A dos días de perder el balotaje frente al nuevo presidente electo de Brasil, Lula Da Silva, Jair Bolsonaro habló por primera vez al público.
Desde el Palacio de Alvorada en Brasilia, el presidente brasileño realizó una breve rueda de prensa tras su derrota en las elecciones del domingo pasado.
En el comunicado demostró su agradecimiento a toda la gente (58 millones de votos) que lo acompañó en las elecciones, "nuestros sueños siguen más vivos que nunca" agregó el mandatario.
En ningún momento reconoció la derrota, ni mucho menos felicitó a su adversario electoral, Lula Da Silva, presidente electo del pueblo brasilero.
Además, calificó a las bloqueos bolsonaristas que se realizan en las rutas de Brasil como manifestaciones pacíficas y dijo que "son siempre bienvenidas", mientras aprovechó para nombrar a los movimientos de izquierda como "destructores del patrimonio y limitadores del derecho".
En el comunicado dijo que "siempre he sido rotulado como antidemocrático", y que respetará los mandamientos de la constitución hasta el cierre de su mandato el 31 de diciembre.
Luego de las breves palabras del líder brasileño, su Jefe de Gabinete, Ciro Noriega tomó los micrófonos para dar comunicar que a partir del jueves comenzarán la transición con el equipo de Lula hasta el momento de su asunción en el Ejecutivo.