Lali Martínez Spaggiari ganó una convocatoria entre 61 artistas de todo el país y su obra “Analogías bucólicas” se expone en la Sala Municipal de Exposiciones “Lidaura Chapitel” de San Martín de los Andes.
El pasado 10 de mayo inauguró en la ciudad de San Martín de los Andes la muestra “Analogías bucólicas” de la santafesina Lali Martínez Spaggiari. La propuesta de la artista fue seleccionada en la Convocatoria 2022 de Artes Visuales de la Sala Chapitel, ubicada en el centro de la ciudad patagónica. De un total de 61 postulaciones, obtuvo la mayor calificación por lo cual -como parte de la convocatoria- recibió un acompañamiento económico para el desarrollo y producción de la muestra, lo que le permitió participar del montaje y estar presente en la inauguración.
Lali Martinez Spaggiari es artista, docente y gestora. Ganó becas individuales y grupales para producir obra y formarse con Claudia del Río, Pastor Mellado, Tulio de Sagastizábal, Rafael Cippolini, Eva Grinstein, Gabiel Valansi entre otros destacados artistas y docentes del país. Desde 2008 ha coordinado proyectos curatoriales y de formación en la provincia. Desde 2016 dirige “Púrpura Proyecto” galería y espacio de formación en el campo del Arte, ubicado en la ciudad de Santa Fe. Ha realizado numerosas exposiciones nacionales e internacionales.
Naturaleza, resiliencia y resistencia
“Analogías bucólicas. El entramado del mundo en un marco idílico de resistencia” se podrá visitar hasta el 1 de junio en la sala patagónica. La muestra se conforma con quince piezas y un texto de la pluma de Nancy Rojas, artista y curadora rosarina. Quienes hayan tenido la oportunidad de ver la muestra en el Museo Municipal de Artes Visuales “Josefa Díaz y Clusellas” (2021) o el Museo de Arte Contemporáneo de la UNL (2018), recordarán sus dibujos bordados prolijamente montados en estructuras cromadas y los objetos escultóricos realizados con esferas de cristal soplado que encerraban objetos de menaje familiar semienterrados por tierra y vegetación natural.
En palabras de Rojas, las obras son como “visiones post-antropocentristas del mundo”, con escenarios urbanos desprovistos de la presencia humana; objetos y construcciones que emergen de la vegetación frondosa, colorida, abundante, llena de vida: un sillón, una alfombra, una taza o una cúpula magnífica, aparecen solitarias y abrazadas por enredaderas y malezas. Todo indica que allí habitó alguien. La soledad y el silencio de esos paisajes son inquietantes. Resuenan las quemas de los humedales, la devastación de los recursos naturales, la contaminación. El arte en contexto, como una forma de repensar la relación del ser humano con la naturaleza, el futuro de la civilización y la fugacidad de la presencia humana en el planeta.
En su vínculo con la naturaleza, la muestra va tomando características del paisaje del lugar de acuerdo va itinerando. En esta ocasión la artista contó con la asistencia de la paisajista neuquina Verónica Pellegrin para incorporar al montaje plantas apropiadas para sobrevivir al clima patagónico.