El gobierno nacional, a través del Banco Central, dio a conocer un régimen de incentivo temporal para la liquidación de la cosecha de soja en el que permitirán el acceso a dólares a valor del solidario y un seguro de cambio. La medida regirá hasta el 31 de agosto.
Este martes al mediodía, en un acto por los 70 años del fallecimiento de Eva Perón, el presidente Alberto Fernández pidió este martes tomarla como la bandera y "luchar" contra los que "especulan", empujan una "devaluación" y se oponen a que la Argentina pueda "producir, generar trabajo y seguir creciendo".
El presidente subrayó que en medio de "dificultades", "algunos siguen especulando con una devaluación" antes de "vender lo que tienen que vender, y hacer ingresar los dólares que le permiten a la Argentina producir, generar trabajo, y seguir creciendo", haciendo referencia clara a que quedan por venderse alrededor de 22,9 millones de toneladas de soja, valuadas entre u$s12.000 y u$s14.000 millones.
Pocas horas después, el directorio del Banco Central aprobó otorgar una serie de incentivos dirigidos a la patronal agraria a fin de incentivar la venta de esos porotos de soja, la cual tendrá vigencia hasta el 31 de agosto.
Si bien no se trata de una medida directa de devaluación o de una rebaja de las retenciones, algo que pedía y esperaba el sector, lo que resolvió el Banco Central es darles dos “beneficios”: por un lado, un seguro de cambio, una garantía de que sus pesos no perderán valor ante el dólar; y por el otro, acceso ilimitado al dólar minorista que es mucho más barato que los dólares financieros a los que se vuelca mayoritariamente la patronal para conseguir los verdes.
¿De qué se trata la medida? Si un productor vende porotos por -a modo de ejemplo- un valor de $ 1000, puede colocar el 70% (es decir $ 700), en un depósito a la vista que puede ser retirado en cualquier momento y cuyo valor evolucionará atado al dólar oficial.
Con el otro 30% ($ 300), el productor puede ir al mercado único de cambios y adquirir dólares. Hasta ahora, los productores tenían los mismos límites que cualquier persona para acceder a este mercado; si lo querían hacer como empresas, debían justificar el pedido de divisas: sea para importar o pagar deudas o regalías.
En limpio: el productor que venda soja hasta el 31 de agosto puede comprar dólar solidario con el 30% de sus pesos y poner el 70% restante en una cuenta a la vista, tipo Caja de ahorro, atada al tipo de cambio oficial. Para cubrir sus gastos, podrá usar esos pesos o vender sus dólares al MEP.
Según explica el periodista especializado Randy Stagnaro en Tiempo Argentino, hay que tener en cuenta que la decisión del Banco Central mejora en forma superlativa la capacidad de los productores de soja para preservar el valor de sus pesos frente a la pérdida de valor por la devaluación y la inflación. En primer lugar, porque al colocar el 70% en los depósitos a la vista vinculados al dólar, se evitan comprar un bono u otros instrumento semejante que está sujeto a los vaivenes del mercado. En segundo lugar, porque al acceder al mercado cambiario por el 30% restante, adquieren dólares a $ 235 (valor de este martes) a los que hay que restarles la devolución del 35% de anticipo de Ganancias (queda a $ 160 neto) mientras que en la actualidad lo compran a $ 320 vía el dólar MEP o el contado con liqui.
Entre las consecuencias de esta medida, Stagnaro resalta que el seguro de cambio podría implicar una mayor emisión monetaria para compensar la devaluación del peso frente al dólar oficial. Mientras más pesos vayan a parar a esos depósitos a la vista más emisión será necesaria. Por otro lado, el acceso al mercado cambiario derivaría en más presión alcista sobre el dólar, lo que impactaría en los depósitos a la vista –por la devaluación del peso– con lo que se generaría un círculo vicioso. La suba del dólar pegaría, además, en los precios internos, alimentando la inflación. Por último, la demanda de dólares oficiales golpearía las reservas del BCRA.