Según los últimos datos del Indec, la inflación de 7,4% en julio superó a los aumentos salariales promedio de todos los trabajadores, sobre todo los no registrados, que llevan perdido casi el 10% del poder adquisitivo en 2022. ¿Cuánto llevamos perdido desde 2015?
Crece el empleo, cae la desocupación, crece el país en 2021 y 2022, cae la pobreza, pero el poder adquisitivo sigue perdiendo fiero en este año, desde el comienzo del gobierno de Alberto Fernández o, más todavía, desde 2015. El impacto en los trabajadores no registrados en fuertísimo
Considerando la inflación y los aumentos de salarios acumulados, siempre según el Indec, en lo que va 2022, a julio el salario privado registrado lleva una pérdida de 1,9%, el público de 0,7% y el no registrado se hunde de forma catastrófica, con una merma del poder de compra del 9,9% en siete meses.
Todo lo que se perdió
Desde que llegó Macri al poder, los trabajadores privados registrados llevan perdido el 20,4% de su poder adquisitivo y los públicos el 25%. Durante la gestión de Alberto Fernández el poder adquisitivo no cayó con la misma brutalidad que durante la gestión de Mauricio Macri, pero siguió en su camino descendente. Es fácticamente imposible recuperar el daño que se inició con la llegada del macrismo.
Que el porcentaje no confunda. Una caída del 25% del poder adquisitivo de un salario registrado equivale a no cobrar el aguinaldo y perder dos sueldos y un poco más en el año. Es muchísimo.
La caída no es pareja. Durante el macrismo el poder adquisitivo se recuperó notablemente en las proximidades de la elección de 2017, que el oficialismo ganó, aunque nunca llegó a los niveles de 2015 (su "mayor" logro fue que los salarios privados quedaran 2,7% abajo de 2015). La mayor pérdida del poder adquisitivo se produce entre 2017 y 2019. La caída es abrupta.
La gestión de Macri terminó con una caída del 20,8% del poder adquisitivo de los privados registrados y de 23,6% de los públicos.
Actualmente, la mayor pérdida de poder adquisitivo durante la gestión de Fernández se observa en quienes tienen salarios no registrados, que acusaron el impacto de la segunda ola del coronovirus. Los no registrados perdieron el 12,1% de su poder adquisitivo desde 2019, los privados registrados perdieron casi 1,7% y los públicos registran una pérdida del 2,7%.
Pese a que ahora los no registrados son los que peor la pasan, son los trabajadores públicos los que más poder adquisitivo perdieron durante más tiempo, sobre todo desde junio de 2020.
Un gobierno que llegó al poder prometiendo mayor consumo al menos debería terminar con un evidente porcentaje positivo de crecimiento del salario real. Sobre todo en el sector público, que es donde parece que se aplicó el mayor ajuste.