Mientras Cristina Fernández de Kirchner hablaba desde Ensenada, Martín Guzmán renunció al Ministerio de Economía. Publicó en redes sociales su carta de renuncia, en la que afirma, entre otros puntos: "a mí siempre me pareció (y me parece) que tranquilizar la economía constituiría una verdadera épica".
La sospresiva renuncia fue anunciado por el propio Guzmán, que publicó su carta de renuncia en su perfil de Twitter. "Con la profunda convicción y la confianza en mi visión sobre cuál es el camino que debe seguir la Argentina, seguiré trabajando y actuando por una Patria más justa, libre y soberana", afirmó en el tuit en el que adjuntó el texto, de ocho carillas, dirigido al presidente Alberto Fernández.
"He dedicado mi vida adulta a construir una visión y capacidades para conducir un proceso de normalización del funcionamiento de la economía argentina, que por tanto tiempo ha estado caracterizada por patrones que generan incertidumbre y angustias en la vida de millones de compatriotas", escribió Guzmán, después de agradecer por más 30 meses de trabajo "marcados por un escenario absolutamente singular".
"La primera vez que le hablé a la Argentina como ministro de Economía de la Nación, conté que nuestro objetivo era tranquilizar la economía. Puede que a varios ese concepto no les genere demasiado entusiasmo, pero a mí siempre me pareció (y me parece) que tranquilizar la economía constituiría una verdadera épica", defiende.
Guzmán se lleva consigo a gran parte de su equipo en el gabinete de Economía: renunciaron también Raúl Rigo, a la Secretaría de Hacienda; Roberto Arias a la Secretaría de Política Tributaria y Fernando Morra a la Secretaría de Política Económica.
Más adelante, el ex ministro defiende la política que encabezó en cuanto a la deuda externa. Recuerda que en el momento de asumir como ministro, en "tiempos difíciles", “Una condición necesaria (...) era resolver el problema de las deudas externas insostenibles, que agobiaban tanto al Estado como a la Argentina toda. Ése era un punto de partida. Una condición necesaria, no suficiente, para sacar al país del sendero recesivo con destrucción de puestos de trabajo y de empresas por el que venía transitando, y retomar una senda de progreso económico y social”.
Guzmán destacó al IFE y el programa ATP como políticas de protección de los trabajadores y los hogares argentinos al comienzo de la pandemia. Marcó además "un enorme potencial hacia adelante", vinculado al "crecimiento de la generación de divisas del país" y la decisión de Fernández de "recuperar primero y fortalecer luego el sistema científico y tecnológico del país", entre otros puntos.
"Por delante, será fundamental continuar fortaleciendo la consistencia macroeconómica, incluyendo a las políticas fiscal, monetaria, de financiamiento, cambiaria y energética, así como la coordinación vía políticas de precios e ingresos, para atacar la problemática inflacionaria que daña al funcionamiento de nuestra economía", apunta luego Guzmán. Sobre quien lo reemplace en el cargo, puntualiza que será "primordial que trabaje en un acuerdo político dentro de la coalición para quien me reemplace cuente con el manejo centralizado de los instrumentos de macroeconomía".
"¿Por qué fue tan atacado Perón? Porque usaba la lapicera en función del pueblo, por eso lo atacaron, por eso lo metieron preso y por eso después los bombardeos en la Plaza", exclamaba Cristina Fernández casi en paralelo, desde el acto en homenaje a Juan Domingo Perón en el Polideportivo Municipal de Ensenada, organizado por el Partido Justicialista bonaerense.
En su discurso, Cristina se refirió a la escasez de dólares y la bimonetariedad de la economía argentina. "Tenemos que empezar a discutir estas cosas y no hay posibilidad si no hay un acuerdo si no encontramos un instrumento que vuelva a colocar una unidad de cuenta, una moneda de reserva y una moneda de transacción, si no estamos sonados, venga quien venga", dijo. Más adelante, planteó la necesidad de "empezar a discutir un ingreso universal básico".