En un mismo lodo, todos manoseados. Las críticas al Mundial llegan desde los países donde hacen fila para hacer negocios con los árabes.
Es un Mundial muy distinto, el primero en Medio Oriente, en un país árabe musulmán, en los meses de noviembre y diciembre cuando sabemos que los meses mundialistas son junio y julio. Desde el país anfitrión y desde diversos rincones del planeta nos contarán las complejidades, su lado luminoso y su lado oscuro. Qatar tiene mucho de eso, tiene homofobia y leyes esclavistas. Pero también el espíritu de los pueblos del desierto, de los cazadores de perlas en las aguas del Golfo Arábigo.
Visibilizar, de eso se trata. Lo que sucede en Qatar es lo que siempre provocan los Mundiales, mostrar, estar en vidriera. Las vidrieras sirven para atraer, pero no siempre cuando se cruza la frontera de la vidriera se encuentra eso tan bonito y reluciente que se veía desde afuera.
Hoy Qatar es esa vidriera que deslumbra por su modernidad, donde muchos se excitan por los lujos, los autos modelo 2037, los estadios y cualquier dato que tenga que ver con “¡los millones que debe valer eso!”. Para otra parte de la humanidad Qatar pasó a ser la cara del mal. Sobran motivos para ver el lado oscuro de los organizadores del Mundial, pero los que juzgan y van prendidos en el boicot mundialista, ¿tendrán la misma vara para medir las actitudes de los empresarios y líderes políticos de occidente que conviven en la corrupción y en los sistemas esclavistas con falsos rostros de libertad?
La ética, los derechos, la conciencia, la corrupción, la libertad, la cultura de oriente y la de occidente juegan un campeonato complejo, donde todos terminan a las patadas en la cancha de los valores.
Sobornos mundiales
La memoria viaja al 2010. Con aires progresistas, hace 12 años se presentó al Mundial de Sudáfrica como una fantástica oportunidad de integración entre Oriente y Occidente, el Mundial de Qatar tejió un entramado de negociaciones ocultas, con miles de millones de dólares en juego, lo que derivó en el máximo escándalo de corrupción de la historia del fútbol.
El proceso de designación del primer Mundial árabe estuvo vinculado con una estrategia de sobornos a diferentes miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA para favorecer a un país de nula tradición futbolística, escaso territorio (11,571 kilómetros cuadrados, la mitad de la provincia de Tucumán, la más pequeña de Argentina) y temperaturas agobiantes, pero con una vehemente codicia de establecerse como capital deportiva del Golfo Pérsico.
Desde su atribución, el 2 de diciembre de 2010 en Zurich, el Mundial qatarí ha hecho correr ríos de tinta. Después del anuncio de la FIFA, donde Qatar le ganó a Estados Unidos por 14 votos a 8, Barack Obama, entonces presidente norteamericano, exclamó: "Es una mala decisión".
Stop en este tema, si alguien cree que demócratas y republicanos del todopoderoso de América se lleva mal con los dueños de Qatar están muy desinformados. Un par de datos: desde principios de los 2000 las Fuerzas Armadas de Estados Unidos han estado utilizando la base al-Udeid de la Fuerza Aérea de Qatar, ubicada a 32 kilómetros al suroeste de Doha, para prestar apoyo a sus operaciones militares en la región.
Durante las últimas tres décadas, y especialmente tras los atentados terroristas a las Torres Gemelas en Nueva York en 2001, el grueso de las acciones militares de Estados Unidos en el mundo se ha concentrado en Medio Oriente, y Qatar.
Se armó el FIFAgate
Volvemos a la turbia elección de Qatar 2022. Dos años después de conocerse la sede la cámara de instrucción del comité de ética de la FIFA inicia una investigación sobre la atribución de los Mundiales de 2018 a Rusia y de 2022 a Qatar, dirigida por el exfiscal estadounidense Michael García. Hans-Joachim Eckert, presidente de la cámara de enjuiciamiento del comité de Ética de la FIFA, señala en el informe García "comportamientos dudosos", pero sin poner en tela de juicio el proceso de atribución.
