En abril, los precios de los granos de trigo, maíz, sorgo, soja y girasol están en sus niveles más altos, hasta un 132% por arriba del promedio de los últimos seis años. La liquidación de divisas del complejo de oleaginosas es la más alta en 20 años.
Por la invasión de rusia a Ucrania, por los problemas logísticos internacionales posteriores a la pandemia, por la inmensa liquidez generada a través de los planes de apoyo social durante las cuarentenas en todo el planeta y, como se verá en los futuros datos de mayo, por el cierre de las exportaciones de trigo en India. Por múltiples motivos concurrentes, la inflación vuela en buena parte de los países del mundo, a ritmos que no se veían en décadas. En la base, los precios de los granos empujan hacia arriba el valor de los alimentos. El mundo avanza hacia la hambruna global, el tema es la tapa de la actual edición de la revista The Economist.
En este escenario, Juntos por el Cambio se opone a cualquier gravamen sobre una renta excedente que proviene no de un esfuerzo extraordinario, y tanto el ministro de Economía, Martín Guzmán, como el de Agricultura, Julián Domínguez, repiten una y otra vez que no habrá suba de retenciones. Argentina está otra vez hundida en su paradoja: juntar dólares en pala y fundir a la población con el alza de los precios de la comida.
El ingreso de agrodólares es el más alto de la historia, no como resultado de una una mayor productividad, sino sencillamente por variación de precios. El valor de los granos vuela, sobre todo en el trigo (el pan) y el girasol (el aceite).
Según los datos del Ministerio de Agricultura, en abril el grano de trigo tuvo un precio de exportación en dólares en los puertos argentinos un 58% más alto que en marzo de 2021, el maíz tuvo una suba del 23%, el sorgo de 7%, la soja de casi 23% y el girasol un 40%.
Las diferencias con los precios promedios entre enero de 2015 y diciembre de 2021 son todavía más notorias y ponen en relieve lo extraordinario del actual momento. En la comparación con el precio promedio de los últimos seis años, los precios de los granos a abril están un 85% más altos para el trigo, un 74% para el maíz, un 77% para el sorgo, casi un 64% para la soja y un extraordinario 132% para el girasol.
Gráficamente se ve cómo con la llegada de la pandemia todos los granos comenzaron a subir de precio. Pero esa meseta alta se dispara con la llegada de la invasión rusa a Ucrania, desatada a fines de febrero.
Vuelan los agrodólares
En consecuencia, Argentina en los primeros cuatro meses de 2022 recibió más agrodólares que los que ingresaron anualmente en 2003 y apenas un poquito menos que los recibidos en 2004, 2005 y 2006, según los datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC). Más a causa de los altos precios que del mayor volumen exportado, las cifras récord se suceden: 2021 fue el año de mayor ingreso de dólares del sector, con más de 32.807 millones exportados, un 31% más que el récord de 2011.
Febrero, marzo y abril fueron meses récord. En el primer cuatrimestre, la liquidación de divisas es casi un 14% superior a la del primer trimestre de 2021, que era el récord hasta el momento.
Este récord de ingresos en moneda dura se da al mismo tiempo en que el país sufre una disparada de la inflación, impulsada sobre todo por la suba del precio de los alimentos. El campo viene de un año inmejorable y un comienzo de 2022 sin comparación.