Esta semana se presentó el Plan Nacional de Lucha contra el Fuego, que incluye un fuerte aumento presupuestario destinado al combate y prevención de incendios forestales en todo el país, y financiamiento en medios aéreos y equipamiento.
El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, junto al secretario de Control y Monitoreo Ambiental, Sergio Federovisky, presentaron en el salón Pueblos Originarios de la Casa de Gobierno el Plan Nacional de Lucha contra el Fuego, que incluye un fuerte aumento presupuestario destinado al combate y prevención de incendios forestales en todo el país. La inversión prevista para los próximos 18 meses es de USD 50 millones.
Al respecto, Cabandié expresó: “Vamos a seguir en esta tesitura, invirtiendo y apostando. Creemos fuertemente en la necesidad de preservar, de cuidar, de conservar”.
Además, el ministro destacó el trabajo en territorio de las y los brigadistas y aseguró que su presencia “es lo que marca la posibilidad de que los fuegos se extingan, se apaguen, se controlen”, lo cual ocurre “con el apoyo de los medios aéreos”, a lo que agregó: “Estamos poniendo mucho hincapié para mejorar sus condiciones laborales”.
También manifestó que “falta una pata fundamental”. “El 95 por ciento de los fuegos tienen la mano del hombre o mujer, que por dolo o imprudencia generan esos focos”, explicó. Indicó que el Ministerio puede aportar “herramientas, instrumentos e información”, en particular, para la zona del Delta del Paraná. “Eso nos arroja la localización de focos ígneos”, agregó, además de señalar que cuando eso “se cruza con información catastral de las provincias, la Justicia puede determinar claramente quiénes son los que prenden permanentemente fuego en el territorio”. “Por eso le rogamos a la Justicia que nos diga quiénes son los que prenden recurrentemente. Mañana vamos a acercar toda la información al juzgado de Victoria para que puedan actuar. Esperamos que sea así” finalizó.
El plan contempla un acuerdo marco con el Estado francés para la provisión de medios aéreos y equipamiento que incluye un avión observador para transportar brigadistas, cinco aerostatos para vigilancia y monitoreo con cámaras infrarrojas y de visión, autobombas forestales, puesta en valor y recuperación de seis helicópteros y capacitaciones a brigadistas. Además, prevé el alquiler de un helicóptero de mediano porte con capacidad de arrojar 4.500 litros de agua para la próxima temporada estival.
En el mismo sentido, la cartera nacional suscribió con Canadá un memorando de entendimiento para la compra de helicópteros Bell 407 GXI equipados para la lucha contra el fuego y helicópteros usados Bell 212, con garantía del Estado canadiense. También se acordó el alquiler, para el próximo verano, de un helicóptero Chinook con capacidad de arrojar cargas de 10.000 litros de agua en cada pasada.
Asimismo, el plan incluye la compra de cuatro camiones con dormitorios y servicios sanitarios para garantizar la cercanía de las y los brigadistas al área de incendios y un servicio de detección temprana mediante drones, faros de vigilancia y aerostatos que cubren áreas sensibles y de difícil acceso.
Además, se compraron camionetas de ataque rápido y transporte de personal y maquinaria pesada para el manejo del combustible forestal. También se contemplan 41 convenios de cooperación a suscribirse con diferentes provincias y municipios para que estos dispongan de los fondos con el fin de adquirir las herramientas necesarias y la atención de las emergencias de fuego por un monto estimado de $ 900 millones. En este caso, se dedicarán a mejorar la situación de combate a nivel federal según el criterio y la necesidad de cada jurisdicción.
Cabe destacar que es el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) el organismo dependiente del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, encargado de la coordinación de los recursos requeridos para el combate de incendios forestales, rurales o de interfase.
De acuerdo con la Ley 26815 de Manejo del Fuego la supresión de incendios se estructura en tres niveles operativos. Frente a la fase de ataque inicial de todo incendio, es la autoridad jurisdiccional la responsable de llevar a cabo las tareas de control del fuego. Si la autoridad jurisdiccional considera que su capacidad de respuesta se encuentra comprometida o agotada, puede solicitar apoyo regional lo que implica movilizar personal, materiales y equipos provenientes de las demás jurisdicciones que integran la región. Por último, cuando la magnitud del incendio supera el apoyo regional, se pide ayuda al Servicio Nacional de Manejo del Fuego para afectar recursos de otras regiones. Los recursos enviados pueden ser brigadistas, aviones hidrantes, helicópteros, camionetas y otros vehículos.