ARVAC Cecilia Grierson (ARVAC CG) fue desarrollada con participación del CONICET. Los primeros análisis revelaron que es "segura y muy inmunogénica". Es la primera vez que una vacuna de enfermedades infecciosas desarrollada en el país completa los estudios clínicos de Fase I.
La vacuna argentina contra el Covid-19 ARVAC Cecilia Grierson (ARVAC CG) es "segura y muy inmunogénica", según los primeros análisis en los que participaron 80 personas. La misma fue desarrollada por el CONICET, la Universidad Nacional de San Martín y el Laboratorio Cassará. Es la primera vez que una vacuna preventiva de enfermedades infecciosas diseñada y desarrollada integralmente en el país completa los estudios clínicos de Fase I. Se estima que los ensayos se completen en el primer trimestre de 2023, lo que permitiría que ANMAT autorice la vacuna durante el año próximo.
El proyecto del desarrollo de ARVAC CG cuenta con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y es la suma del trabajo coordinado de más de cien personas pertenecientes a nueve instituciones públicas y privadas: CONICET, UNSAM, Fundación Pablo Cassará, Laboratorio Pablo Cassará, el Centro de Medicina Comparada de la Universidad Nacional del Litoral, F.P. Clinical Pharma, Nobeltri, el INBIRS y CEMIC. La vacuna está diseñada para ser usada como refuerzo y se basa en la tecnología de proteína recombinante, que se usa desde hace décadas para prevenir enfermedades como la Hepatitis B o el Virus del Papiloma humano (VPH).
“La forma de medir la eficacia de ARVAC CG como vacuna de refuerzo fue determinar la cantidad de anticuerpos neutralizantes que tenían las personas antes y después de recibirla. Los anticuerpos neutralizantes son los que impiden que el virus SARS-CoV-2 ingrese a las células y se replique. Se comprobó que nuestra vacuna induce un incremento de hasta treinta veces de esos anticuerpos contra tres variantes del virus: Ómicron, Gamma y Wuhan”, detalló Juliana Cassataro, investigadora en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas Dr. Rodolfo Ugalde (IIB), que depende de la UNSAM y del CONICET. Asimismo, también resaltó que ARVAC CG está diseñada para que su principio activo pueda ser actualizado y así hacer frente a nuevas variantes: “Estamos preparando un tipo de vacuna que se pueda adaptar a cambios de variantes de SARS-CoV-2 si apareciera una que escapase totalmente a la inmunización que inducen las vacunas actuales”.
Jorge Geffner, investigador del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (INBIRS, CONICET-UBA), explicó que "los ensayos de neutralización dan una medida de la capacidad de los anticuerpos de neutralizar la infección viral ensayada en el laboratorio y eso es una medida muy confiable de la inmunogenicidad de la vacuna, es decir, te pronostica si la vacuna va a andar bien o no". En el mismo sentido, Jorge Cassará, director comercial del Laboratorio Cassará, señaló: “Normalmente las fases I son para evaluar la seguridad de la vacuna en una cantidad acotada de pacientes. Nosotros hicimos una fase I más extendida para poder evaluar también inmunogenicidad, es decir tener una idea de la eficacia de la vacuna y son los resultados que presentamos ahora que demuestran que ARVAC CG es segura y también muy inmunogénica”.
ARVAC CG permitirá dejar de depender de vacunas importadas y comenzar a exportar la vacuna nacional a otros países de la región. En relación a este aspecto, Cassataro destacó la importancia de ARVAC GG como herramienta de soberanía: “Durante la pandemia en Argentina tuvo que esperar a que los productores de vacunas abastecieran a los países en los que estaban instalados. Tener una plataforma propia de desarrollo y producción de vacunas recombinantes para nuestro país y la región es muy importante para que eso no vuelva a ocurrir en caso de que haya una nueva pandemia o en el caso de que las variantes que circulen en nuestra región no sean las mismas que en el norte”.