El Foro contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe reiteró el reclamo de esclarecimiento y justicia. "Seguirá vivo entre nosotros el ejemplo de este humilde y digno trabajador, al que no le tembló la voz para denunciar a sus torturadores", afirmó el organismo de derechos humanos.
Hace 16 años que nos preguntamos dónde está Julio López. Desaparecido por segunda vez el 18 de septiembre de 2006, el militante peronista nacido en General Villegas (Buenos Aires), aportó su testimonio en uno de los primeros juicios de lesa humanidad desarrollados luego de la nulidad de las leyes de impunidad. En 2006, gracias a su testimonio, fue condenado a prisión perpetua el genocida Miguel Etchecolatz. Un día antes de conocerse la sentencia, Jorge Julio López fue nuevamente desaparecido.
En el marco de este aniversario, el Foro contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe reiteró el reclamo de esclarecimiento y justicia. "Seguirá vivo entre nosotros el ejemplo de este humilde y digno trabajador, al que pese a su avanzada edad, no le tembló la voz para denunciar en el juicio a sus torturadores. A ser la voz de quienes habían sido privados de ella. Su voz resuena frente al negacionismo que intenta instalarse hoy", manifestaron.
La segunda desaparición de López se caratuló primero como desaparición de persona; luego se investigó como desaparición forzada. Aunque no se avanzó en saber el paradero del testigo, las sospechas apuntan a grupos vinculados a la Policía Bonaerense, de la que Etchecolatz fue un alto mando hasta ser juzgado por sus crímenes en la dictadura.
López declaró como testigo en la causa contra Etchecolatz el 28 de junio de 2006. Ya había brindado su testimonio antes, durante el Juicio por la Verdad desarrollado en La Plata en 1998. El 18 de septiembre de 2006 era el día de los alegatos. El testigo le había pedido a su sobrino Hugo Savegnago que lo pasara a buscar por su casa, con el fin de asistir al tribunal. Ese día desapareció por segunda vez. Al morir el represor el pasado 2 de julio su hijo, Rubén López, expresó: "Lamento que se haya muerto sin decir qué pasó con mi viejo y sin decir dónde están los detenidos desaparecidos. Si bien estaba cumpliendo 9 cadenas perpetuas todavía faltaban varios juicios".
El militante estuvo detenido-desaparecido, desde fines de 1976, en cuatro centros clandestinos del circuito que manejaba el jefe de la Bonaerense durante la dictadura, Ramón Camps, de quien Etchecolatz -entonces director General de Investigaciones de esa fuerza- era mano derecha. López sufrió torturas y presenció varios asesinatos, entre ellos los de dos compañeros de militancia, Ambrosio Francisco de Marco y Patricia Dell'Orto. El 4 de abril de 1977 fue "blanqueado" y trasladado a la Unidad Penal Nº 9 de La Plata. Fue liberado el 25 de junio de 1979.