El principal cónclave para enfrentar la crisis climática cerró con un documento que sólo promete un fondo de mitigación para países pobres, pero no avanza en nada para recortar emisiones de gases con efecto invernadero.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP27, terminó el domingo con un acuerdo decisivo para proporcionar financiación por "pérdidas y daños" a los países pobres afectados por los desastres climáticos. Ese es el lado positivo. El negativo: los compromisos para no superar la barrera catastrófica de un calentamiento de 1,5ºC son cada vez más débiles.
"Esta COP ha dado un paso importante hacia la justicia. Celebro la decisión de establecer un fondo para pérdidas y daños", dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, al término de la COP27. Luego lamentó la falta de compromisos más concretos para tratar de cumplir el objetivo trazado en el Acuerdo de París adoptado en la COP21 de Francia, en 2015, de que el calentamiento global no supere los 1,5°C para fines de siglo respecto de los valores preindustriales. "Nuestro planeta aún se encuentra en la sala de urgencias. Necesitamos reducir drásticamente emisiones ahora, y ese es un tema que esta COP no confrontó", dijo Guterres.
La COP27 reunió a más de 45.000 participantes para compartir ideas y soluciones, y crear alianzas y coaliciones. Los pueblos indígenas, las comunidades locales, las ciudades y la sociedad civil, incluidos jóvenes y niños mostraron cómo están afrontando la crisis climática y compartieron cómo afecta a sus vidas.
Simon Stiell, Secretario Ejecutivo de ONU Cambio Climático, recordó a los delegados en la sesión plenaria de clausura que el mundo se encuentra en una década crítica para la acción climática.
En la previa de la COP27, un duro reporte de ONU Cambio Climático respaldó sus observaciones y advirtió que se está haciendo muy poco para evitar la catástrofe. Según el informe, el (in)cumplimiento de los compromisos actuales por parte de los gobiernos nacionales sitúa al mundo en la senda de un calentamiento de 2,5°C para finales de siglo.
Para dejarlo en claro: para la COP26, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU indicó que las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse en un 45% de aquí a 2030 para apenas limitar el calentamiento global a 1,5°C, una cifra de por sí catastrófica.
Dinero para el desastre
El acuerdo, firmado en la ciudad de Sharm el Sheij, sobre el mar Rojo, establece un fondo llamado de pérdidas y daños, algo que las naciones más pobres reclamaban hace años. Según su texto, se "decide establecer nuevos acuerdos de financiación para ayudar a los países en desarrollo particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático a responder por las pérdidas y los daños" sufridos. Para ello se ofrecerán y movilizarán "recursos nuevos y adicionales".
Un comité de transición compuesto de 24 países elaborarán durante un año los detalles sobre el funcionamiento y la financiación de este fondo, con vistas a una adopción en la COP28 a fines de 2023. La financiación recaerá básicamente sobre los países ricos, que históricamente han contribuido más al calentamiento global.
Sobre el fondo específico para países pobres dañados por la crisis climática, Stiell valoró: "Es un resultado histórico que beneficia a los más vulnerables de todo el mundo. Hemos determinado el camino a seguir en una conversación que ha durado décadas sobre la financiación de las pérdidas y los daños, deliberando sobre cómo abordar los impactos en las comunidades cuyas vidas y medios de subsistencia han sido arruinados por los peores impactos del cambio climático”.
Lo cierto es que también en la COP27 se expresó una gran preocupación por el hecho de que los países desarrollados habían prometido movilizar conjuntamente 100 mil millones de dólares al año para 2020, cosa que nunca pasó. Se instó a los países desarrollados a cumplir el objetivo, además de pedir a los bancos multilaterales de desarrollo y a las instituciones financieras internacionales que movilizaran el financiamiento para el clima.
En la COP27 continuaron las deliberaciones para establecer un "nuevo objetivo colectivo cuantificado sobre la financiación del clima" en 2024, teniendo en cuenta las necesidades y prioridades de los países en desarrollo.
Mientras seguimos quemando el planeta
Los casi 200 miembros de la COP reiteraron su determinación a "continuar con los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura [del planeta] a 1,5ºC", pero no mencionaron la necesidad de eliminar las energías de origen fósil.
Desde la Unión Europea expresaron un fuerte descontento por el resultado de la COP27, sobre todo por la falta de avances en los compromisos para reducir las emisiones de carbono. Se repitió lo dicho en la COP26 de Glasgow, sin apuntar a terminar gradualmente con los combustibles fósiles, en lugar de solo el carbón, ni a reducir las emisiones globales para 2025.
"Lo que tenemos ante nosotros no es suficiente. No aporta los esfuerzos añadidos necesarios para que los principales emisores aumenten y aceleren sus recortes de emisiones", declaró el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, en la sesión de clausura de la COP27 de Egipto.
Las emisiones de CO2 derivadas de las energías fósiles volverán a batir récords este año, según un informe que fue divulgado durante la COP27. La declaración final de la COP27 se limita a solicitar un recorte "rápido, profundo y sostenido" de las emisiones.
Puntos destacados
Fondo para pérdidas y daños
Por fin, en la COP27 se estableció la creación de un fondo para pérdidas y daños como consecuencia de la crisis climática en los países más pobres. Ese fondo es un reclamo histórico del sur global. Sin embargo, todavía no hay acuerdo respecto de su implementación.
El límite de 1,5ºC
Desde la COP26 en Glasgow, se estableció como objetivo que el calentamiento global no supere los 1,5ºC sobre el promedio del siglo XX. No hay nuevos compromisos en la COP27 respecto del recorte de gases de efecto invernadero, ni quedó del todo claro cómo se lograría llegar a un pico de emisiones para 2025.
Gas para la transición
Es menos contaminante que el carbón o el petróleo. En la COP27 muchos países en desarrollo con reservas defendieron el gas como fuente de energía de transición. No hubo un acuerdo general para terminar con la producción en general de los combustibles fósiles.
Cambiar el Banco Mundial
Se calcula que los países más pobres necesitan 2,4 billones de dólares por año, de acá a 2030, para poder hacer una transición a una economía verde. Cada vez más países plantean que las instituciones monetarias internacionales tienen que liderar este financiamiento.
Los 100 mil millones
En la COP26, los países ricos habían prometido 100 mil millones de dólares anuales para los pobres, en función de acciones como la reforestación y la restauración de humedales y manglares. Apenas vienen dando 20 mil millones, pero reafirmaron el compromiso.
Ojo que se pudre de golpe
Por primera vez, en el documento se habla de “puntos de inflexión”: el clima no cambia de forma progresiva y lineal, sino que puede haber eventos desencadenantes que disparen y retroalimenten el calentamiento, como el derretimiento del permafrost o la conversión del Amazonas en una sabana, a fuerza de la agricultura.