Los espacios antiderechos y “libertarios” crecen más en los medios que en los hechos. Los outsiders y las figuras mediáticas aún no logran cohesionarse.
Desde que la derecha más recalcitrante comenzó ganar espacios de poder a nivel nacional, la diputada santafesina Amalia Granata aceleró a fondo su proceso de instalarse como una figura relevante en el campo electoral. Sus armas: la estigmatización de los pobres y de las minorías, un discurso de amplio impacto mediático y las pantallas porteñas –de alcance nacional– que gustosamente le abren sus espacios para que despotrique contra cualquier tipo de política de inclusión.
Granata llegó a la Legislatura santafesina en 2019 como cabeza de lista de Somos Vida, una alianza entre el partido Unite, militantes católicos y organizaciones evangélicas. Los buenos resultados logrados en esas elecciones le permitieron al espacio “celeste” (identificado como “provida”, por su postura contraria al aborto legal) ingresar seis diputados. Al calor del debate por el aborto, Somos Vida se convirtió en la la tercera fuerza en la categoría de diputados, detrás del Frente Progresista y del PJ y desplazaron a Juntos por el Cambio al cuarto lugar. Pero el acuerdo iba a durar muy poco.
La ruptura del bloque “celeste” tuvo tres etapas. Apenas pasadas las elecciones de 2019, en plena transición, las diputadas Granata y Betina Florito decidieron conformar su propio bloque –Somos Vida– y se alejaron de los otros cuatro legisladores electos ese año por la boleta que encabezó la mediática diputada. Esos cuatro legisladores –Nicolás Mayoraz, Natalia Armas Belavi, Walter Ghione y Juan Argañaraz– conforman actualmente el bloque Somos Vida y Familia.
En 2020, Granata también dio por terminada su alianza política con Betina Florito y conformó su propio bloque unipersonal, llamado ahora Somos Vida-Unión Federal. Ya en 2021, cerró filas con el referente del PRO Federico Angelini para competir en las elecciones intermedias como segunda precandidata a senadora nacional. No les fue bien: quedaron terceros en la interna de Juntos por el Cambio realizada en septiembre, detrás de los radicales Carolina Losada y Maximiliano Pullaro.
Debido al “salto” de Granata, que iba a durar lo mismo que la frustrada campaña, el partido Unite pidió formalmente a la Legislatura provincial que se deje “sin aval” partidario al bloque unipersonal porque “ha dejado de representar la plataforma electoral por la cual fue elegida”.
En una nota dirigida al presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Pablo Farías, el presidente de Unite, José Bonacci, argumentó que la decisión se debió a “su adhesión al macrismo, que promovió el tratamiento de la ley del aborto, lo cual implica una traición a los casi 300 mil santafesinos que la acompañaron en la posición provida”.
En aquel momento, desde Unite hicieron hincapié en las manifestaciones públicas de Álvaro Zicarelli, asesor de Granata, quien confesó que ‘ir con ese sello fue un mero utilitarismo electoral de necesidad absoluta” y que “no hay ninguna vinculación ideológica o política entre Amalia y Unite”. Desde el partido que le posibilitó su candidatura y su banca, no se ahorraron calificativos: “La posición del partido es no avalar a tránsfugas”.
No estamos solos ! Somos las voces de muchos argentinos! No nos van a callar ! Viva la vida y viva la libertad!@vivicanosaok @AgustinLaje pic.twitter.com/DfV0Fa6Osd
— Amalia Granata 💙💙 (@AmelieGranata) March 26, 2022
Hoy Granata compone un bloque unipersonal y ha roto todas las alianzas que le permitieron llegar a la Legislatura, por eso busca nuevos rumbos en Buenos Aires.
Figuras dispersas
El espacio “libertario” crece más rápido en los medios que en los hechos concretos. Hasta el momento, son figuras de mayor o menor impacto mediático, con muchos seguidores en las redes sociales, pero sostenidos por construcciones políticas poco desarrolladas.
Los “libertarios” consiguieron su primer suceso electoral en las intermedias de 2021, con epicentro en la ciudad de Buenos Aires, pero solo cuentan con dos diputados nacionales sobre un total de 257. No tienen fuerza para incidir en los procesos políticos, ni siquiera para terciar entre los dos grandes polos de “la grieta”.
Escindida del sector “celeste” en Santa Fe, y tras su breve aventura como precandidata de Juntos por el Cambio, ahora Amalia Granata ensaya un acercamiento hacia el espacio del economista anti-Estado Javier Milei. Por ahora, la cosa no pasa de algunas fotos tomadas en los estudios de televisión que frecuentan uno y otra con asiduidad.
¿Granata y Milei negocian una alianza? “Estamos haciendo encuestas y focus group que nos da un nivel mayor al 80% de complementariedad entre los dos dirigentes. Los electores de Granata que votarían por Milei y viceversa, lo que da una plataforma de construcción muy sólida para un proyecto provincial y nacional”, señaló el asesor Ziccarelli en declaraciones a La Política Online.
Lindo encuentro, en un dia muy especial 💙💙 @JMilei
Si a la VIDA !!#vidaylibertad pic.twitter.com/btdOyWZcFn— Amalia Granata 💙💙 (@AmelieGranata) March 26, 2022
En Rosario aseguran que en 2023 Granata va a ser nuevamente candidata a diputada provincial, pero ahora por Libertad Avanza, la agrupación que comanda Milei. Sin embargo, como son elecciones desdobladas, tampoco descartan que Granata integre luego la fórmula presidencial como vice del economista, si es que éste finalmente cumple con sus anuncios de ir por la primera magistratura en busca de aplicar un programa que elimine todo vestigio de intervención estatal sobre la economía.
En las últimas semanas, además de compartir notas y fotos, Granata profundizó su discurso contra la ampliación de derechos, con el argumento de que las políticas sociales se llevan adelante “con la plata de mis impuestos”. Un discurso 100% Milei.
Contra todas, todos y todes
La última cruzada de Granata es contra el colectivo de personas trans, a quienes acusa de tener privilegios y de servirse de los recursos públicos. Pero no es su única batalla. En los últimos meses, la diputada mediática lanzó distintas iniciativas de imposible concreción, por ejemplo cerrar el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación.
El modus operandi es conocido. Ante un hecho de fuerte impacto –como la violación grupal ocurrida en Palermo–, la diputada santafesina sale rápido a plantear consignas imposibles pero efectistas en términos de rebote mediático: “Estos ministerios están creados para mantener a la militancia porque no hacen nada por las mujeres, cada vez mueren y violan más mujeres”.
“El colectivo de mujeres primero que laburen y después que vengan y me enfrenten. Dicen que defienden a las mujeres y no lo hacen. Nos tenemos que despertar, pongamos el foco en la educación y no en estos ministerios que no sirven para nada”, señaló Granata, pocas semanas atrás, en diálogo con FM Sol.