Según los últimos datos del Indec, a septiembre los salarios no registrados y los registrados, privados y públicos, siguen abajo de la inflación acumulada en 2022. ¿Cuánto llevamos perdido desde 2015?
Según el Indec, la inflación lleva un 66,2% acumulado a septiembre. Los salarios privados subieron un 64%, los públicos un 62,9% y los no registrados un 49,9%. Así, en lo que va 2022, a septiembre el salario privado registrado lleva una pérdida de 1,3%, el público de 1,9% y el no registrado se hunde de forma catastrófica, con una merma del poder de compra del 9,7% en ocho meses.
Cabe destacar que septiembre hubo una mínima recuperación, ya que la inflación de ese mes fue de 6,2%, mientras que las subas salariales fueron de 7,7% para los públicos y 8% para los no registrados. Sólo perdieron, con subas de 5,8%, los privados registrados.
Todo lo que se perdió
Desde que llegó Macri al poder, los trabajadores privados registrados llevan perdido el 19,9% de su poder adquisitivo y los públicos el 26%. Durante la gestión de Alberto Fernández el poder adquisitivo no cayó con la misma brutalidad que durante la gestión de Mauricio Macri, pero siguió en su camino descendente. Es fácticamente imposible recuperar el daño que se inició con la llegada del macrismo.
Que el porcentaje no confunda. Una caída del 26% del poder adquisitivo de un salario registrado equivale a no cobrar el aguinaldo y perder dos sueldos y un poco más en el año. Es muchísimo.
La caída no es pareja. Durante el macrismo el poder adquisitivo se recuperó notablemente en las proximidades de la elección de 2017, que el oficialismo ganó, aunque nunca llegó a los niveles de 2015 (su "mayor" logro fue que los salarios privados quedaran 2,7% abajo de 2015). La mayor pérdida del poder adquisitivo se produce entre 2017 y 2019. La caída es abrupta.
La gestión de Macri terminó con una caída del 20,8% del poder adquisitivo de los privados registrados y de 23,6% de los públicos.
Actualmente, la mayor pérdida de poder adquisitivo durante la gestión de Fernández se observa en quienes tienen salarios no registrados, que acusaron el impacto de la segunda ola del coronovirus. Los no registrados perdieron el 11,9% de su poder adquisitivo desde 2019, los privados registrados perdieron el 1% y los públicos registran una pérdida del 3,9%.
Pese a que ahora los no registrados son los que peor la pasan, son los trabajadores públicos los que más poder adquisitivo perdieron durante más tiempo, sobre todo desde junio de 2020.