El mapa político del país, que aún aguarda por el resultado de la contienda presidencial, ya tiene al menos confirmada la conformación de la próxima Cámara de Diputados. De paridad, ni hablemos.

En el camino marcado en 2018 por Joênia Wapichana –que no pudo reelegir–, Sônia Guajajara por San Pablo y Célia Xakriabá, por Minas Gerais, llegarán al Congreso de Brasil. En esta elección hubo 178 candidaturas indígenas, de las cuales 58 fueron para la Cámara de Diputados, un récord histórico.

Con 513 asientos, la cámara baja brasileña es abrumadoramente masculina –no hay ley de cupo– y blanca. Hasta el domingo, había una sola representación indígena –Wapichana, de Roraima, perdió contra la militar bolsonarista Silvia Waiãpi–; ahora habrá dos figuras de los pueblos originarios, ambas se comprometieron con la lucha ambiental y apuntaron a confrontar con la tradicional bancada ruralista. Sólo en 2020, 185 líderes indígenas fueron asesinados en Brasil.

Guajajara tiene como objetivo llevar al Congreso la voz de los indígenas, negros, caiçaras (mestizos habitantes de la Mata Atlántica) y quilombolas (afrodescendientes que habitan en las comunidades quilombolas). Sus principales banderas son la defensa de la Amazonía y la Mata Atlántica, la defensa de los derechos de minorías, el respeto a la diversidad y la pluralidad. Explícitamente se opone al garimpo –minería ilegal de baja escala en la Amazonía– y señala al agronegocio como responsable de la masiva destrucción de los bosques de Brasil.

Tras conocer el resultado, Xakriabá afirmó que va a legislar “con compromiso con el medio ambiente, con el territorio, con el llamado de la tierra, que me trajo hasta aquí. Esta elección es por el planeta. Minas va a sentir orgullo de ‘mujerizar’, ‘reforestar’ e ‘indigenizar’ la política”.

Las diputadas mujeres son apenas el 18% de la Cámara

Con los resultados del domingo 2 de octubre, la Cámara de Diputados de Brasil pasará de tener 77 diputadas a tener 91, dos de ellas trans (ver página 4). El avance es promisorio, pero en el porcentaje se ve el problema: es apenas el 18% del total de 513 integrantes de la Cámara.

La participación promedio de mujeres en los parlamentos de todo el mundo es del 26,4%, según datos de la Unión Interparlamentaria, el organismo que nuclea a los poderes legislativos a escala mundial. Brasil ocupa el lugar 146 entre 193 países.

El Partido Liberal, de Bolsonaro, aportó 17 diputadas en esta elección, mientras que la Federación Brasil de Esperanza (Comunistas, verdes y el PT) sumó otras 21 mujeres a la cámara.