El Consejo Directivo de la CGT suspendió la reunión prevista para este lunes con motivo de analizar la posibilidad de un paro con movilización, luego del ataque perpetrado el jueves por la noche contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y resolvió mantenerse en "estado de alerta" y "seguir la evolución de los acontecimientos".
"Frente a la respuesta contundente de los trabajadores a la convocatoria efectuada y por las razones expuestas en la última reunión, corresponde dar por superada la reunión del Consejo Directivo convocada para el día de hoy, seguir la evolución de los acontecimientos y mantener el estado de alerta", expresó un comunicado difundido por la central.
El viernes por la mañana los integrantes del Consejo Directivo deliberaron varias horas en el histórico edificio de Azopardo al 800, repudiaron de forma unánime el ataque con arma de fuego cometido por un ciudadano brasileño frente a las puertas del domicilio de la Vicepresidenta de la Nación y titular del Senado, y declararon el estado de alerta y sesión permanente.
Los gremios confederados en la CGT, junto con los de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) y los de su par Autónoma (CTAA) -que conducen Hugo Yasky y Hugo Godoy, respectivamente- participaron luego en la multitudinaria movilización hacia la Plaza de Mayo para repudiar el ataque e intento de magnicidio contra la Vicepresidenta.
Previamente la CGT había debatido la posibilidad de convocar a un inmediato paro general ante los graves hechos ocurridos, pero las opiniones estuvieron divididas y finalmente se optó por marchar el viernes hacia la Plaza de Mayo, aunque se ratificó el nuevo debate de este lunes.
Antes de que el presidente de la Nación, Alberto Fernández, decretara el feriado nacional para el viernes 2 de septiembre, los gremios ya habían comenzado a deliberar sobre un posible paro general para ese día. Fue después de las palabras del presidente que decidieron poner en pausa el paro para sumar sus banderas a la movilización.