Lo bueno de perder en la primera fecha es que podemos modificar algunas cábalas ¿No era que nos habíamos quitado la presión encima al ganar la Copa América? Lo malo de ganar es que tenés que repetir todo tal cual de acá hasta el final ¿Cuánto vale un abrazo después de un momento de susto? No tengo el tiempo para escribir todas las cosas tiernas que pienso y no caben tantas preguntas en este cuaderno ¿Por qué sufrimos tanto la posibilidad de perder y volvernos antes de lo esperado? ¡Un mate, amor, preparemos un mate, por favor! ¿Colabora esta presión? ¿Es necesaria? Guardame el momento del gol en esta toma, que se quede en la mente hasta la hora de irnos a dormir. Dale, un mate más y mañana amanecé con una sonrisa enamorada.
Es inminente la necesidad de sumar un abrazador a los cuerpos técnicos profesionales. Una persona sensible y carismática. Un ser humano que esté ahí cuando Aimar u otro no puedan con su congoja. Un alguien que comprenda de empatía, que esté atento a la jugada y ofrezca contención ante semejante presión. Una pausa: ya nos diste un montón, Pablito. No sufras más, no tanto. Ya entró el primero, se rompió el cerrojo y somos un puñado de millones encima del número diez.
¡AIMAR, después del gol de MESSI, somos TODOS!#TyCSportsMundial pic.twitter.com/l3e3VI1HZE
— TyC Sports (@TyCSports) November 26, 2022
Yo no puedo oficiar de abrazador, lo reconozco. Yo me hubiese distraído y correría a cada rato hacia Mac Allister y Fernández. Ellos son el camino del retorno, el que nos lleva más allá de octavos. Tocar y moverse, asociarse y ofrecer una nueva opción. Argentina se sostuvo en el primer tiempo con esos destellos de Alexis y floreció con la desfachatez de Enzo en la segunda parte. En un fútbol tan táctico y cada vez más físico, la inteligencia y la frialdad de estos pibes libera su creatividad en un contexto adverso y nos devuelve al sendero del triunfo.
Si estuviera ejerciendo de abrazador, me quedaría insoportablemente colgado a Fideo y La Pulga. Otra combinación Di María y Messi para viejos y nuevos cuadernos de Mundial. ¿Cuántas más? Ángel en modo Champions League, poniéndose la cancha de frente como nadie, logrando que los rivales duden sobre salir o quedarse, controlando el balón en momentos complejos y en espacios reducidos, y tomando la responsabilidad en la peor parte del primer tiempo. Y Lionel para abrir y cerrar, para prender y apagar la luz, para terminar con las aspiraciones mexicanas de frustrar y opacar nuestras esperanzas. Messi en modo Messi, indescifrable, inatajable e indispensable.
Me encantan los abrazos del DT y sus ayudantes. Si me convocaran como abrazador, yo estaría siempre en esa foto tipo scrum de rugby. Un gran mérito de Scaloni y su cuerpo técnico es el de refrescar en el momento justo y aprovechar las capacidades de sus dirigidos. El nuestro es un seleccionado con alternativas. Es una gran virtud la de elegir, cuidar y administrar más que 11 titulares. La Scaloneta ha potenciado este grupo y cada jugador del banco aporta soluciones. Cualidades diversas para enfrentar desafíos diferentes. Sumar y remar, en el momento indicado.
Marcelo, el dueño del almacén de la esquina, me consulta si estoy escribiendo estas columnas de párrafos desde Qatar. Le confirmo que sigo estando a dos cuadras de su casa, aunque hace un calor propio del país que organiza el Mundial. Ponemos el mate y nos cebamos. En esta tierra, puede hacer mil grados, pero el ritual no se negocia. No existe mejor complemento, no importa tu estado de ánimo ni la sensación térmica. Preparar el mate salva. Hacía mucho tiempo que no gritábamos un gol así. Una coreografía desprolija de locuras individuales que confluyen en un abrazo para contener un cúmulo de emociones. Improvisamos un apretujo familiar lleno de sonrisas y algunas lágrimas. Alguien patea el mate y la yerba se derrama en el comedor. Nos quedamos un ratito así, saltando y gritando con escasa coordinación. Confirmamos que fue un golazo desde las distintas cámaras y repeticiones mientras respiramos y acomodamos el mate. Todavía sirve, hay esperanza, todavía podemos seguir cebando, compartiendo este placer tan nuestro. Es cuestión de mejorarlo, un poquito de actitud, cariño y tiempo. Hay material para poder disfrutar juntos. Es mate, es fútbol, es Argentina.
Buenísimo escrito... quiero leer en un momento de lectura con mis alumnos de 7mo
Messi en modo Messi...mate y esperanza. Una conjugación inigualable!!