Se trata de una acción llevada adelante por la autora Margaret Atwood, la editoral Penguin Random House y otras asociaciones que están luchando contra la censura y la quema de libros en Estados Unidos. En febrero fue prohibida la novela gráfica Maus y quemados ejemplares de Harry Potter y Crepúsculo por "influencias demoníacas".
No, no es la Alemana nazi. Es Estados Unidos, el centro del capitalismo mundial en pleno siglo XXI. Es tal el estupor que están provocando estos hechos que se habla de una "epidemia de prohibiciones de libros".
Los sucesos más renombrados vienen dándose desde principios de este año. En enero, la junta escolar del condado de McMinn, en el estado de Tennessee, votó en forma unánime a favor de prohibir uno de los libros autobiográficos más conocidos sobre Auschwitz, la novela gráfica Maus, de Art Spiegelman, ganadora de un Premio Pulitzer. En febrero, un pastor de Tennessee lideró una quema de libros entre los que se encontraban ejemplares de Harry Potter y Crepúsculo. “Tenemos un derecho constitucional y bíblico para hacer lo que vamos a hacer esta noche”, señaló ante la hoguera, en un acto que fue retransmitido en directo por Facebook.
Para contrarrestar esta ofensiva fascista, la escritora canadiense Margaret Atwood y la editorial Penguin Random House han creado una edición limitada (de un solo ejemplar) de la novela El cuento de la criada (The Handmaid’s Tale) para subastarla en la casa Sotheby’s. ¿El detalle? Es una “edición incombustible”, hecha con materiales a prueba de una eventual quema.
La misma Atwood aparece en un video realizado por la editorial equipada con un lanzallamas y tratando de quemar este libro incombustible, sin éxito, “porque las palabras poderosas no pueden destruirse”, dice el vídeo.
Las ganancias de la subasta apoyarán el trabajo de PEN America, una organización sin fines de lucro que trabaja para defender y celebrar la libre expresión.
Llamado The Unburnable Book, fue creado como un símbolo contra la censura y un recordatorio de que debemos proteger las historias vitales en un momento de rápida proliferación de prohibiciones de libros en las escuelas públicas de Estados Unidos.
El libro utiliza materiales ignífugos, incluidas las páginas de Cinefoil (un material utilizado en la producción de películas para envolver luces calientes), tintas resistentes al calor y alambre de níquel.
The Handmaid's Tale, una vez más, ha sido blanco de varios distritos escolares en este último frenesí de censura, junto con libros de escritores como el difunto premio Nobel Toni Morrison, la escritora infantil Jacqueline Woodson y los ganadores del Premio Pulitzer Art Spiegelman y August Wilson, junto con muchos otros.
PEN America viene realizando diversos informes donde ya documentó 1586 instancias de libros individuales prohibidos, en 86 distritos escolares en 26 estados. En el mismo sentido, la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos relevó que el pasado año hubo 729 intentos de censura de 1597 libros en bibliotecas, ya sea escolares, municipales o de cualquier otra clase.
En general, los libros vetados –por iniciativa de asociaciones de padres, grupos religiosos o a veces individuos– suelen tener temática LGBTIQ+, o a veces tratan con lenguaje crudo cuestiones de sexo y violencia racial, pero la censura alcanza en ocasiones a obras de resonancia mundial como 1984 de George Orwell.