Pausa, Periódicas, Tiempo Argentino, El Ciudadano y La Tinta: cinco medios cooperativos cuentan sus estrategias para enfrentar el avance de las derechas, del negacionismo y de los discursos de odio.
En el primer Argentino de Periodismo y Opinión Pública, cinco medios autogestivos compartieron sus experiencias con el público: Pausa y Periódicas, de la ciudad de Santa Fe; Tiempo Argentino, de Buenos Aires: El Ciudadano, de Rosario; y La Tinta, de Córdoba.
El objetivo fue reunir a periodistas y trabajadores de medios para reflexionar sobre comunicación y política en tiempos de discursos de odio. Del panel llamado “El futuro ya llegó”, participaron Ileana Manucci (Pausa), Priscila Pereyra (Periódicas), Sebastián Rodríguez Mora (Tiempo Argentino), Carina Ortiz (El Ciudadano) y Fernando Bordón (La Tinta).
- Ileana Manucci: “Se supone que somos el cuarto poder, algo que me parece que ya quedó medio viejo hoy cuando tenemos redes sociales y un montón de otros espacios y formatos que disputan la palabra y la circulación de los discursos, pero en ese contexto teníamos ganas de charlar sobre cómo cubrimos el avance de las derechas. A todos nos ha pasado de encontrarnos con perfiles en algunos medios, ciertos personajes, nos pasa mucho en Santa Fe con alguna diputada que siempre tiene declaraciones resonantes y siempre aparece esa pregunta: ¿lo cubrimos, le damos lugar, le damos voz?”.
- Carina Ortiz: “Desde una mirada cooperativa y por la historia que tenemos en el diario, que está vinculada a la lucha y al reconocimiento de derechos, estamos muy arraigados a lo sindical, tenemos una historia de muchos cierres y de muchas batallas. El hecho de cooperativizarnos, si bien tiene un montón de circunstancias, te da más libertades y posibilidades de fijar una agenda. Y eso te permite trabajar desde otra perspectiva. Me parece que ese es un primer gran elemento que tenemos los medios autogestivos para trabajar sobre este tipo de temas: es primordial que podamos fijar una agenda. Los últimos sucesos han puesto en escena los discursos del odio que para mucha gente están naturalizados. Es importante que podamos charlar como medios cooperativos dentro de nuestras reacciones o grupos de trabajo”.
- Sebastián Rodríguez Mora: “Yo pensaba: cuarto poder ¿para qué? Entra un poco en discusión en esta época el famoso cuarto poder y creo que ahí viene la experiencia que podemos ofrecer desde los medios cooperativos, que podemos decir lo que se nos cante. ¿Dónde jugamos nosotros? Ante la violencia que se expresó en el atentado contra Cristina, tenemos que entender qué pasó. A medida que se va investigando, cada vez más se va entendiendo quiénes llevaron adelante el atentado y lo que vemos es que esos discursos estaban también cimentados por una pedagogía y una cotidianidad con otro tipo de violencias: violencia económica, violencia social, barrial, etc. De repente nos dimos cuenta de que teníamos que cubrir un montón de aristas distintas para poder ofrecer otra cosa, que no sea el mero cablerío de noticias, porque ahí solamente miramos y narramos lo que se dijo”.
- Fernando Bordón: “A los medios cooperativos también nos toca historizar un poco. Nos dimos cuenta, con lo que pasó con Cristina, de que había un discurso dando vuelta y que hay salir a hacer una disputa de sentido. De las tareas que nos tocan a los medios cooperativos y alternativos, aquellos que no somos medios hegemónicos, es ir y disputarle lo simbólico a ellos, cómo nos construyen y cómo nos narran ellos también. Otra discusión es cómo mostramos esos discursos. ¿Hablarnos entre nosotros, los convencidos? Ahí hay que disputar, usando estrategias, las redes, las tecnologías de la comunicación”.
- Priscila Pereyra: “Como Periódicas, además de ir contra ese discurso político clasista, también vamos contra el odio de género. Nuestra manera de ir contra los discursos de odio es el debate interno: siempre vemos de quién viene y cómo viene. No dejamos que la agenda la marque Buenos Aires; la marcamos nosotras acá, en nuestro territorio, damos visibilidad a las luchas y a las organizaciones que trabajan en diariamente para para poder combatir las desigualdades y los baches en cuestiones de derechos. Como medios cooperativos podemos permitirnos una ronda de diálogo, no estar esperando que una persona nos baje línea, poder decirle también al compañero o a la compañera ‘che, esto me parece que no va’. Creo que lo rico que tiene trabajar en una cooperativa es eso: nos permite repensar el tipo de comunicación, buscar la comunicación de calidad, buscar también los ejes”.
