—Buenas, ¿cómo anda? Hace mucho tiempo que no hablamos.
—Excelente… saboreando la vida como quien se alimenta con ese particular gusto que tiene la comida que proviene de una heladera del supermercado. Entre el desencanto y la correcta manipulación de los alimentos.
—Vio que no todo es tan malo como suele decir, eso le pasa por mirar televisión. Usted se la pasa frente al aparato y eso le nubla la mirada. Lo predispone al encanto del séptimo infierno. Se queda mirando el vaso, siempre pendiente del líquido faltante. Tiene que tener una actitud más positiva ante la vida.
—Ah, bueno… Estaba preparado para el debate o incluso para recibir un golpe en la mesa y un insulto, pero su actitud me sorprende.
—Es que opté por verle el lado positivo a la vida. Entender el equilibrio y el Karma. Buscar la verdadera armonía, acceder a algo más profundo de lo que puede devolverme la realidad física.
—Ya lo dijo un amigo anarquista, la juventud del 2000 o se hizo K o se volcó a la constelación.
—No niego ni afirmo, pero el amor vence el odio. No hay que temerle a la alegría, el poder nos quiere tristes o comprando medicamentos que encontramos en una planta.
—El multiverso holístico me confunde. Por un lado, entiendo que las farmacéuticas son un complejo entramado de multinacionales y que la mercantilización de la salud rompe cualquier juramento hipocrático. Pero de ahí a no tomar un antibiótico, me pierdo.
—No me gusta entrar en un debate en donde el silencio se llene de palabras efímeras, prefiero construir. Trato de ser impecable con mis palabras, no tomarme las cosas personalmente, no hacer suposiciones y tratar de hacer lo máximo.
—¿Esto lo estudió en algún manual de cómo sacarles dinero a las personas sin afectar el planeta o es autodidacta?
—El parásito quiere que carguemos con el pasado, y esto hace que estar vivo resulte muy pesado. Si intentamos vivir en el pasado, ¿cómo vamos a disfrutar del presente? Si soñamos con el futuro, ¿por qué cargar con el peso del pasado? ¿Cuándo viviremos en el presente?
—Bien, ¿al curso se lo dan antes de la compra del termo Stanley o una cosa lleva a la otra?
—Todo ese veneno emocional se lo devuelvo. Es tu percepción de la realidad que puedes cambiar en cualquier momento. Tienes el poder de crear el infierno y el de crear el cielo. ¿Por qué no soñar un sueño distinto?
—Por qué empezó a hablar en neutro.
—¿Por qué no utilizar tu mente, tu imaginación y tus emociones para soñar el cielo?
—¿Usted vive de rentas, no?
Aplaudo al periodista,