El 27 de junio de 2017, el informe García es publicado por la FIFA, después de filtraciones en la prensa. Muestra una serie de transacciones económicas sospechosas, pero no presenta pruebas suficientes para retirar a Qatar la organización del Mundial.
En Francia, la Justicia investiga desde 2019 por "corrupción activa y pasiva" en torno a un almuerzo el 23 de noviembre de 2010 entre Nicolas Sarkozy, entonces presidente de francés, dos altos dirigentes qataríes y Michel Platini, que era en aquel momento presidente de la UEFA, y que otorgó los cuatro votos de la confederación europea al emirato.
El 13 de octubre de 2022, una investigación conjunta de France Télévisions y Radio France revela una nota de la célula diplomática del Elíseo sobre ese almuerzo en la que se prevé abordar, además del Mundial, asuntos como "aviones de combate" y "defensa global antimisiles".
El exsecretario general del Elíseo, Claude Guéant, confirma "conversaciones con Qatar" sobre la venta de aviones Rafale finalmente cerrada en 2015, pero rechaza cualquier vínculo con la atribución del Mundial.
Las investigaciones de la prensa europea revelaron que el presidente de la Federación qatarí y también titular de la Confederación Asiática de fútbol, Mohammed bin Hamman, pagó hasta 3,6 millones a 30 miembros de la FIFA para asegurar el voto favorable a Qatar.
La estrategia de comprar voluntades también involucró a la dirigencia de Argentina y Brasil, según descubrió la Justicia de Suiza en la investigación por irregularidades en el proceso de asignado de las sedes 2018 y 2022. El amistoso disputado por los seleccionados de ambos países en noviembre de 2010, en el estadio Khalifa Internacional de Doha, habría sido la excusa para ganar el voto de sus respectivas federaciones.
El periódico O Estado de San Pablo denunció que la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) recibieron en dinero "tres veces más de lo normal" por el amistoso que la Albiceleste ganó 1-0 con un tanto de Messi.
Qatar contestó que gastó oficialmente 4 millones de euros por el primer cruce entre Messi y Neymar para "demostrar que el país estaba listo para recibir este tipo de partidos".
En el mismo lodo
“FIFAgate” se transformó en una causa judicial tan gigante como atractiva, y el disparador fue Qatar 2022, o como muchos medios internacionales lo catalogan, “el Mundial más polémico de la historia”. Además de los actos previos de corrupción, también aparecen algunos factores atroces, como lo son la falta de derechos humanos para los trabajadores y la diversidad sexual en tierras qataríes.
Amnistía Internacional se encargó de hacer un seguimiento durante los últimos años de las condiciones de abusos y explotación que sufrieron los migrantes que llegaron a trabajar para levantar estadios y otras construcciones relacionadas al Mundial.
Las voces en contra de Qatar se fueron alzando con el correr de las noticias, pero mucho más en estos últimos días, cuando algunos entrenadores y hasta la propia Shakira se negó a estar en la ceremonia inaugural. "Nadie ha pensado en esos trabajadores. Ha habido muchas oportunidades para denunciarlos, pero mucha gente ha ganado dinero por razones equivocadas. Todos somos culpables", dijo el DT de Liverpool de Inglaterra, Jürgen Klopp.
¿Acaso son Alemania o Inglaterra –el país donde trabaja el alemán Klopp– las naciones que pueden tirar la primera piedra para hablar de historias de libertades y derechos humanos?
Y si seguimos metiendo las narices en los negocios y en la vara de la ética y la moral de occidente y oriente, también nos vamos a encontrar con el patrón de Messi: Nasser Ghanim Al-Khelaïfi. Este muchacho nació en Doha hace 49 años y se convirtió en el primer extranjero en ocupar el cargo de máxima autoridad del Paris Saint-Germain.
Desembarcó hace unos años con Qatar Sports Investments (la corporación que –entre otra cosas– impulsó la Copa del Mundo 2022) y además está vinculado al negocio de los medios, ya que preside la cadena de televisión beIN Sports, filial de Al Jazeera.
El maestro Enrique Santos Discépolo nos refresca cada tanto con su Cambalache, por eso hoy, en Qatar y en cualquier lugar del mundo, más que nunca “vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseados”.