- Ileana Manucci: “Si no empezamos a tejer redes entre nosotros, entre los medios cooperativos de distintos lugares del del país, con diferentes alcances también, a veces parece que es muy difícil, que somos como unas pequeñas islas yendo contra grandes monstruos. Es algo que estamos todo el tiempo pensando. Y también dónde quedamos los comunicadores y las comunicadoras frente a los influencers, que hoy son los comunicadores estrellas. Qué es lo que ellos comunican y a dónde nos ponemos nosotros también. En Pausa nos pasa más o menos lo mismo lo mismo que comentaron todos: no cablear todo tal como viene, sino intentar dar un contexto, una explicación, una historización sobre de dónde salen esos discursos, de dónde salen estas ideas. Los discursos de odio son tan efectivos porque son muy simples: ‘planeros’, ‘feminazis’, la ‘ideología de género’, todas esas cosas que son muy impactantes y que la gente las toma. Pero cuando rascas un poquito, no hay nada: no hay una explicación, no hay nadie que pueda sostener porque eso se está diciendo y porque es así. Ahí es donde nosotros podemos aportar un poco ese sustento. Los discursos de odio construyen al otro como un enemigo y sobre todo como un no humano, es como ese monstruo que piensa distinto, cuando en realidad hay compañeros de trabajo, gente en nuestra familia que piensa de otra forma, gente que piensa que el atentado contra Cristina fue inventado. Desde nuestros medios también podemos reflexionar si lo que estamos haciendo nos lleva por el camino de poder abrir esa burbuja y hablar con otros, nos interesa eso”.
- Sebastián Rodríguez Mora: “¿Cómo hablamos con los otros? Con la gente que está por fuera de lo que damos todos por sentado. Hay un montón de público con el que vos no estás de acuerdo. Para mí, ahí hay cosas para desarrollar”.
- Carina Ortiz: “Hay algo que se está haciendo para que esa persona que vos pensás que nunca te leería, te esté leyendo: algún tipo de trabajo estás haciendo para acercarte. Nosotros en la cooperativa trabajamos sobre determinados nichos que tienen que ver con la línea editorial, pero también hay veces que se generan notas con determinados disparadores que atraen a un público que nosotros consideramos que no nos leería. En el caso nuestro, nos sirve mucho humanizar. Por ejemplo, en el caso del planero: ¿quién es, dónde vive, cómo es su historia? Contar la historia también te da un contexto y te humaniza”.
- Fernando Bordón: “Hay que escuchar lo que está pasando y también ver qué está funcionando en los medios hegemónicos. No de qué manera están hablando, sino qué cosas están diciendo, para para entender un poco la lógica, cómo se construyen esos discursos. Como una vista panorámica constante. No solo para llegar a les convencides, sino también a otros sectores”.
- Ileana Manucci: “El año pasado, con las elecciones, hubo un discurso desde algunos sectores progresistas o el campo nacional y popular, diciendo ‘perdimos votos con el DNI no binario’, ‘están boludeando con los derechos trans y no se están ocupando de la pobreza’. Después podemos hablar sobre si están ocupando de la pobreza. Parece que ocuparse de que el aborto sea legal, que haya cupo trans y una serie de derechos que por lo general casi todos tienen que ver con las mujeres, las lesbianas y los trans, es hablar de cosas que son piantavotos”.
- Sebastián Rodríguez Mora: “La situación de que tenemos 40% de pobreza y no lo va a levantar nadie. Nadie está ofreciendo una alternativa, por más onda que le quieras poner, no hay manera. Editorialmente, no hay no hay manera de hablar de otra cosa, pero creo que si solo nos dedicamos a intentar discutir economía y política desde la misma perspectiva que tienen los medios hegemónicos, que realmente juegan y presionan, vamos muertos. Tenemos que ofrecer una diferencia porque somos otra manera de hacer periodismo”.
- Priscila Pereyra: “A mí con la palabra progre no me pasa nada. Prefiero ser y estar en un medio progre y no gorila. Las mujeres y las disidencias también aprendimos a reivindicar algunas palabras que siempre fueron insultos para nosotras y creo que esto del bardeo de ‘ser progre’ es porque de alguna manera tenemos una agenda diversa que habla de derechos, que habla de la violencia que sufrimos las mujeres y las disidencias y que viene también a romper un poco con el statu quo que durante muchísimo tiempo estuvo ahí”.