Lula votó en San Pablo y dijo que la elección define un “modelo de país y de vida”. Bolsonaro hizo lo propio en Río de Janeiro, vestido con la camiseta del seleccionado de Brasil.
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva votó este domingo cerca de San Pablo y aseguró que el balotaje de la elección presidencial contra su rival el mandatario Jair Bolsonaro definirá un “modelo de país y de vida” en Brasil.
Lula, de 77 años, dijo que esta era la elección más importante de su carrera y que estaba confiado en que “la democracia vencerá”, luego de votar en Sao Bernardo do Campo, en el cordón industrial del Gran San Pablo, donde forjó su trayectoria sindical y política.
En declaraciones a periodistas, el líder de izquierda dijo que en caso de ser electo incluirá en el plan de transición hasta asumir el 1 de enero una serie de viajes internacionales que incluirán los principales socios de Sudamérica, Estados Unidos, China y la Unión Europea.
“Debemos ser un bloque fuerte para poder negociar con Estados Unidos, China y la Unión Europea. Unidos somos fuertes, separados somos débiles”, aseguró Lula.
El veterano líder de izquierda promete “arreglar el país”, impactado todavía por la crisis de la pandemia de coronavirus y sus 688.000 muertos, que ha achacado a una pésima gestión de la crisis sanitaria por parte de Bolsonaro.
Lula ha hecho hincapié en los logros socioeconómicos en sus dos mandatos, entre 2003 y 2010, cuando 30 millones de brasileños salieron de la pobreza con iniciativas sociales financiadas con un boom de las materias primas que exporta Brasil.
Bolsonaro: “Si Dios quiere seremos victoriosos”
El presidente de Brasil y candidato a la reelección, Jair Bolsonaro, votó en una escuela de Río de Janeiro y dijo que esperaba vencer a su rival Lula da Silva “si Dios quiere” y “por el bien de Brasil”.
“Tenemos expectativas de victoria para el bien de Brasil. Solo hemos tenido buenas noticias en los últimos días. Si Dios quiere seremos victoriosos”, dijo Bolsonaro a periodistas luego de votar.
El mandatario de ultraderecha, de 67 años, llegó a la escuela en el barrio Villa Militar, en el oeste de Río de Janeiro, minutos antes de la apertura de las mesas, escoltado por una caravana de autos negros y vestido con la camiseta del seleccionado de fútbol de Brasil.
Seguido por un enjambre de periodistas, Bolsonaro se acercó a saludar a sus seguidores al bajar de su auto, y luego debió esperar a que fueran las 8, la hora de la apertura de las mesas, para que lo dejaran ingresar a la escuela.
Bolsonaro insistió en la noche del sábado con que debería ganar este domingo “con mínimo” 55% de los votos, contrariando todos los sondeos, en declaraciones a la prensa en las inmediaciones del hotel de tránsito en que se hospeda en la ciudad carioca.
En la primera vuelta del 2 de octubre pasado, Lula salió primero con el 48% de los votos y Bolsonaro lo siguió con el 43%, más que lo que habían anticipado las encuestas, que hasta habían pronosticado una victoria del exmandatario en primera vuelta.
Bolsonaro votó más temprano que en la primera vuelta porque tenía previsto dirigirse hacia el aeropuerto Galeao para recibir al equipo de fútbol del club Flamengo, que ayer ganó la Copa Libertadores de América en Ecuador.
Con información de Télam