A casi 16 años de la desaparición de Julio López, cuyo testimonio fue clave en el juicio al genocida recientemente fallecido, la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de La Plata sostiene la hipótesis de un operativo de secuestro y desaparición armado por Etchecolatz.
La desaparición del testigo Jorge Julio López hace casi 16 años ganó centralidad esta semana con la muerte del principal sospechoso del presunto secuestro, Miguel Etchecolatz, en tanto la fiscalía cruza millones de llamadas, se investigan tumbas NN y se produce un documental sobre el episodio.
López aportó una declaración clave en el juicio al represor Etchecolatz en 2006, al atestiguar que presenció ejecuciones sumarias y tormentos que el comisario de la Policía bonaerense aplicaba a sus víctimas cautivas ilegalmente en los centros clandestinos de La Plata.
El albañil López fue detenido-desaparecido por primera vez el 27 de octubre de 1976, junto a sus compañeros de la Unidad Básica "Juan Pablo Maestre", ubicada en el mismo barrio en el que vivía, Los Hornos, en las afueras de La Plata.
López pasó por cuatro centros clandestinos en los que sufrió torturas y presenció el asesinato de sus compañeros de militancia Ambrosio Francisco de Marco y Patricia Dell'Orto.
Recuperada la democracia, López asumió el compromiso de contar aquellos crímenes y así lo hizo en los "Juicios por la Verdad", que no tuvieron consecuencias penales pero sí alumbraron el horror, y luego en los juicios de lesa humanidad que se desarrollaron tras la derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida.
"A un costado estaba Etchecolatz y les decía 'Dale, dale, subila un poco más (la electricidad de la picana), que este gringo que está en la parrilla una vez yo lo picaneé y se dio vuelta, porque era a batería esa máquina' (la picana)'... y se me ponía cerca con una capucha peluda de mono y me decía 'Hacete el guapo como te hiciste aquella noche', ese día la picana no me hacía mucho porque era con batería. Sentía un cosquilleo. 'Ahora vas a sentir, prendela directo de la calle', ordenaba", relató López en su testimonio del 28 de junio de 2006.
El 18 de septiembre de ese año López tenía previsto ir a la lectura del veredicto que condenaría a reclusión perpetua a Etchecolatz pero nunca llegó, y si bien varios vecinos lo vieron por su barrio aquella mañana, nunca más se supo de él.
La segunda desaparición de López produjo un impacto político y social que aún perdura y, a casi 16 años de su desaparición, la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de La Plata, a cargo de Hernán Schapiro y Gonzalo Miranda, sigue teniendo como principal hipótesis un operativo de secuestro y desaparición armado por los represores del llamado "Circuito Camps".
En esa línea de investigación buscan pistas en el entrecruzamiento de más de 10 millones de llamadas en la zona de la desaparición en los días previos y posteriores al presunto secuestro, con la ayuda de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) del Ministerio Público Fiscal.
Estos registros, que recién ahora pudieron sistematizarse por el avance tecnológico y el trabajo de la DATIP, pueden identificar patrones de conexiones entre dispositivos móviles, más no el contenido de esas comunicaciones ni los titulares de las líneas.
Otra de las iniciativas apunta a despejar que López pueda estar enterrado como NN en el Cementerio de La Plata y para ello se convocó al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) que ya trabaja en los registros, certificados de defunción y de inhumación para determinar si es necesario exhumar algunos de esos cuerpos para tomarles muestras genéticas y contrastarlas con los familiares de López.
La búsqueda de López llegó al cine
Para dar cuenta de estos esfuerzos por encontrar a López y el trauma social que todavía significa, un grupo de realizadores audiovisuales desarrolla un documental que ya está en etapa de producción.
El director, Jorge Colás, señaló sobre el proceso que "cuando estábamos con la investigación, y grabando las primeras entrevistas, nos enteramos de la noticia de la muerte de Etchecolatz: no quisiera creer que la muerte del represor sea el final de esta historia, sino un momento de pausa y de quiebre que lleve al final de tanta incertidumbre e impunidad".
Colás, quien también dirigió "La Visita", sobre las visitas de familiares a los presos del penal de Sierra Chica, aceptó que "más allá de la dimensión histórica y política del caso, siempre me impresionó su dimensión íntima y humana. ¿López tuvo conciencia del engaño? ¿Cómo fue ese instante revelador en que comprendió que sería secuestrado por segunda vez?".
Por su parte, el productor del documental, Tomás De Leone, anticipó que "se van a investigar líneas nuevas y vamos a profundizar sobre cosas que no se han profundizado", y prometió que el producto "va a tener un trabajo periodístico muy grande que incluye entrevistas íntimas con la familia pero también a altos funcionarios de aquel momento".