¿Qué hace un señor inglés de 73 años cortando la cinta roja de una lavandería comunitaria ubicada entre miles de tiendas de plástico de una ocupación organizada por un movimiento social en San Pablo?
Un mar de ranchos con estructura de caña y paredes lona plástica yace bajo una línea de eucaliptus enormes en las afueras de San Pablo. Es una ocupación del Movimiento de Trabajadores Sin Techo, llamada Lélia Gonzalez. "Nosotros empezamos por la ocupación de la tierra", dice uno de los referentes. Primero garantizar la tierra, después construir.
El lugar está ocupado por los más excluidos: mujeres madres solteras, violentadas sexualmente, negros, LGBTIQ, todo a la vez y sin techo. En la ocupación viven más de tres mil personas, pero cada una de las casillas de plástico ya tiene una reserva. Es el primer paso para que las personas sin vivienda tengan un lugar para vivir.
El MTST inició la ocupación Lélia Gonzalez hace siete meses. Las torres de Novo Pinheirinho, en Santo André, comenzaron de la misma manera, con ocupación de tierras y el emplazamiento de un cientos de pequeños ranchos. Hoy esas torres tienen departamentos de dos ambientes, de 60 metros cuadrados (un 50% más que cualquier plan de vivienda oficial) y a un costo equivalente mensual al de una garrafa de gas. Están orgullosas las mujeres del MTST por sus logros y se entiende por qué.
"Estoy muy orgullosa", dice Andrea Barbosa, residente de una de las torres de Novo Pinheirinho y referente del MTST, que participó en numerosas ocupaciones. "Para muchos tener una mesa, una heladera, tener un sillón, tener un armario, para muchos es poco. Para mí, es mucho, es lo que siempre soñé. Viví mucho tiempo en un rancho, donde conseguía las cosas de la basura para hacer la cama, el armario, la mesa. Ahora estoy en un lugar que yo conquisté. Este departamento lo gané con mucha lucha".
"Cuando la gente habla de Bolsonaro tengo asco, miedo. Mi marido después de un accidente de tránsito fue asesinado con armas de fuego, en 2019. Cuando Bolsonaro defiende las armas me duele mucho. A mi niños ya no les gusta el Día del Padre. Encontré apoyo en el MTST, que me sacó de la invisibilidad y hoy soy una mujer luchadora. Ya pasé por muchas dificultad, mis hijos comían conmigo en la calle y es por eso que tengo mucho amor por la Cocina Solidaria. Encontrar los platos llenos en las Cocinas Solidarias me da mucha alegría", agrega Barbosa. Las Cocinas Solidarias son comedores comunitarios del MTST. Durante la pandemia, abrieron cerca de 200 comedores, distribuyendo gratuitamente casi de un millón de raciones.
Ahora, el MTST quiere convertir ambas acciones en política pública de un futuro gobierno de Lula.
Lélia Gonzalez
Las referentas de la ocupación explican que, en un principio y en asamblea, habían pensado en nombrar el lugar como Angela Davis, en honor a la feminista negra estadounidense. Pero luego, leyendo a la misma Davis, avanzaron a reconocer a las propias intelectuales feministas negras y activistas de Brasil. Por eso el lugar se llama Lélia González.
En los pasillos de la ocupación se ven, cada tanto, cocinas comunitarias. Están apenas más consolidadas, construidas con madera de aglomerado. El lugar tiene dos espacios culturales abiertos, un espacio para asambleas y un lugar específico para el cuidado de menores.
🇧🇷 Estas ocupaciones funcionan así: El eje del MTST es empezar con ocupación de la tierra y a partir de ahí generar el hábitat. En este caso se ubica en el terreno abandonado de una siderúrgica quebrada. La ocupación se decide en asamblea, de acuerdo a la necesidad pic.twitter.com/uvVVwK3oXi
— Periódico Pausa (@PeriodicoPausa) October 28, 2022
La organización se encuentra hoy negociando con la Municipalidad de San Pablo la tenencia del terreno, que hace 60 años está desocupado. Los dueños originales no existen más como tales: el lugar era de una siderúrgica lindante, ahora abandonada. La deuda existente de los propietarios originales con el municipio asciende a 40 millones de reales y el terreno tiene un valor de mercado de 12 millones. Desde el MTST están esperanzados con avanzar.
Viven 3500 personas, se organizan de a 100 con una cocina común en cada grupo. Negocian hoy con la municipalidad y los dueños la tenencia de este terreno que está desocupado hace 60 años. Los dueños deben impuestos por más de 40 millones de reales. pic.twitter.com/qQTAqDgUxl
— Periódico Pausa (@PeriodicoPausa) October 28, 2022
Y Jeremy Corbyn
En el marco de la elección del domingo 30, un contingente nutrido de veedores internacionales visitó y recorrió la ocupación, al caer la tarde. Muchos, incluso los más jóvenes, estaban completamente fatigados por la jornada en las periferias de San Pablo. Primero habían visitado la Cozinha Solidaria y el complejo de viviendas de Novo Pinheirinho y luego habían partido para Lélia Gonzalez. Ya algunos eurodiputados no llegaron a ese último punto del recorrido por los diferentes logros del MTST.
Sí estaba el laborista inglés Jeremy Corbyn, que caminó al frente de la recorrida casi en todo momento. Con 73 años, Corbyn fue invitado a estrenar la lavandería de la ocupación.
Una más, imperdible del día
Tras una jornada agotadora, @jeremycorbyn inaugura una lavandería en la ocupación Lelia González del @mtst pic.twitter.com/wTykI1IXl4
— Periódico Pausa (@PeriodicoPausa) October 29, 2022
Tras los aplausos, los residentes tiraron un potente tres tiros para festejar. Uno de los referentes gritó "Eme té ese té" y se escuchó en estruendo "¡A luta é pra valer!". Corbyn parecía tener cara de estar aprendiendo ahí algo. Aunque a veces las izquierdas europeas, de tan lejanas, se ven como borrosas, chiquitas o insondables.
Cobertura desde Brasil: Gabriela Carvalho y Juan Pascual
Realizado a través de múltiples apoyos, como:
• Ministerio de Igualdad, Género y Diversidad
• Sadop Santa Fe
• Diputado provincial Nicolás Aimar
• ADUL
• Concejala Laura Mondino
• Presidencia del Concejo Municipal
• Cámara de Diputados de la Provincia
• Concejal Federico Fullini