Una masiva protesta docente colmó la plaza de Mayo, en el marco de un paro con muy alta adhesión. Amsafe y Sadop demostraron su músculo en una mañana donde se habló de ajuste, salarios y política educativa, se cantó el Himno y se hizo un poquito de pogo.
“100% de adhesión al paro”, “Más de 10 mil docentes en la plaza” repetían los locutores en el acto de cierre de la movilización en la que confluyeron hoy Amsafe y Sadop, en el marco del plan de lucha para que se reabran las paritarias. Esas cifras suelen ser una amplificación, se trata de un juego permitido en toda concentración o huelga. Lo cierto es que, en el escaso tráfico vehicular, en la plaza de Mayo llena de punta a punta y en la algarabía de la concurrencia, se notó que las medidas de fuerza fueron de una inusitada potencia. Entre los dos años de la pandemia y la malaria actual, maestros y maestras habían juntado unas ganas bárbaras de marchar.
El agite mostró sus cambios y continuidades. Al clásico “Unidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode” se le sumó como segundo verso “Unidad de las trabajadoras y al que no le gusta que se joda”. Otros versos donde se decía “hay que poner un poco más huevo” ahora rezan “hay que poner un poco más el cuerpo”. Los cancioneros impresos circulaban entre los asistentes, que llegaron desde toda la provincia con sus carteles de identificación territorial. Al frente, los muñecos cabezones y la bandera argentina. El mayor hit fue “Che Cantero, che Cantero, te venimos a avisar, si se van cargos de adultos, qué quilombo se va a armar”, un reclamo frente a las destitularizaciones y potenciales cierres de espacios de educación para adultos.
Las columnas llegaron por calles diferentes. Sadop se alineó por San Martín al norte, Amsafe hizo el recorrido tradicional desde plaza de Soldado, por San Jerónimo. Con los principales dirigentes a la cabeza, se encontraron delante del escenario, apostado de espaldas a Casa Gris, caminando en cámara lenta en una escena un poco cinematográfica de saludo, tipo de Avengers sindical.
Los reclamos
La reapertura de la paritaria para discutir salarios, cargos e infraestructura fue el disparador de la protesta y del paro de 48 horas. Si bien el acuerdo original de 2022 estipulaba una revisión en septiembre, la pérdida de poder adquisitivo, los avances sobre titularizaciones y los nuevos anuncios de política educativa justificaron las demandas. Por fuera del reclamo fuerte, el salario, se apuntó a la ministra de Educación, Adriana Cantero, por tomar decisiones inconsultas, específicamente respecto de la extensión horaria de clases y de la eliminación de la repitencia para el secundario.
El primer orador de la mañana fue José Testoni, por la CTA de los Trabajadores. Testoni recordó a “los que sufren tanto o más que nosotros, los compañeros que se organizan en cooperativas, en organizaciones sociales, en movimientos sociales, los que sostienen la comida de nuestro pueblo, cuando el Estado se retira y desaparece el empleo formal. Ellos también tuvieron movilizaciones importantísimas”.
Tras agradecer la presencia de otros sindicatos, arrancó aplausos al indica que “Los paros de Amsafe y Sadop, como les enseñamos a nuestros alumnos, no son para quedarse en la casa ordenando el ropero, son para salir a la calle, para la unidad, la organización y la lucha”.
Después de Testoni habló el titular de Sadop Rosario, Martín Lucero, de tono más pícaro y jovial. “Parece que los gobernantes no entienden, que viven en Narnia. Dicen que están esperando una señal del gobierno nacional. Ni siquiera leen el diario. El gobierno nacional adelantó la paritaria hace dos meses. Acá, todavía en veremos”, expresó.
“Hay que discutir la extensión horaria en paritarias. Es totalmente cierto. Los que tendrían que tener extensión horaria son ellos, y trabajar un poco más, ¿no? Lo mismo pasa con la mal llamada no repitencia, que un día a la ministra se le ocurrió, sin preguntarle a algún profe, ya ni siquiera a los sindicatos. La ministra de Educación sabe que con esos titulares rimbombantes va a entrar en los medios nacionales, pero no va a poder volver a entrar a ninguna escuela”, exclamó Lucero.
Lo siguió Pedro Bayúgar, titular de Sadop Santa Fe. “La política es el arte de hacer posible lo necesario y lo necesario es que este pueblo tenga educación y para ello es necesario también que haya docentes y trabajadores que tengan salarios dignos suficientes para enfrentar sus requerimientos y también alumnos sin hambre y escuelas dignas”, dijo el veterano jefe de los docentes privados
“El compromiso es continuar unidos en la lucha. Procuremos estar siempre unidos en la escuela, en la calle y en todo lugar porque sólo así lograremos transformar esta situación de injusticia en una paritaria que nos lleve a cosechar el fruto que es nada más y nada menos que justicia para los trabajadores y las trabajadoras de la educación”, finalizó.
Cerró el titular de Amsafe provincial, el recientemente electo Rodrigo Alonso. Habló de ajuste, de parches y de docentes por debajo de la línea de pobreza:
• "Queremos paritarias porque queremos discutir lo que está pasando, por ejemplo, con la modalidad de adultos. El gobierno amenaza con sacar cargos, con cerrar centros de alfabetización. No solamente vulneran un derecho, el del trabajador, sino que vulneran el derecho a la educación. Lo decimos claramente: ¡eso se llama ajuste!"
• "Queremos paritarias para discutir las políticas educativas. El gobierno pretende solucionar nuestros problemas, los que vemos en la escuela pública, con media hora más de clases o hablando de la promoción en el secundario. Nosotros no queremos discutir ningún parche, nosotros queremos discutir el modelo educativo".
• "Queremos discutir el tema salarial. Es inadmisible que haya compañeras y compañeros por debajo de la línea de la pobreza. Perotti, no queremos comprensión, lo que nosotros queremos es un salario digno para llegar a fin de mes. El gobierno tiene recursos. Aumentaron los recursos propios y coparticipables. ¡Dejen de guardar la plata debajo del colchón!"
Bajo el sol
Apenas terminadas las palabras de Alonso, engancharon el Himno Nacional. Con años de disciplina encima, los docentes enderezaron la columna, cerraron silencio y entonaron las estrofas. Varios se tomaron las manos y las alzaron. La analogía es fácil, pero no es menos justa: había mucho de acto escolar en la protesta. Incluso, en la parte de la estudiantina. Terminado el Himno sonó a toda potencia “Jijiji” de Los Redondos y se desataron pequeños e improvisados, aunque ordenados, conatos de pogo. En esa celebración final se puede avizorar que la protesta sindical está lejos de detenerse.