Las fuerzas rusas reanudaron el sábado los ataques sobre Kiev, el oeste de Ucrania y otras regiones del país en un recordatorio explícito a la población ucraniana y a sus partidarios occidentales de que todo el territorio ucraniano sigue bajo amenaza pese a que Moscú se haya centrado en un organizar una nueva ofensiva en el este.
El mando del ejército ruso, sorprendido por la pérdida del buque insignia de su flota en el Mar Negro e indignado por supuestos ataques ucranianos en territorio ruso, advirtió en la víspera de nuevos ataques con misiles hacia la capital de Ucrania y aseveró que sus objetivos eran instalaciones militares.
La cifra de muertos es mucho mayor. Cada día se descubren víctimas civiles de una invasión que ha destrozado la seguridad europea. Mientras Rusia se prepara para la anticipada ofensiva, una madre llora sobre el cadáver de su hijo de 15 años después que cohetes cayeron en una zona residencial de Járkiv, una ciudad en el noreste de Ucrania. Un bebé y al menos ocho personas más perdieron la vida, de acuerdo con las autoridades.
Sólo en los ataques sobre Kiev, las autoridades ucranianas reportaron haber encontrado más de 900 cadáveres de civiles, la mayoría por heridas de bala, tras la retirada de las tropas rusas hace dos semanas. Una densa humareda salía a primera hora del sábado de Darnytski, un distrito del este de Kiev que fue atacado, según el alcalde de la capital, Vitali Klitschko.
Advirtió a quienes huyeron de la ciudad al inicio de la invasión que, por su seguridad, no regresen todavía.
“No descartamos nuevos ataques sobre Kiev”, declaró Klitschko. “Si ustedes tienen la oportunidad de permanecer un poco más en ciudades más seguras, háganlo”.
Desde el terreno, de momento se desconoce cuál fue el objetivo del ataque en el distrito Darnytskyi de Kiev, Se trata de una en expansión en el extremo suroriental de la capital que mezcla cuadras de apartamentos estilo soviético con centros comerciales modernos y grandes tiendas, zonas industriales y depósitos de ferrocarril.
Las tropas de Moscú emplearon “armas de largo alcance de alta precisión lanzadas desde el aire” para atacar una planta de vehículos blindados en Kiev, explicó el vocero del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov. No concretó dónde estaba la planta, pero en Darnytskyi hay una.
Añadió que la planta fue uno de varios sitios militares ucranianos alcanzados con ese tipo de armas. Mientras Estados Unidos y Europa envían nuevas armas a Ucrania, la estrategia podría estar dirigida a debilitar las defensas de Ucrania en antelación a lo que se prevé será una ofensiva rusa de gran escala en el este.
Este fue el segundo de los ataques sobre Kiev desde que las fuerzas militares rusas anunciaron que intensificarían sus ataques con misiles en la capital. El viernes, otro ataque alcanzó una planta de misiles en un momento en que empezaban a surgir tímidas señales de la recuperación de la vida previa a la guerra luego que las tropas rusas no pudieron tomar la ciudad y se retiraron para centrarse en el operativo a gran escala del este.
Pero Kiev no fue el único objetivo de los rusos el sábado. La oficina del presidente informó sobre ataques con misiles y fuego de artillería en las últimas 24 horas en ocho regiones del país.
Por otra parte, el gobernador de la región occidental de Leópolis, lejos de la frontera con Rusia y que está considerada como una zona segura, reportó ataques de aviones rusos Su-35 que despegaron desde la vecina Bielorrusia. Maksym Kozytskyy no ofreció más detalles sobre posibles víctimas o daños.
Al parecer dentro de los preparativos para su ofensiva en el este, las fuerzas rusas han intensificado en los últimos días sus ataques con artillería contra Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania. El ataque del viernes dejó varios civiles muertos y más de 50 heridos, informó la oficina del presidente de Ucrania.
El sábado, una explosión que se cree fue causada por un misil, causó que personal de emergencias se dirigiera rápidamente hacia un lugar cercano a un mercado al aire libre en Járkiv, según periodistas de la AP en el lugar. Una persona murió y al menos 18 resultaron heridas, según los socorristas.
Las autoridades de Ucrania creen que, hasta el momento, la guerra se ha cobrado la vida de entre 2.500 y 3.000 soldados ucranianos, señaló el mandatario en una entrevista con la televisora CNN. Alrededor de 10.000 más resultaron heridos, añadió señalando que “es difícil decir cuántos sobrevivirán”.
La oficina de derechos humanos de Naciones Unidas confirmó la muerte de 1.982 civiles, pero advirtió que la cifra no incluye a las víctimas de ciudades sitiadas como Mariúpol y apuntó que, casi con toda seguridad, la cifra real será considerablemente más alta.
Fuente: AP.