Santa Fe, noviembre de 2001. Silvana, una vieja actriz, promesa del cine comprometido de los años 70 está en bancarrota. Se entera de que una fundación internacional recupera películas antiguas y pagan muy bien por viejos archivos fílmicos. Ella recuerda que Sofía, amiga de aquellos años, conserva una lata de 35 mm pero no sabe sobre el contenido de la misma. Llama a la fundación y dice que tiene en su poder fragmentos de una película filmada en la clandestinidad que ficciona el Santafecinazo.
La fundación enviará en tres semanas a un joven especialista para tasar el film. Silvana visita a Sofía para buscar la lata. Sofía no recuerda dónde está. Durante toda la noche buscarán por la casa. No logran encontrarla. A la mañana siguiente llega Victoria, la hija de Sofía, sorprendida por el desorden teme lo peor. Ellas le cuentan sobre la búsqueda de la lata. Victoria les recuerda que la lata la puede tener Omar Francucci. Intentan rastrear el paradero de Omar, quien fue amante de Sofía. Hablan con Carlos, un viejo fotógrafo, y les dice que Omar vive en Entre Ríos en el fondo de un viejo teatro. Logran hablar con Omar, pero les asegura que él nunca tuvo la lata. Omar está convencido de que la lata está enterrada en el patio del Sindicato de Portuarios de Santa Fe. Idean un plan para buscarla. Luego de varias peripecias obtienen la lata. Llevan el tesoro a una especialista. La película está destruida.
Ambas se encuentran abatidas. Sofía le plantea una empresa imposible: recrear la película. Silvana recluta a cineastas y actores jóvenes con quienes trabajó gratis en los últimos años. Realiza un casting para elegir a la actriz que ocupará su papel. Con un presupuesto nulo y bajo un estricto secreto comienza a filmar la historia que nunca ocurrió. Silvana se enfrenta a los problemas de realización, la escasez de recursos y las diferencias generacionales. El joven especialista anticipa su llegada para ver la joya prometida. Silvana inventa una historia sobre los riesgos que corre si muestra la película. El joven comienza a sospechar. Sofía le plantea al especialista que lo mejor es no levantar sospechas y pasar a la clandestinidad. Intentan convencerlo, pero no lo logran.
El joven muy cansado se queda a dormir en la casa de Sofía. Por la mañana ve que ellas se retiran. Él las sigue y descubre el rodaje, pero observa sin ser visto.
Silvana dirige una escena. La joven Silvana está al frente de una marcha. El joven se conmueve y se suma a la muchedumbre que camina por la calle. El humo de los gases nubla la vista.