La sociedad colombiana puede votar hoy por un cambio de época. Por un lado Gustavo Petro, dirigente de izquierda que revistiera en las filas de M-19. Del otro, Rodolfo Hernández, un empresario de la construcción millonario, célebre por sus dichos xenófobos y machistas. "Yo soy seguidor de un gran pensador alemán que se llama Adolfo Hitler", dijo en una entrevista en 2016.
Este domingo Colombia vota en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. En la primera instancia, celebrada el 29 de mayo, Gustavo Petro cosechó el 40% de los votos. Bastante más atrás estuvo el candidato de derecha Rodolfo Hernández, con el 28%.
En una opción entre dos propuestas antagónicas de cambio en Colombia tras años de gobiernos conservadores, Petro quiere ser el primer presidente con un programa que aspira a la redistribución “para el buen vivir”. Su adversario, el magnate Hernández, con un discurso antipolítica, promete un achicamiento del Estado y un gobierno sin alianzas.
Con Francia Márquez como compañera de fórmula, Petro, de 62 años, logró llegar a este balotaje luego de ganar la primera vuelta con su coalición de izquierda llamada Pacto Histórico. La alianza reúne partidos políticos, sindicatos, colectivos originarios y de defensa de las minorías sexuales, movimientos sociales y campesinos.
El programa de Petro, exalcade bogotano, asigna un rol más activo del Estado en temas como jubilaciones, ya que quiere tender a la desprivatización del sistema hacia uno mixto, y recaudación, pues promueve una reforma impositiva estructural con justicia social. A su vez, insiste en la idea de la "democratización del Estado", "participación vinculante de la ciudadanía" y la formación de "presupuestos participativos".
Por su parte, Hernández y Marelene Castillo, los candidatos de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, se ubican en la vereda de enfrente en términos ideológicos y dicen que van a reducir el Estado, aunque también se postulan como "el cambio" y recogen en su programa algunas propuestas de Petro, como la paridad de mujeres en cargos públicos.
El magnate de 77 años, exalcalde de la norteña Bucaramanga, quiere una administración austera y ha dicho que eliminará la corrupción -que no pasa de consignas como "tolerancia cero", sin mayores detalles, y pese a tener diversas causas de este tipo en su contra- o dotarlo de funcionarios según un "proceso meritocrático".
Hernández es una máquina de declaraciones xénofobas, machistas, y con frecuencia se lo llama el "Donald Trump colombiano", una comparación que al candidato no le disgusta. Entre sus fases "célebres" se encuentran:
-"Me hago deshuevar (castrar) hijueputa. Si usted sigue jodiéndome hijueputa le pego su tiro malparido". En 2013 Hernández era reconocido publicamente como un millonario constructor de Bucaramanga. Durante una llamada con un cliente insatisfecho, amenazó con dispararle, a sabiendas de que estaba siendo grabado. El año pasado se refirió al episodio, asegurando que fue "una forma figurada de expresar el inconformismo".
- "Vinieron todos los limosneros de Venezuela para acá y la prostitución y los desocupados (...) no los podemos matar ni echarles plomo. Toca recibirlos, así como Venezuela recibió a mas de 4 millones de colombianos". En mayo de 2017 cuando era alcalde de Bucaramanga (2016-2019) respondió así ante la pregunta sobre su estrategia para atender la ola migratoria en esa ciudad cercana a la frontera.
- Las mujeres venezolanas "son una fábrica para hacer chinitos (niños) pobres". En febrero de 2019, volvió a cargar contra los venezolanos calificando de esta manera a las migrantes que, según él, daban a luz a cientos de hijos al año en hospitales públicos de la ciudad. A pesar de las críticas ha insistido en que esta declaración "es verdad".
- "Lo ideal sería que las mujeres se dedicaran a la crianza de los hijos. Pero como (los políticos tradicionales) tienen la ciudadanía arruinada, a la mujer le tocó trabajar para aportar a gastos de la casa". En una entrevista radial de este año el empresario describió así el papel de las mujeres.
- "Yo soy seguidor de un gran pensador alemán que se llama Adolfo Hitler", aseguró en 2016. Luego aclaró que se trató de un lapsus y quería referirse a Albert Einstein...
- "Trabaje con los pobres y se hará rico". Es un refrán que dice haber aprendido de su abuela y que inspiró su modelo de negocio, en el que vende y financia viviendas populares.
Son poco más de 39 millones de ciudadanos colombianos los que están habilitados para elegir en primera vuelta al sucesor de Iván Duque en 102.152 mesas ubicadas en 12.513 centros de votación en el país.
Quien resulte el próximo ocupante de la gobernación en Casa de Nariño deberá atender la grave situación alimentaria que atraviesa Colombia, un país en el que alrededor de 60% de sus habitantes no cuentan con un trabajo registrado.
Ambos candidatos de este balotaje buscaron el "voto oculto" -en palabras de Hernández- interpelando a la ciudadanía a través del uso de herramientas digitales y tradicionales. Si bien Hernández dice rechazar los aparatos políticos tradicionales, montó una red de "voluntarios" en torno a su figura. El empresario esta semana también declinó debatir con Petro, al igual que en la primera vuelta, para acentuar su perfil y las diferencias con "los políticos de siempre".
Petro, economista y exguerrillero del M-19, no tuvo en general el respaldo de los principales medios de comunicación de Colombia y en las semanas previas, muchos de ellos se hicieron eco de la filtración conocida como "Petrovideos", materiales audiovisuales de las reuniones privadas de la campaña del Pacto Histórico.
La participación en la primera vuelta electoral del 29 de mayo estuvo apenas encima del 54%, es decir, cerca de 21 millones de personas asistieron a las urnas, y para este domingo se prevé una participación similar.
De las cinco elecciones en las que fue necesaria una segunda vuelta para definir al presidente de Colombia desde que ese mecanismo se incorporó a la Constitución, en 1991, en dos ocasiones, 1998 y 2014, el balotaje le dio el triunfo a quien había terminado segundo en la primera compulsa.
El candidato que obtenga más votos, asumirá en agosto como presidente de Colombia para el período 2022-2026.