Las extractoras de combustibles fósiles y sus CEOs gozan de ganancias extraordinarias como resultado de la invasión a Ucrania. La transición energética no comienza, pese a que desde la ONU advirtieron que hay que cortar a cero toda nueva extracción para apenas morigerar el calentamiento global.
Ganancias extraordinarias superiores a los 93 mil millones de dólares en apenas los primeros tres meses de 2022 están obteniendo las multinacionales de combustibles fósiles, reporta un artículo de The Guardian en base a una investigación de Climate Power. La invasión a Ucrania propulsó los precios de la energía y las empresas se aprestan a realizar mayores inversiones y generar más gases con efecto invernadero, pese a que desde la ONU se advirtió que de seguir por ese camino ya mismo sería imposible alcanzar la meta de apenas calentar el planeta 1,5ºC más para 2050.
Sólo Shell levantó más de nueve mil millones de dólares entre enero y marzo, un 182% más que en el mismo período de 2021. Otra bestia, Exxon, hizo casi 8800 millones, con una suba del 220%. Chevron tuvo ganancias de más de 6500 millones, con un aumento interanual de 278%. Equinor, la empresa noruega que quería hacer exploración off shore de profundidad en la costa bonaerense, tuvo ganancias de casi 18 mil millones, incrementado en un año sus ingresos en un 340%. En promedio, las grandes empresas extractivas tuvieron en el primer trimestre una suba interanual de ingresos del 127%.
En una perspectiva concreta: las 28 mayores empresas de hidrocarburos tuvieron ganancias conjuntas de casi 184 mil millones de dólares durante 2021. El Acuerdo de París –que nunca se cumplió siquiera un poquito– establecía que las naciones desarrolladas tenían que poner cien mil millones en los países más pobres del planeta para financiar la transición energética. Un año de ganancias de petróleo, gas y carbón casi duplica toda la inversión verde benéfica que no cumplieron los países más ricos.
Hay muy buenas razones para que la extracción de combustibles fósiles no se detenga. Según la investigación de Climate Power, que tomó datos oficiales de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), el promedio anual de las compensaciones para los CEO de las petroleras fue superior a los 16 millones de dólares.
El escenario no puede ser más demencial. La calificación corre por cuenta del propio titular de la ONU, Antonio Guterres, que abril lanzó una desesperada advertencia más: "Invertir en nuevas infraestructuras para combustibles fósiles es una locura moral y económica", señaló en el lanzamiento de un nuevo reporte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés).
Cabe recordar que el IPCC ya advirtió que en un escenario fácticamente imposible de reducción abrupta, masiva y a cero de todos los gases de efecto invernadero, la temperatura global promedio, en comparación con el período 1850-1900, sí o sí subirá al menos 1,5ºC para 2040 (o sea, ya) y los daños efectuados tendrán repercusión en una escala que alcanza siglos y milenios.