes para cerrar a 51,70 dólares. La operación representa una prima de casi el 40% respecto al precio de cierre del día anterior a que Musk revelara que había comprado una participación de más del 9%.
Aun así, la oferta está por debajo del rango de 70 dólares en el que cotizaba Twitter el año pasado. "Creo que si se diera a la empresa el tiempo suficiente para transformarse, habríamos ganado bastante más de lo que Musk ofrece actualmente", dijo Jonathan Boyar, director gerente de Boyar Value Group, que tiene una participación en Twitter.
Sin embargo, añadió, "esta transacción refuerza nuestra creencia de que si los mercados públicos no valoran adecuadamente una empresa, un comprador acabará haciéndolo".
El acuerdo pone fin a la carrera de Twitter como empresa que cotiza en bolsa desde su oferta pública inicial de 2013.
La decisión de Musk continúa una tradición de multimillonarios que compran el control de influyentes plataformas de medios de comunicación, entre ellas la adquisición del New York Post por Rupert Murdoch en 1976 y la del Wall Street Journal en 2007, además de la compra del Washington Post en 2013 por Jeff Bezos.
Twitter dijo que Musk aseguró 25.500 millones de dólares de deuda y financiación y está proporcionando un compromiso de capital de 21.000 millones de dólares.
Musk, que tiene una fortuna de 268.000 millones de dólares, según Forbes, ha dicho que no le preocupa principalmente la situación económica de Twitter.
"Tener una plataforma pública de máxima confianza y ampliamente inclusiva es extremadamente importante para el futuro de la civilización. No me importa en absoluto la economía", dijo en una reciente charla pública.
Musk es presidente ejecutivo del fabricante de coches eléctricos Tesla Inc y de la compañía aeroespacial SpaceX, y no está claro cuánto tiempo dedicará a Twitter.
"Esta es una gran noticia para los accionistas de Twitter, ya que no parece que la empresa vaya a hacer las cosas bien a corto plazo. Los accionistas de Tesla no pueden estar contentos de que Musk tenga que desviar aún más su atención de ganar la carrera de los EV (vehículos eléctricos)", dijo Edward Moya, analista del corredor de divisas OANDA, en un correo electrónico a clientes.
Aun así, la cuenta de Twitter de Musk, con 80 millones de usuarios, se considera una importante herramienta de relaciones públicas gratuita para Tesla.
La transacción de Twitter fue aprobada por el directorio y ahora está sujeta a la votación de los accionistas. No se esperan obstáculos regulatorios, según los analistas.
La enorme importancia de Twitter como foro para políticos, disidentes y activistas contrasta con su tamaño relativamente pequeño.
Aunque sólo tiene una décima parte del tamaño de plataformas de medios sociales mucho más grandes, como Facebook de Meta Platforms Inc, se le ha atribuido el mérito de ayudar a generar el levantamiento de la Primavera Árabe y se le ha acusado de desempeñar un papel en el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021.
(Reporte de Greg Roumeliotis en Nueva York, Reporte adicional de Krystal Hu, Lewis Krauskopf y Megan Davies en Nueva York, Noel Randewich en San Francisco, Sheila Dang en Dallas y Andrea Shalal y Trevor Hunnicutt en Washington, Escrito por Peter Henderson, Editado en Español por Manuel Farías y Javier López de Lérida).