Dos modelos: con Mauricio Macri unas 105 mil personas consiguieron trabajo registrado, con Alberto Fernández, ya van más de 630 mil, a julio pasado. El incremento tiene un ritmo nunca visto. El mayor impulso: nuevos trabajadores privados registrados y los monotributistas.
La gestión económica iniciada en diciembre de 2019 tiene un impacto en el mercado laboral cualitativamente inverso a la del macrismo, incluso habiendo atravesado la pandemia y los efectos de la guerra en Ucrania y de la inflación. Durante el ciclo 2015-2019, poco más de 105 mil personas alcanzaron un empleo registrado, esa cifra se estira a más de 630 mil en 31 meses de presidencia de Alberto Fernández.
Además de cuantitativa (es una multiplicación por seis), la diferencia es cualitativa: el principal impulso proviene del trabajo privado y los monotributistas. El macrismo fue una máquina de destruir empleo privado, contra lo que postula públicamente: entre 2015 y 2019, más de 233 mil personas perdieron su trabajo privado registrado. Y, puntualmente, dentro del empleo privado, el principal empuje lo está dando la industria, un sector cuya caída fue continua y sistemática durante los cuatro años macristas.
Dato mata relato
El empleo registrado en general crece hoy a un promedio de más de 19 mil trabajadores nuevos por mes, contra los poco más de dos mil mensuales que se sumaron durante el macrismo. Así, pese a una caída de casi 400 mil trabajadores entre diciembre de 2019 y junio de 2020, el pico de la pandemia, hoy ya el signo es positivo en más de 630 mil trabajadores registrados nuevos.
La diferencia no se debe principalmente al ingreso de trabajadores públicos. Durante el macrismo entraban mensualmente en promedio unas 2200 personas, cifra que con Fernández crece a 4900 personas en promedio mensual. Sí hay que destacar algo: con Macri ingresaron 108 mil personas al empleo público, es más que todo el empleo registrado nuevo creado durante esa gestión (105 mil personas). Dicho más directo: si no fuera por los ingresos al Estado, así fuesen meramente estacionales y vegetativos, con Macri la creación de empleo registrado daría negativo. Con Fernández, los ingresos al Estado, en todos sus niveles, suman 158 mil personas de 630 mil trabajadores registrados nuevos.
Las principales fuentes de nuevo empleo registrado provienen de los monotributistas y el sector privado. Los monotributistas autónomos, no sociales, crecieron a un ritmo de 7400 personas nuevas promedio por mes con Fernández, contra 3400 con Macri. Hoy hay más de 1.859.000 monotributistas, se sumaron más de 238 mil con Fernández. Es un sector en pleno crecimiento, de alta precariedad y que no suele recibir políticas de apoyo específicas.
Unas 126 mil personas consiguieron un trabajo registrado privado durante el gobierno de Fernández. En cifras absolutas, son menos trabajadores nuevos que los públicos y los monotributistas. Pero es la fuente privada de nuevo empleo la cualitativamente más distinta respecto del macrismo. ¿Por qué? Con el modelo de Juntos por el Cambio más de 233 mil personas perdieron su trabajo privado registrado. Es un montón: fue una retracción del 3,7% en la cantidad de trabajadores registrados privados, contra una recuperación actual del 2,1%.
Este cuadro lo releva mejor, pues muestra las variaciones interanuales: compara cuántos trabajadores privados registrados hay en un mes y en el mismo mes del año anterior. Así, se puede ver que durante los cinco últimos años de CFK hubo apenas cinco meses donde se destruyó trabajo y que durante el gobierno de Fernández sólo se destruyó trabajo entre diciembre de 2019 y marzo de 2021, casi todo pandemia.
Sin embargo, durante el gobierno de Juntos por el Cambio el cuadro es completamente inverso. En apenas 17 de los 48 meses del mandato de Mauricio Macri hubo creación de trabajo privado registrado, sólo entre marzo de 2017 y agosto de 2018.
Actualmente, el ritmo de crecimiento interanual del trabajo registrado privado es altísimo: entre el 1% y el 1,5% ha de ser el alza anual mínima para acompañar el aumento de la población. Esa tasa en julio de 2022, último dato disponible, está en 4,8%.
El principal dato de julio es que el sector privado ya consolidó su repunte después de su caída estacional de 2022. De mantener su ritmo de crecimiento iniciado en el ciclo 2021, puede llegar a 2023 con la cifra más alta de trabajadores privados registrados desde que hay registro.
Resulta así que el modelo económico actual, planteado en el peor contexto mundial de lo que va del siglo, genera muchísimo más trabajo del sector privado que el modelo 2015-2019. No es opinión, es dato duro.
Dentro del sector privado
Y el principal motor del crecimiento del sector privado es la industria. Allí es donde más se revela la diferencia. Con el macrismo se destruyó más del 13% del trabajo registrado industrial. Son casi 169 mil obreros menos. A la inversa, con Fernández van más de 69 mil nuevas incorporaciones. La curva se explica por sí misma.
Uno de los sectores más afectados por la pandemia fue el del comercio, la hotelería y los restaurantes, de fuerte impacto en las clases populares. También se contrajo durante el macrismo, un 2,5%, mientras que ya ahora ya muestra un crecimiento de poco más de 31 mil trabajadores registrados nuevos en la comparación julio de 2022 con diciembre de 2019.
El principal dato de este sector es que superó su caída estacional de otoño sin ningún impacto. Todos los años hay un fuerte bajón de empleo entre enero y junio, no en 2022. Es el fenómeno de la crisis inflacionaria con restaurantes, comercios y hoteles llenos.
Por último, otra de las principales fuentes de trabajo registrado para las clases populares es la construcción. Aquí también, el achicamiento en la cantidad de trabajadores registrados durante el macrismo fue feroz: una retracción del 8,3%. Con Fernández lleva un 3,7% de crecimiento.