Un hombre había demandado a Monsanto al afirmar que su cáncer se debió al herbicida Roundup, el cual usó por 25 años, y acusó al grupo de engañar a los usuarios al asegurar que el glifosato era inofensivo. Actualmente Bayer afronta 125 mil demandas por el uso del glifosato en Estados Unidos.
La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó este martes un recurso de Monsanto, propiedad del grupo alemán Bayer, con lo cual ratificó de forma definitiva la sentencia que le condenaba a pagar 25 millones de dólares a un jubilado que atribuye su cáncer al herbicida Roundup.
"Bayer discrepa respetuosamente con la decisión de la Corte Suprema", pero "está completamente preparado para afrontar el riesgo legal asociado con posibles futuras denuncias en Estados Unidos", señaló el grupo en un comunicado.
La compañía dice "no admitir ningún fallo ni responsabilidad" y "sigue apoyando sus productos Roundup, una herramienta valiosa para una producción agrícola eficaz en el mundo", agregó.
Edwin Hardeman, a quien se le diagnosticó un linfoma de Hodgkin en 2015, fue uno de los primeros en demandar a Monsanto al afirmar que su cáncer se debió al herbicida que usó en su propiedad durante 25 años y acusó al grupo de engañar a los usuarios al asegurar que el glifosato era inofensivo.
Además del caso de Hardeman, en el 2019 un tribunal de apelaciones confirmó una compensación por US$ 86,7 millones a favor de Alva y Alberta Pillod, una pareja que contrajo el Linfoma de Hodgin.
Bayer compró Monsanto en 2018 por US$ 63.000 millones y, junto a la operación, también heredó las batallas legales que enfrentaba la compañía que comenzó a fabricar Roundup en 1970.
En su argumento, Bayer adujo que los reclamos eran improcedentes ya que Roundup tenía una aprobación federal para su uso; no obstante, previendo un fallo adverso, el año pasado incrementó con US$ 4.500 millones (que se suman a otros US$ 11.600 millones) los fondos para un programa de reclamos, según reportó la agencia de noticias Bloomberg.
También anunció que planea reemplazar el glifosato por otros ingredientes activos en los herbicidas destinados al mercado residencial estadounidense desde 2023, aunque continuará ofreciendo el producto a los agricultores.
La empresa acudió en agosto pasado a la Corte Suprema con el fin de revertir el fallo de un tribunal menor amparándose en que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) aprobó el producto, por considerar que el glifosato no es un riesgo a la salud pública ni es cancerígeno siempre y cuando se sigan las indicaciones.
Bayer argumentó que el Acta Federal de Insecticidas, Fungicidas y Rodenticidas protege a la compañía de culpabilidad, ya que la misma establece que los Estados pueden elegir no imponer requerimientos en las etiquetas que "se sumen o sean diferentes" a los que indica la ley federal.
Además, señaló que la EPA –bajo la administración Trump en 2019- había afirmado a los productores de glifosato que no aprobará colocar una advertencia por el peligro de cáncer ya que sería "falso y engañoso".
Por su parte, la procuradora general, Elizabeth Prelogar, argumentó que la aprobación del producto por parte de la EPA no significa que Bayer no haya fallado en advertir sobre los riesgos del producto a sus consumidores.
Actualmente Bayer afronta 125.000 demandas por el uso del glifosato en Estados Unidos, de los cuales 30.000 permanecían frenados y sin acuerdo a la espera del fallo de la Corte.