El libro Socios eternos de Julián Scher reconstruye 46 historias breves de hinchas de Racing desaparecidos durante la dictadura. En diciembre, el club les restituyó su condición de socios.
No se puede pensar la historia reciente de nuestro país sin la memoria como brújula para el futuro. Y los relatos que rescata el sociólogo Julián Scher en su libro Socios eternos, acerca de los hinchas racinguistas que desaparecieron en la última dictadura, están llenos de memorias futboleras: las de los socios desaparecidos, con carnet, con tribunas, subidas y bajadas, con alma de club, con padrones, con amores y con esas ausencias que duelen y llenan el espíritu de lucha.
Racing y buena parte de su gente camina la vida con memoria. Hace algunos años Scher decidió involucrarse en esa pasional y dolorosa historia pintada de celeste y blanco con un primer trabajo: Los desaparecidos de Racing (2017). Entre esos desaparecidos están el periodista Roberto Santoro y Alejandro Almeida, hijo de la Madre de Plaza de Mayo Tati Almeida.
En esa primera obra se plasmaron once vidas, once hinchas de fútbol, once militancias y once desaparecidos. Es un libro donde se manifestaron, una vez más, las relaciones entre el deporte y la dictadura a partir de la reconstrucción de las biografías futboleras y políticas de once racinguistas que son parte de los 30.000. “Estas historias fueron construidas a través de testimonios de gente que conoció a esas personas en distintos momentos y facetas de su vida. Si bien es un libro muy vinculado con Racing, Racing no deja de ser una excusa y podrían haber sido hinchas de Boca, River, Independiente o cualquier otro equipo. Es más, estoy convencido de que irán apareciendo más trabajos para rescatar la memoria de los hinchas o socios de distintos clubes que engrosaron la lista de los 30 mil desaparecidos”, explicó Scher en su momento.
Aquellas once historias parieron a otras 46 que ahora viven en Socios Eternos. En 2019 el autor del libro le planteó a la comisión directiva la idea de que el club restituyera la condición de socios a aquellos hinchas asesinados y desaparecidos tras el golpe de Estado de 1976. Cinco socios de Racing formalizaron la iniciativa. Ellos fueron Jorge Watts, sobreviviente de la dictadura y fundador de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, fallecido por Covid 19 en marzo de 2021; Carlos Krug (su hermano Alberto está desaparecido); el actor y actual vicepresidente de Radio y Televisión Argentina, Osvaldo Santoro; el científico Miguel Laborde, hasta el 2019 presidente del Conicet y viudo de la defensora de los derechos humanos Adriana Calvo, y el periodista Carlos Ulanovski, que se encargó de escribir el prólogo del segundo libro de Scher.
Presentes en las tribunas
El 7 de diciembre de 2021 en el estadio de Racing se realizó el acto de entrega de los carnets de socios. El cuero de color azul, el nombre y la foto, el número 30.000 y la acreditación de “Socios Eternos”. Ese día el club que los hizo felices los inmortalizó en un objeto tan pequeño para la vista y tan enorme para el corazón.
Julián Scher, en diálogo con Pausa, manifestó que “es importante dejar testimonio de los sucesos que construyen memoria, verdad y justicia y me parece que el acto que realizó Racing ese día en su estadio, es decir, el acto de restitución de la condición de socios a los hinchas y socios detenidos–desaparecidos, merecía ser documentado. El papel de los familiares, de los amigos y de los compañeros de los 46 socios eternos fue tan determinante que mi función apenas fue la de ordenar un poco las piezas del rompecabezas que ya estaban dando vueltas en audios, textos y videos”.
—¿Cómo es el formato literario del libro?
—El libro está compuesto de 46 breves historias ancladas en aquel acto reparatorio. Son 46 como un homenaje a los 46 socios eternos. Cada pequeña historia está acompañada de una imagen y ambas funcionan como una unidad de sentido. A veces, el texto acompaña a la foto; y, en otras ocasiones, es la foto la que acompaña el texto. En todos los casos, intentan captar esos instantes de belleza que se vivieron esa tarde mágica en Avellaneda.
—¿Por qué Racing es un club símbolo en estas cuestiones vertebrales de nuestro país?
—Creo que, por suerte y por lucha colectiva, Racing forma parte de la regla y no es la excepción en lo que respecta a la memoria. Son muchas las instituciones deportivas que en los últimos años realizaron múltiples y diversos actos reparatorios sobre esta cuestión, lo que significa que han ido admitiendo que los clubes también fueron víctimas del plan sistemático de exterminio desplegado por la última dictadura. Sin dudas, Banfield marcó un antes y un después al restituirles la condición de asociados a once hinchas detenidos–desaparecidos en octubre de 2019. Eso desató una saludable ola a la que se sumó Racing después de un año –el 2021– de mucho trabajo. Fue mucha la gente que adentro y afuera del club aportó granitos de arena para que el acto sea posible.
—Hubo interés de algunos clubes por recuperar la memoria desde sus propios padrones societarios, ¿cuánto aportan esos actos en el rol social que tiene un club?
—Pienso que lo sepan o no lo sepan, lo digan o no lo digan, los clubes también fueron víctimas del proceso genocida. Que salga a la luz esta verdad, que durante varias décadas se mantuvo en el callejón de la indiferencia, es un gran triunfo. El fútbol y los clubes de fútbol son en estas tierras una potentísima identidad afectiva. Además, muy masiva y muy central en la lógica del show deportivo. Por todo esto, cuando los clubes juegan un rol social, un rol político, colaboran con la sedimentación de causas nobles como la que vienen empujando Madres y Abuelas desde 1977.
—¿Hay un peligroso relato negacionista que quiere instalarse socialmente?
—Sin dudas. Estoy convencido de que estamos padeciendo una fuerte ofensiva contra la memoria, la verdad y la justicia. Distintos sectores, minoritarios pero poderosos, ejercen palancas desde el poder político, el poder judicial y el poder comunicacional para dar batalla en la arena de la memoria, es decir, en el plano de cómo representamos como sociedad nuestro pasado reciente. Entiendo que la forma más eficaz de dar pelea está asociada a la unidad, a la militancia, a la autocrítica y a la audacia.
La documentación en un libro
El trabajo de ardua investigación durante los últimos años finalizó en la imprenta y luego en la presentación en sociedad de la que fue parte el actor, socio de Racing y uno de los propulsores de la restitución de la condición de socios a los hinchas desaparecidos de Racing, Osvaldo Santoro, el periodista Alejandro Apo y Tota Guede, madre de Héctor y esposa de Dante, ambos desaparecidos el 7 de octubre de 1976. El acto se realizó el 11 de julio en el auditorio Borges de la Biblioteca Nacional, en la ciudad de Buenos Aires.
—¿Con qué sensaciones te fuiste de la presentación del libro?
—Disfruté mucho de la presentación en la Biblioteca Nacional. El libro –o sea, los 46, o sea, los 30.000– estuvo rodeado de gente querida, de gente comprometida, de gente que sabe que sin memoria no se puede construir futuros luminosos. Además, hubo una mesa de lujo: la Madre de Plaza de Mayo Tota Guede, el actor Osvaldo Santoro y el periodista Alejandro Apo. Ahora toca seguir caminando el libro para aportar un pequeño granito de arena a esta lucha.
En la contratapa del libro, el escritor, poeta y militante Vicente Zito Lema escribió: “Socios e hinchas de Racing que sufrieron las brutales consecuencias del terrorismo de Estado son amorosamente dignificados en un acontecimiento ejemplar: ser nombrados Socios Eternos de una pasión popular de la que fueron significativa parte”.